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Pagani

Historia de Pagani Automobili

Esta es la historia de Pagani Automobili, el resultado de esfuerzo y sacrificios de Horacio Pagani por materializar el sueño de su infancia: crear el carro más hermoso del mundo.
8 Oct 2021 – 02:42 PM EDT
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Horacio Pagani nació el 10 de noviembre de 1955 en Casilda, Argentina. Por varias generaciones, su familia se dedicó a la panadería, creando un ambiente de trabajo riguroso, ético y con gran sentido de responsabilidad.

Desde temprano Horacio mostró mucho interés por la ciencia y el arte. Una de sus grandes influencias fue -y sigue siendo- Leonardo Da Vinci. Entre los 12-13 años leyó una frase de que lo marcó profundamente “El arte y la ciencia son dos diciplinas que pueden andar de la mano”. En ese momento entendió que no estaba limitado a elegir solo una de ellas, inspirándolo a seguir ambas.

Le confesó a su madre Maria, de quien según el heredo su amor por el arte, que su sueño era trabajar diseñando y construyendo carros en Módena. Aplicó sus visiones y talento desde pequeño, creando modelos con materiales sencillos. No solo eso, sino que también los presentaba a sus amigos imaginando que lo hacía en auto shows.

Su pasión por los autos era alimentada por revistas locales. Sin embargo, su mayor interés se centraba en los productos de los grandes fabricantes italianos como: Maserati, Ferrari, Lamborghini, entre otros.

Entre 1976 y 1983 ocurría uno de los capítulos más oscuros en la Argentina, mientras un joven Horacio estudiaba en la Universidad de la Plata. Durante este periodo, con el apoyo de su padre Luca y con el dinero que ganó trabajando en la panadería durante sus ratos libres, construyó su primera ‘fabrica’ en un pequeño terreno de la familia en las afueras de la ciudad.

Por varios años diseñó y fabricó allí casas rodantes, campers, otras cosas. Con ese dinero -y a escondidas de su padre- construyó su primer carro: un Formula 2.

En esta época Horacio conoció a uno de los ídolos de la infancia: Oreste Berta. Otro a quien le compartió su sueño de trabajar en Módena. Berta, seguro impresionado por su Fórmula 2, le consiguió una cita con uno de los ejecutivos más importantes de Mercedes-Benz en la Argentina, nada más y nada menos que con el múltiple campeón de formula 1 y uno de los pilotos más respetados hasta el día de hoy: El Maestro, Juan Manuel Fangio.

Es evidente que Horacio también impresión a Fangio, porque ‘El Chueco’ preparó cartas de recomendación para los grandes jefes en Módena como: Enzo Ferrari, Alejandro de Tomaso, Giulio Alfieri, entre otros.

Hasta el día de hoy Horacio comparte su respeto y sentido de responsabilidad, honrando la confianza que Fangio depositó en él.

Siendo una empresa pequeña y flexible que le permitiría materializar su creatividad, Horacio aceptó la oferta de Lamborghini para trabajar para ellos.

En junio del ’83, justo antes de mudarse a Europa para empezar en su nuevo rol, Pagani fue informado de la disolución de su puesto debido a la grave situación económica por la que atravesaba la empresa.

A pesar de la noticia, Horacio continuó con el plan. Ya en Italia, trabajó como jardinero y soldador (especializándose en acero inoxidable).

Meses después visitó a Giulio Alfieri en la fábrica de Lamborghini, recordándole que el propósito de mudarse a Italia fue crear ‘el carro más lindo del mundo’. Tras su insistencia, el Director Técnico de Lamborghini le ofreció la única plaza disponible, básicamente limpiando el taller. Horacio aceptó, convirtiéndose en el trabajador #177 de Lamborghini, el mismo número de empleados que Pagani tiene hoy.

Después de un año, le ofrecieron el puesto responsable de las carrocerías. Pagani declinó la oferta porque no se sentía preparado ese momento y para evitar conflictos con otros empleados más ‘senior’ que aspiraban por ese puesto.

Luego, gracias al financiamiento del gobierno italiano, fue asignado al departamento de materiales compuestos para liderar a otros jóvenes en un proyecto especial de tecnología. El resultado fue un prototipo fabricado con materiales exóticos para la época como la fibra de carbono, kevlar y aluminio. Para muchos este fue el ‘concept car’ que pavimentó el camino para el desarrollo de los supercarros modernos: el ‘Countach Evoluzione’ de 1987.

Después del ‘Evoluzione’ Pagani fue asignado a otros proyectos que involucraban compuestos. El joven jefe de ingeniería solicitó en repetidas oportunidades la compra de un ‘autoclave’ para que la marca italiana pudiera producir sus propias partes en fibra de carbono. Ante las consistentes negativas, Horacio consiguió un préstamo personal para comprarlo el mismo.

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Siguió con Lamborghini trabajando en proyectos como el ‘Countach Anniversary’ y en el sucesor del Lamborghini Countach, el Diablo. Mientras tanto, en paralelo, dedicaba tiempo a la investigación de materiales compuestos en su taller.

En 1991, el mismo año que arrancó la Guerra del Golfo, Horacio fundó ‘Modena Design’. Los materiales compuestos eran la gran novedad en esa época. Así que gracias a su experiencia y su esfuerzo de investigación produjo partes para el equipo de Ferrari en la Formula 1, para Dallara, para otros fabricantes y hasta para la industria aeronáutica.

Poco después, en 1992, fundaría Pagani Automobili. Al año siguiente empezaría a trabajar en su primer carro el ‘Proyecto Fangio’. Su diseño fue rápido, sin embargo, la etapa de desarrollo y fabricación tomaría algunos años por los limitados recursos. Finalmente, Pagani mostró al público su primer carro en 1999 durante el Auto Show de Ginebra, su nombre: El Pagani Zonda C12.

El plan original era llamarlo ‘Fangio F1’, pero lamentablemente el gran campeón murió en 1995, así que Horacio y su equipo decidieron bautizarlo como el ‘Zonda’. Usando el nombre de una corriente de viento en los andes argentinos capaces de superar los 200km/h.

La primera versión de este hiperauto costaba $325,000, contaba con motor V12 posterior central (fabricado por Mercedes-Benz), capaz de acelerar hasta las 60 millas por hora 4 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 186mph (300km/h). No cabe duda de que el Zonda capturó la atención de todos los asistentes al show -incluyendo a los otros fabricantes de super carros- y la de los aficionados alrededor del mundo.

Entre los interesados se encontraba Benny Caiola, uno de los mayores coleccionistas de Ferrari. El exitoso empresario italiano que migro de joven a los Estados Unidos sin un dólar en el bolsillo y que consiguió desarrollar un imperio de bienes raíces, se convirtió en el primer comprador de un Pagani.

Producido oficialmente hasta 2019 se fabricaron aproximadamente 140 unidades del Zonda. Entre estas encontramos coupés, roadsters, el Zonda Revolución para circuito, ediciones especiales y algunas exclusivas para los aficionados más ricos del planeta.

El segundo modelo de Pagani fue bautizado con el nombre del dios quechua y aymara de los vientos. El Pagani Huayra, hizo su debut a principios de 2011, con un precio inicial de 1 millón de dólares, motor V12 twin-turbo de 700 caballos de potencia. Capaz de acelerar hasta las 60 millas por hora en menos de 3 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 238 mph (383km/h).

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Pagani Huayra Roadster BC | Prueba A Bordo Completa
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