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Probamos la nueva Jaguar F-Pace SVR 2020 y nos mostró que a veces prestigio significa potencia y velocidad

La nueva Jaguar F-Pace SVR no es un vehículo para todo el mundo, es costosa, muy potente y con un consumo combinado de apenas 24 millas por galón, sumamente sedienta, pero para quienes la pueden pagar, disfrutar y apreciar se trata de uno de esos modelos que dejan una huella indeleble, y para Jaguar es una simple cuestión de prestigio.
10 May 2019 – 05:53 PM EDT
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La nueva Jaguar F-Pace SVR 2020 tragando millas, y mucha gasolina, en el sur de Francia. Crédito: Jaguar

Cuando llegó en 2016 como modelo 2017, la Jaguar F-Pace se distinguió como la primera camioneta crossover en la historia de Jaguar, y fue la ganadora de los premios Carro Mundial y Diseño Mundial del año 2017 otorgados en el Auto Show de Nueva York de ese año. Desde entonces la F-Pace se ha situado como el producto mejor vendido de la marca, por lo que es natural que el fabricante haya querido recompensarla con una versión de prestigio, y como en el mercado automotriz actual prestigio significa potencia y velocidad, nos llega para 2020 la brutal y refinada Jaguar F-Pace SVR.

Cuando un motor V8 supercargado de 5.0 litros de desplazamiento capaz de producir 550 caballos de fuerza y 502 libras-pie de torque consigue refugio bajo el capó de una crossover, sabemos que estamos en presencia de algo muy especial, y sobre todo inusual. Eso fue exactamente lo que ocurrió en abril pasado cuando tomé el volante de una hermosa Jaguar F-Pace SVR en color rojo ‘Firenze’ para trasladarme desde la villa costera de Saint-Tropez hasta la cuidad de Niza, ambas en el sur de Francia.

Visualmente la camioneta es la misma F-Pace que todos conocemos y muchos desean. No en vano es una de las camionetas con el diseño más sexy del mercado actual. Sin embargo, hay diferenciadores visuales que separan a la F-Pace SVR de sus hermanas de menos rango. El principal de ellos son dos entradas de aire laterales, cada una de ellas situadas muy cerca y detrás cada uno de los arcos de las ruedas delanteras. Del borde superior de cada entrada nace un hermosa línea de carácter muy rápida que muere poco después de recorrer algo más de la mitad del recorrido de la puerta, lo que hace que los paneles del guardafangos y la puerta delanteros, sean exclusivos del modelo. Cada una de estas entradas tiene como pareja una salida de aire vertical que recorre gran parte de la altura del parachoques trasero. Otro detalle que destaca la presencia de este titán motorizado son sus ruedas de 21 pulgadas (con opción de 22 pulgadas) cuyos rayos dejan ver las pinzas rojas de sus enormes frenos de discos de 15.5 al frente y 15.6 pulgadas atrás. La lista es termina con parachoques delanteros y traseros de nuevo diseño y un alerón trasero en el borde superior del portón trasero. Si por algún motivo dejas de ver todas estas pistas, Jaguar instaló dos discretos emblemas, uno en la parrilla delantera y otro en el portón trasero con las letras SVR. En todo caso, se trata de un vehículo extraordinariamente hermoso.

En la cabina toda posible confusión desaparece al ver los dos asientos deportivos frontales de respaldo alto con reposa cabezas incorporado cubiertos en cuero Windsor con patrón de rombos acolchados, pero ese es solo el principio de la historia. El selector rotativo de cambios fue suplantado por la palanca estilo ‘SportShift’ que debutó en el Jaguar F-Type y que también fue adoptada por el Jaguar XE 2020. Lamentablemente, Jaguar no incluyó el hermoso volante de nuevo diseño que debuto en la eléctrica I-Pace, pero dotó al volante regular de unas paletas de cambios hechas de aluminio, cuyo aspecto hace imposible no usarlas, y cuya operación hace imposible no enamorarse de ellas.

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De resto conseguimos el mismo diseño de 2017, que podría verse mejorado por los mismos cambios aplicados en la actualización del Jaguar XE, pero que no restan nada a la experiencia de manejo. Estamos de acuerdo con el descarte del viejo sistema de info-entretenimiento en favor del nuevo sistema Jaguar In Control que funciona más rápido y es mucho más intuitivo y que usamos constantemente como navegación. Apple CarPlay y Android Auto están a la disposición de los compradores, pero solo como parte de un paquete opcional para uso de smartphones.

Hablando de cambios, la administración de la descomunal fuerza de la Jaguar F-Pace SVR corre a cargo de una transmisión automática de 8 velocidades de cambios rápidos en combinación con un sistema de tracción integral inteligente, y una batería de sistemas electrónicos diseñados para mantenernos seguros entre tanta potencia y hacernos pensar en el proceso que somos mejores conductores de lo que tenemos derecho a creernos.

Entre ellos vale la pena destacar el diferencial electrónico activo y la suspensión adaptable dinámica, dos sistemas que adaptan la entrega de torque y la respuesta del chasis al camino respectivamente, respondiendo a la información provista por un sistema que monitorea y evalúa la vía constantemente, y que también alimenta al sistema de vectorización de torque que salva al conductor incompetente en situaciones comprometidas cuando entra en curvas a velocidades poco prudentes.

Para poder aprovechar esta tecnología al máximo existe un modo de manejo dinámico que no solo estimula la réplica a los comandos que se le dan al acelerador, sino que también aumenta la velocidad de respuesta de la transmisión y de la dirección. Todo este portento tecnológico se disfruta con el trasfondo de las gloriosas notas que emanan de los cuatro tubos de escape, gracias al sistema de escape activo variable de la F-Pace SVR, cuando se selecciona el modo dinámico. Este es un truco con realces electrónicos, que Jaguar ha elevado a nivel de arte desde que lo comenzó a implementar en el F-Type, y que, incluso es funcionalmente útil ya que permite un mejor flujo de los gases del escape, sin hablar de la fuerte dosis de emoción que añade a la experiencia de manejo. Por cierto, cuando se conduce en cualquier otro modo de manejo se puede accionar el sistema, pero recomiendo no hacerlo de noche en vecindario donde se vive.

¿Cómo se traduce todo lo anterior en la práctica? Mejor de lo que imaginas. La Jaguar F-Pace SVR es todo lo rápida que su potencia sugiere, aunque sin llegar a los niveles surreales de rapidez de vehículos como la Jeep Grand Cherokee Trackhawk , o la Mercedes- AMG GLC63 S, que en todo caso son más costosos. La F-Pace SVR acelera de 0 a 60 millas por hora en 4 .1 segundos y logra una velocidad máxima de 176 millas por hora.

Lo que la Jaguar F-Pace SVR 2020 hace supremamente bien es maniobrar a velocidad, gracias a una suspensión que no solo es variable y activa, como explicamos antes, sino que también es 30% más rígida en el tren delantero y 10% más rígida en el trasero. Esto reduce el balanceo del chasis, que ya funcionaba con compostura, en un 5% haciendo que la respuesta a la dirección se sienta más lineal y directa.


Lanzamos a la Jaguar F-Pace SVR 2020 por las curvosas carreteras de los Alpes marítimos francés con todo el abandono que su tecnología nos permitió, que es mucho. La F-Pace SVR nunca perdió ni la compostura de su chasis ni el sentido de urgencia de su V8 supercargado. Todo el poder estuvo siempre a nuestra disposición sin fallas ni dudas. Merecen mención especial lo asientos que no solo son extraordinariamente hermosos sino también cómodos y eficientes manteniendo al conductor en su lugar sin cansarlo, y más importante aún ni hacerse notar. Llegamos a Niza después de varias horas de manejo montañero (por autopistas habríamos llegado solo en hora y media) frescos, descansados y listos para otra vuelta.

Obviamente, la Jaguar F-Pace SVR no es un vehículo para todo el mundo. Es costosa, muy potente y con un consumo combinado de apenas 24 millas por galón, sumamente sedienta, pero para quienes la puedas disfrutar y apreciar se trata de uno de esos modelos que dejan una huella indeleble, y para Jaguar es una cuestión de prestigio.

El precio inicial de la Jaguar F-Pace SVR 2020 es de 79,990 dólares, lo que la coloca 5 dólares por debajo del precio inicial de la Alfa Romeo Stelvio Quadrifoglio, y más de 9,000 por encima de la Mercedes-AMG GLC63. La Mercedes-AMG GLC63 S, que aún tiene un déficit de 47 caballos de fuerza respecto a la F-Pace SVR, alcanza los 81,800 dólares lo que nos sugiere que el precio de la SVR fue diseñado para competir agresivamente.

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Jaguar I-Pace | Prueba A Bordo


Nota: Jaguar pagó por el traslado, alojamientos y comida de Simón Gómez en Francia mientras duró esta prueba de manejo.

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