null: nullpx
cartas

Carta de una fan a Chester Bennington: así es cómo Linkin Park me ayudó con mi soledad

Publicado 20 Jul 2017 – 04:30 PM EDT | Actualizado 14 Mar 2018 – 09:48 AM EDT
Comparte

Siempre es raro cuando muere alguien famoso, ¿no? No los conoces, no convivías con ellos, pero no puedes evitar que el estómago se te haga bolita cuando sabes que esa persona ya no está aquí.

Con Chester Bennington y Linkin Park es un caso delicado porque, vaya, sus canciones son súper tristes. Cuando nuestra generación de millennials estaba en la secundaria ser emo mientras escuchabas Linkin Park era un cliché gracioso. Ahora es... incómodo.

No planeo golpearme el pecho y afirmar que soy la más grande fan de Linkin Park, porque no lo soy. De hecho han pasado años desde que dejé de seguirlos con atención. Pero cuando fui una pequeña adolescente... ¡Uuuh! Eso era totalmente diferente.

Meteora es un disco que escuché hasta que el disco se rayó. Bueno, así hubiera sido, si no lo escuchara en mi MP3, jaja. Me da un poco de pena admitirlo por lo que les comentaba del cliché, pero ahí les va: yo sí era una de esas chavitas que lloraba escuchando Linkin Park.

Pueden reírse un ratito, les doy chance.

En la secundaria tenemos la tendencia a ser súper dramáticos por las hormonas y la crisis de identidad. Yo también tuve esa locura y el hecho de ser medio sensible no me ayudó (maldita pubertad, jaja). Aparte era tan, tan, tan introvertida que si mi mamá les hubiera dicho a mis maestros que era muda, seguro le hubieran creído.

Acercarme a la gente era mi misión imposible y, aunque igual disfrutaba de mi soledad, a veces me sentía demasiado aislada. Además, en secundaria es cuando todos empiezan a salir más con sus amigos, a tener novios y a hacer un despapaye por todo. Yo me mantenía al margen de eso, en parte por decisión propia y en parte porque no sabía cómo salir de ese margen.

La primera canción que escuché de Linkin Park fue " In The End" en la radio, en Alfa 91.3. Me gustaba mucho esa canción aunque no tenía ni idea de qué decía porque apenas estaba aprendiendo inglés.

Cuando escuché " Numb" y busqué la letra en Internet tuve un momento catártico de: "Wow, él se siente como yo". Sí, sí, drama mil de mi parte, pero eso no quita que así me sintiera en ese momento y que la canción hiciera clic conmigo al instante.

Aunque por un lado supongo que no era bueno que reprodujera a cada rato " Nobody's Listening" y " Somewhere I Belong" para ponerme a llorar como magdalena porque creía que nadie daba ni tres pistaches por mí, por el otro no cuestiono el bienestar que me trajo reconocer que no era la única en el mundo que se sentía triste. Que por ahí en Estados Unidos había un chavo que me entendía.

Sé que no hay estadísticas que demuestren cuántos escuchábamos Linkin Park y nos identificamos con ellos, pero estoy segura de que no fuimos pocos. El cliché debió de salir de algún lado, ¿no?

Además en ese álbum también venía " Breaking the Habit", esa canción que hablaba de no entender qué estaba pasando ni por qué me sentía así, pero de reconocer que eso no estaba bien y que era momento de "romper con ese hábito". Ese tema era mi respiro profundo. Creo que era la que escuchaba para decirme: "Ya estuvo bueno, para las lágrimas, que tienes tarea que hacer".

La música es una parte importantísima de mi vida y Linkin Park fue una de las bandas que marcó el soundtrack de esa etapa tan más malditamente confusa.

Por eso ahora me tiemblan un poquito las manos al pensar que alguien que me ayudó a sobrellevar mi dolor acaba de suicidarse porque ya no pudo con el suyo.

No sé qué más decir, aunque tampoco creo que sea necesario decir mucho más.

Gracias, Chester. Muchas gracias por haber sido un buen amigo aunque no lo supieras ni me conocieras. En serio, en serio, en serio espero te sientas tranquilo en donde estás ahora.

Comparte
RELACIONADOS:cartasfanaticasMéxicoMúsicosViX.