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comunicación padres e hijos

4 razones por las que un buen divorcio es mejor que un mal matrimonio para los hijos

Publicado 9 Ene 2019 – 01:57 PM EST | Actualizado 23 Ene 2019 – 04:45 PM EST
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Sin duda, el divorcio, la separación o terminar cualquier relación amorosa puede ser en extremo doloroso tanto para ti como para tu hijo. Por eso, muchas madres creen que lo mejor para sus hijos es quedarse junto a su pareja hasta que los niños «sean mayores» para entender las causas de la separación y que así «les afecte menos». Lo cierto, es que un mal matrimonio puede afectarlos mucho más que un divorcio.

El divorcio también puede ser una buena enseñanza para los hijos

Cuando te divorcias, les enseñas que tienes límites, que hay cosas que te parecen inaceptables y que sabes cuidarte lo suficiente como para decir «ya no quiero vivir esta situación que me lastima y mejor me alejo a tiempo». Enseñarles a cuidarse bien es parte del trabajo de crianza, y la mejor manera de hacerlo es modelándolo nosotros mismos. Por eso, es necesario dormir bien, hacer ejercicio, comer saludable y buscar apoyo por parte de amigos, familiares, especialistas de la salud mental o asesoría religiosa. De esta manera superarás tu pérdida, atravesarás tu duelo de forma adecuada y tendrás las herramientas emocionales para ayudar a tu pequeño.

Mientras tanto, los niños y niñas forzados a vivir en un mal matrimonio, aprenden a vivir bajo constante estrés emocional, confrontar una relación disfuncional y ver la frialdad de trato entre sus figuras de crianza y la infelicidad en la que viven. En muchos casos, los niños y niñas que se crían en estas situaciones se culpan a sí mismos del desamor entre sus progenitores. Así pues, quedarse «por los niños» en un mal matrimonio, termina siendo una pesadilla para ellos.

Los hijos sufren cuando te quedas en un mal matrimonio

Según Sean Grover en un artículo de Psychology Today estas son 4 maneras en que los niños sufren permanecer junto a padres o madres que necesitan un divorcio:

#1 Tensión crónica

Lejos de sentirse a gusto y confortado cuando está con sus figuras de crianza, se sentirá abrumado, puede incluso llegar a sentir depresión, desesperanza y hasta fatiga crónica.

#2 Un inestable sentido del ser

Le temen a la cercanía de otras persona, incluso cuando más la necesitan; comienzan a sabotear sus oportunidades de sobresalir; quisieran tener amistades cercanas, pero se aíslan por desconfianza. Internalizan el eterno conflicto entre sus adultos responsables y lo hacen propio, rechazando en sí mismos lo que ven de cada uno de ellos y poniéndolo en disputa.

#3 Miedo a la intimidad

Los niños que crecen viendo a sus padres y madres discutir desarrollan gran dificultad para crear lazos íntimos con otras personas, ya que evitan la cercanía para no salir heridos.

#4 Trastornos de ánimo

Vivir con una pareja que pelea todo el tiempo puede generar en los hijos serios problemas de ánimo, generando incluso una distimia, que es un trastorno depresivo persistente, y de ser dejado sin tratar, puede ocasionar desórdenes de personalidad e inclinar hacia el uso y abuso de sustancias.

Es momento de un divorcio

Así que si ya intentaste terapia de pareja, terapia individual, grupos de apoyo y aún así parece que nada funciona, es hora de tomar la decisión y dejarlo ir. Es mejor salir a tiempo de una mala relación que quedarse y sufrir daños irreversibles tú y tus hijos.

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