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armas de fuego

Niño de 4 años se dispara accidentalmente en el pecho; padres ya fueron detenidos

El menor tuvo que ser sometido a una cirugía, y aunque se reporta en condición extremadamente crítica, se espera que pueda sobrevivir; ahora los padres son acusados de negligencia.
Publicado 21 Mar 2024 – 06:48 PM EDT | Actualizado 21 Mar 2024 – 06:50 PM EDT
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GLENDALE, Arizona. - En condición crítica se encuentra un niño de 4 años que se disparó con un arma de fuego por accidente en el pecho; ahora los padres del menor enfrentarán consecuencias legales.

Fue poco antes de las 10:30 de la mañana del 20 de marzo que agentes de la policía de Glendale respondieron a una llamada de emergencia, cerca de la intersección de la Avenida 68 y la Calle Windsor.

Al interior fue localizado el menor con una herida de bala; los oficiales le brindaron primeros auxilios hasta que llegaron paramédicos del Departamento de Bomberos para trasladarlo a un hospital.

Más tarde, autoridades confirmaron que el niño había tomado posesión de un arma de fuego y terminó disparándose a sí mismo. El pequeño tuvo que ser sometido a cirugía y se reporta delicado de salud.

“Me preocupa mucho porque podía haber pasado afuera y no adentro. Imagínate si hubiera pasado afuera, le pudo haber pegado a cualquier niño”, señaló Irene Hernández, vecina del menor herido.

Padres son acusados de negligencia

La mañana del 21 de marzo, la policía de Glendale informó que arrestó al padre del menor, identificado como Kevin Lavell Rhymes, de 44 años, y a su novia, Laquasha Lachell Sebastian, de 31.

De acuerdo con la investigación Laquasha estaba durmiendo en el dormitorio principal, mientras Kevin trabajaba en su vehículo cuando ocurrió al accidente; tras el hecho, intentaron ocultar el arma.

No era el primer accidente en el hogar

Tras una investigación, se encontró que hace menos de un año, en la misma residencia, la policía acudió a una pelea familiar y encontró al mismo niño herido por jugar con armas desmontadas.

Cifras del Departamento de Salud en Arizona sugieren que al menos 59 menores mueren víctima de las balas, el 83% de los casos identifican a los padres como los propietarios de las armas de fuego.

Ahora los dos detenidos enfrentan cargos graves por negligencia y abuso infantil, así como por poner en peligro la vida del menor y mala conducta con armas.

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