Se enfrentan satanistas y cristianos por oración previa a reunión del Ayuntamiento de San Marcos
San Marcos; TEXAS.- Ciudadanos de San Marcos con creencias religiosas en torno al cristianismo y al catolicismo estuvieron manifestándose frente de la Alcaldía de San Marcos contra la religión satánica, en especial contra el Templo Satánico en Austin.
Esto sucede luego de que el jefe del templo y autoproclamado satanista maquiavélico, Lanzifer Eligus Longinus, ofreció una invocación al inicio de la reunión.
El Ayuntamiento de San Marcos ofreció a líderes religiosos de la comunidad la oportunidad de pronunciar una oración en la reunión, pero ninguno de los líderes de las iglesias cristianas de la zona aceptó la oferta del ayuntamiento, esto según Citizens Defending Freedom, una organización sin fines de lucro que ayuda a ciudadanos a defender su fe y su libertad, luchando al mismo tiempo por la transparencia en la administración local.
Más de 200 manifestantes estuvieron con pancartas en mano, en algunas decía "Satanás no tiene ningún derecho" o "Somos una nación bajo Dios y el Satanismo no es un valor americano".
"No tenemos previsto protestar contra la invocación satánica en sí", declaró Tristen Cleve, director de Citizens Defending Freedom en el Condado de Hays.
"Al igual que todos los estadounidenses, los satanistas tienen derecho a hablar y rendir culto como deseen, aunque ciertamente no estamos de acuerdo con ellos. Sin embargo, como grupo que alberga la moral tradicional y los valores cristianos, estaremos allí para orar para que la presencia de Dios esté presente".
¿Tiene el Templo Satánico el derecho de realizar una invocación para el Ayuntamiento?
La respuesta, aunque controversial, es que sí.
Varias ciudades de Texas, así como algunas entidades gubernamentales, comienzan sus reuniones con una breve oración, conocida también como oración legislativa.
La oración legislativa se trata como artículo especial bajo la "Cláusula de Establecimiento" que aparece en la Constitución de los Estados Unidos.
La Cláusula de Establecimiento es la parte de la Primera Enmienda que dice: "El Congreso no promulgará ninguna ley que respete el establecimiento de una religión o prohíba el libre ejercicio de la misma".
El reglamento del ayuntamiento incluso considera que en algún momento, movimientos ateistas, organizaciones agnósticas u otras pequeñas denominaciones religiosas buscarían ofrecer esta oración y las ciudades deberán permitirlo.
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