Alpinista salvadoreña revela cómo salió viva de una tormenta en Denali, la montaña más fría del mundo
LOS ÁNGELES, California - Alfa Karina Arrué, alpinista salvadoreña, relata la pesadilla que vivió durante su expedición a la montaña Denali, la más alta y fría de Norteamérica. La deportista por pasión y abogada de profesión, revela en primicia a Univision 34 Los Ángeles, cómo fueron esos momentos en los que pensó que no saldría con vida de la montaña.
"Creí que me iba a morir", suelta Arrué en entrevista a cuatro días de su rescate.
La salvadoreña de 47 años y madre de tres hijos tiene un aspecto juvenil y una estatura que no anticipa, a primera vista, el ímpetu que le permitió sobrevivir en un ambiente tan inhóspito.
Sube la montaña Denali entre "ataques físicos y psicológicos"
No era la primera vez que Arrué subía a una montaña; es reconocida mundialmente por sus proezas como alpinista. En 2022, se consagró como la primera persona de El Salvador en conquistar la cima del Monte Everest en Nepal.
La expedición a Denali formaba parte de su entrenamiento para su próxima meta, conquistar K2, el pico más peligroso del planeta.
Sus compañeros de expedición en Alaska no eran parte de su equipo. Cuenta que se unió a ese grupo por la necesidad de completar el entrenamiento en tiempo para su siguiente proyecto.
Nunca esperó ser blanco de una serie de "ataques físicos y psicológicos", en los que no abunda porque están bajo investigación.
Arrué: "Preparada para sobrevivir, pero no para los ataques machistas"
Caminó con otros tres montañistas y, desde el comienzo, el 11 de mayo, la salvadoreña confiesa que trabajó con su inteligencia emocional para no flaquear. El recorrido podía extenderse hasta 17 días.
Asegura que estaba "preparada para sobrevivir, pero no para los ataques machistas" y el constante sabotaje de sus acompañantes, a los que debía estar atada, por la peligrosidad en las grietas de la montaña.
Al cuarto día de escalada, la situación se complicó aún más, pues los azotó una poderosa tormenta de nieve.
Alfa Karina Arrué recuerda que había que palear cada 5 ó 6 horas para evitar que la nieve se acumulara hasta cubrirlos. En una ocasión, empezó a sentir calor. Se había quedado dormida y la falta de oxígeno estaba afectando su cuerpo.
Intentó salir de su tienda de acampar, se puso de pie y descubrió que estaba enterrada en nieve. Extendió un brazo, buscando cuán cerca o lejos estaba la superficie.
La punta de sus dedos le dejó saber que no estaba a una profundidad excesiva.
¿Cómo se salva Alfa Karina Arrué de la tormenta?
En medio del proceso, esta madre salvadoreña perdió sus lentes protectores y quedó temporalmente ciega, pues se le congelaron las retinas por las extremas temperaturas. Sin tormenta, la montaña Delani, anteriormente conocida como McKinley, es considerada el lugar más frío de la Tierra. Allí convergen vientos del norte y sur, siendo la montaña más cercana a uno de los polos.
En diciembre, por ejemplo, se han registrado temperaturas en los -100 grados C (-148 F).
Alfa Karina Arrué escogió mayo y el frío ya era indescriptible.
“Pido sus oraciones. Hay demasiados peligros”, se leyó en uno de los mensajes que escribió en sus redes sociales antes de quedar incomunicada.
Un localizador satelital le permitió reportar a las autoridades de Alaska lo que estaba pasando con la tormenta y las presuntas agresiones que sufría.
Si bien la expedición quedó atrapada a 10,100 pies de altura (3.100 metros), las condiciones y la temperatura en la montaña Denali eran tan inhóspitas que el rescate por aire solo podría ejecutarse, si ella llegaba a un punto específico.
Arrué dice que se comunicó de manera objetiva y precisa con los guardabosques. Así logró que las autoridades de Alaska obligaran a sus acompañantes a escoltarla hasta el punto de rescate, a donde llegó el 18 de mayo.
¿Qué pasó con los presuntos acosadores de la alpinista Arrué?
Según la salvadoreña, tan pronto fue rescatada presentó las denuncias sobre lo que vivió. Dado que hay una investigación en curso, no puede ofrecer detalles ni nombres, hasta que las autoridades de Alaska completen la investigación y determinen si presentarán cargos.
En cuanto a su estado de salud, la madre hispana detalla que aún se encuentra bajo cuidado médico y psicológico. Agradece que su ceguera fue temporal.
Esta experiencia, apunta, le dio una nueva perspectiva de su vida y la de su familia. Por eso, reevalúa sus expectativas y el sueño de conquistar el K2.
Tras la reciente experiencia, la alpinista salvadoreña tiene un mensaje contundente para todas las mujeres, sin importar la edad, ni condición social.
"Por el hecho de ser mujeres que no se rindan, que seamos valientes, que tengamos coraje, que sigamos luchando por romper esas brechas", concluye.
Te puede interesar:
