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El Niño

Más lluvias torrenciales y ríos atmosféricos, a causa de El Niño intenso: Entendiendo al fenómeno y su impacto

La oscilación de El Niño es una conversación entre el cielo y el océano, pero cuando se calientan las aguas del mar se torna en una peligrosa discusión. Entender este fenómeno, puede salvar vidas.
Publicado 9 Feb 2024 – 08:07 PM EST | Actualizado 9 Feb 2024 – 08:07 PM EST
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LOS ÁNGELES - Al igual que un huracán, El Niño existe físicamente. Con imágenes del satélite se puede ver como una masa de tonos rojizos en la línea del ecuador en el Océano Pacífico.

La importancia de entender El Niño radica principalmente en la preparación para enfrentar el impacto de su fuerza. Algunos de sus efectos pueden beneficiar a ciertas áreas, mientras que en otras generan desastres naturales de gran magnitud poniendo en riesgo la seguridad, la economía y la salud de los territorios que alcanza.

¿Qué es El Niño?

El fenómeno de oscilación del Sur es una anomalía del clima que ocurre cuando las aguas del océano Pacífico se calientan demasiado. Los vientos cambian de dirección y se produce un cambio en la corriente en chorro.

Esa corriente en chorro es la trayectoria de los vientos que indica dónde hay lluvias y sequías. Esta simple alteración afecta y reajusta el clima en todo el mundo.

Fue bautizado por los pescadores de Perú alrededor del siglo XIX cuando notaron que, durante ciertos años, miles de peces aparecían muertos en la costa, provocando enfermedades y grandes pérdidas para sus comunidades. A estas oleadas de agua cálida las llamaron "La corriente del Niño" porque coincidían con la conmemoración cristiana del nacimiento de niño Dios.

Alcances de este fenómeno

Por ser una anomalía del clima, El Niño viene acompañado de desastres naturales, generalmente alimentados por el calor del agua. Este evento provoca poderosas tormentas a lo largo de la franja que recorre el sur del país, desde California hasta el Golfo de México.

También impacta fuertemente en el sur de Asia, el norte de África, Sudamérica y México, con lluvias torrenciales, inundaciones, deslizamientos y erosiones costeras. Con la misma intensidad que hace llover en el sur, genera sequías en el norte del país, lo que puede incrementar los incendios forestales, eventos de calor extremo y pérdidas de cultivos en el noroeste Estados Unidos.

La presencia de El Niño provoca un aumento en las temperaturas en todo el planeta y los huracanes más devastadores son el producto del sobre calentamiento de las aguas del mar. Los 'Niños' más grandes de las últimas décadas han sido los de 1997-98 y 2015-16.

Aunque todavía no existe una escala para medir la intensidad de El Niño, en términos simples podemos asociar que mientras más cálidas sean las aguas del océano, más grande y poderoso será El Niño y mayor será el golpe de su furia.

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