El maestro Arnulfo Reyes relata cómo pudo sobrevivir a la masacre de Uvalde tras ser baleado
El maestro Arnulfo Reyes se salvó de morir en la masacre de Uvalde, Texas, al fingir estar muerto luego de que el atacante le disparara.
En un relato detallado de los instantes de horror que vivió, el maestro hispano menciona cómo tuvo que aguantar el dolor de sus heridas y quedarse muy quieto mientras el sospechoso armado verificaba una y otra vez si él estaba muerto, antes de darle otro balazo en la espalda.
Este lunes, Reyes concedió una entrevista a Univision 41 en la que repasa los recuerdos del día que su escuela, la primaria Robb, se convirtió en la escena de uno de los peores tiroteos en planteles de Estados Unidos que cobró la vida de dos maestras y 19 niños.
Recostado en un sofá en su casa, con uno de sus brazos enyesados, y con un tono pausado, el maestro contó que nunca vio los mensajes que mandó la escuela sobre un cierre temporal por presencia de un sospechoso armado porque no tenía abierta la App que usan para esto. Tampoco escuchó los anuncios que hacen en las aulas por alta voz cuando algo está pasando.
Ante la pregunta de cómo se enteró sobre lo que estaba pasando, no duda en contestar: "Oí los tiroteos y me puse a pensar, algo está pasando, y ya cuando pasó, ya era demasiado tarde de reaccionar", dijo.
Así vivió Arnulfo Reyes el encuentro con el atacante
"Uff, cuando entró a mi (salón)", dice Reyes y se frena para respirar profundo antes de seguir tratando de describir ese primer encuentro con el sujeto, sin que se le atranque la voz.
"Cuando él entro a mi cuarto y cuando pensé que estaba allí para hacernos daño y matar... (todo) pasó muy pronto", contó.
Luego, su primer instinto de protección fue decirles a los niños que se metieran debajo de la mesa para que el atacante no los viera. "Les dije que se durmieran porque no quería que vieran nada".
Reyes cree que la mayor parte del tiempo que este sospechoso armado estuvo en la escuela lo pasó en su salón de clases, aunque tiene claro que primero había ido al cuarto 112.
"Hizo (el tiroteo) allá y después vino para mi cuarto e hizo todo lo que hizo allí", comentó.
Mientras el tiroteo ocurría, el maestro y los niños estaban tirados en el piso. Él dice que nunca perdió la conciencia... que sentía mucho dolor, pues ya había recibido la primera herida de bala en el brazo.
"Él estaba allí, se oía todo lo que estaba haciendo arriba de la mesa…. Respiraba como nervioso, hacía unos sonidos, como tosiendo. Yo creo que estaba nervioso porque ya sabía que lo que había hecho era algo malo", describe Reyes.
Quería estar seguro de que el maestro Reyes estaba muerto
El atacante revisó una y otra vez si el maestro estaba muerto, según su relato.
"Primero me tiró agua en la espalda, porque yo estaba boca abajo. Y como tenía una copa con hielo y agua... lo tumbó, me estaba goteando atrás en la espalda. Nunca reaccioné a eso”, dijo.
Al ver que Reyes seguía inmóvil, el sujeto volvió a revisar si estaba vivo.
Recuerda que también le tiró sangre a la cara de un charco que estaba al otro lado de él. "Agarraba con su mano y me la tiraba, pero tampoco reaccioné".
El celular del maestro no paraba de sonar y eso llamó la atención del sospechoso.
"Agarró mi celular porque estaba sonando... lo dejaba caer arriba en mi espalda para ver si yo reaccionaba. Aun así, no hice nada", dijo el maestro.
Unos 30 minutos después, según recuerda, el atacante le dio otro balazo en la espalda. "Acá en un lado, dice al tiempo que se toca el costado derecho.
A ese disparo tampoco reaccionó. "Nomás me quedé tranquilo, cerré los ojos y esperé a que entrara la gente... (esperé a que) los policías entraran. Hasta que al fin que llegaron".
Según los reportes de autoridades, el atacante fue abatido más de una hora después de que inició el tiroteo.
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