Detrás de cámaras: cómo se filmó 'JDF16'

La historia detrás de las cámaras de 'JDF16', el documental sobre la vida y la muerte de José Fernández, comenzó con una propuesta modesta.

El día después de la muerte de José en un accidente marítimo, intentamos hallar nuevas formas para cubrir la noticia. El editor de Univision Digital, Borja Echevarria, lanzó la idea de un video corto sobre su vida.

Dos manos se alzaron inmediatamente. Como fanático de los Marlins desde que se mudó a Miami en 1992, para David Adams fue una decisión muy fácil.

Para la videógrafa Laura Prieto, comprender el drama humano detrás de la tragedia inmediatamente le llamó la atención.

En 2015 ambos tuvimos la suerte de conocer a José Fernández en su barbería favorita, Headz Up, situada justo fuera de los vestidores de los Marlins de Miami.

Parecía una buena persona, sorprendentemente abierto a los periodistas y sus preguntas molestas.

En realidad, estábamos allí para reunirnos con su barbero, Hugo "Juice" Tandron, para escribir un artículo sobre el único barbero oficial de un equipo de las Grandes Ligas. José estaba allí para hacerle un favor a Juice, y más tarde nos enteramos que esto era algo típico de José y cómo apoyaba a sus amigos. José realmente no necesitaba cortarse el cabello, pero de todas maneras se lo cortó porque sabía que sería una buena foto para la historia de su amigo.

Ese día nos dimos cuenta de un pequeño detalle que contribuiría a sentar las bases de JDF16. Descubrimos que Juice realizaba un ritual los días de juego con José, recortándole su cabello y los bordes de la barba. La mayoría de los jugadores de béisbol tienen sus pequeñas supersticiones.

Más tarde nos enteraríamos de que a José le gustaba lucir bien en el montículo. Incluso hasta su ropa interior. A él le gustaba lucir muy bien (de adolescente firmaba las cartas "Delfy La Figura"). Él sabía que iba a ser una estrella.

Así que, después de que José falleció, Juice fue una de las primeras personas a quien llamamos.

Fuimos a visitarlo a su barbería en Miami Gardens, también llamada Headz Up. Como Juice es Juice, dijo, "lo que necesites, hermano".

Resultó que el segunda base de los Marlins, Dee Gordon, uno de los compañeros más cercanos a José, estaba esperando por un corte de pelo. Acordamos con él una entrevista en una fecha posterior (que filmamos durante el entrenamiento de primavera en febrero),

La otra persona a quien llamamos fue Ralph Fernández, el abogado de Tampa que representa a la familia de José.

Uno de los directores [Adams] conoció a Ralph desde hace más de 20 años, desde cuando reportaba sobre Cuba para el St Petersburg Times en Tampa Bay. Pero no el tenía idea de que él fuera alguien cercano a José. Cuando Adams lo vio pronunciando un hermoso panegírico en el funeral de José, le envio un mensaje ofreciendo sus condolencias.

Hablaron unos días más tarde y comenzó a contar la historia de cómo se había convertido en uno de los más cercanos amigos y confidentes de José.

Su relación comenzó en 2010, cuando José fue declarado inelegible para jugar béisbol en su último año en Alonso High School en Tampa porque él ya había comenzado el décimo grado en Cuba. Ralph apeló y ganó el caso. Ese año, Alonso ganó su segundo campeonato estatal, su segundo con José en el equipo.

Ralph representó a José de forma gratuita en ese caso. De hecho, durante todos los años que conoció a José nunca le cobró ni un centavo a la familia.

Y no piensa comenzar a hacerlo ahora que José ha muerto y el patrimonio de la familia está en riesgo legal. Así es Ralph. Si usted es cubano, y ha estado en la cárcel en Cuba (como estuvo José brevemente después de un fallido intento de salida de la isla), Ralph está de su lado.

Como supimos en los siguientes seis meses por muchas de las personas más importantes en la vida de José, él tenía una personalidad con una energía tan contagiosa que se ganaba a casi todos casi instantáneamente. No se trataba de dinero, ni siquiera de su extraordinario talento en el campo de béisbol. Era "José siendo José", como dijo Gordon.

Los cazatalentos del béisbol lo llaman "make-up", refiriéndose a la forma de ser. Es una gran parte de la psicología del béisbol, cómo combinar talento, trabajo duro y ser un buen compañero de equipo.

José era una fuerza de la naturaleza, y podía ser difícil. "Tenía TDHA a la tercera potencia", me dijo Ralph, refiriéndose al trastorno por déficit de atención que aqueja a muchos niños. Pero, tenía una fuerza muy positiva, si se canalizaba correctamente. José escuchaba los buenos consejos, trabajaba muy duro y tenía una afectuosa manera de retribuir, dijo Ralph.

Llegamos a un entendimiento mutuo con Ralph. Si dejábamos en paz a la familia durante unos meses de duelo, él vería qué podía hacer para ayudarnos con el documental.

En el ínterin, nos dijo que filmáramos todos los demás elementos que necesitábamos. Cuando le dije que estábamos pensando en un video corto de 8 a 10 minutos, nos dijo que lo reconsideráramos. La historia de José merecía mucho más que eso, dijo.

De vuelta en la sala de redacción de Univision, nuestro colega de deportes José Luis Nápoles nos dio algunos consejos valiosos. José Luis es de Santa Clara, la ciudad natal de José Fernández en Cuba, y comenzó su carrera en el periodismo como comentarista deportivo allí.

"Tienes que hablar con Aledmys Díaz", dijo, mientras lo mirábamos ligeramente sorprendidos. A continuación, explicó que Aledmys creció con José en la misma calle, y que recientemente había llegado a las Grandes Ligas como torpedero de los Cardenales de St Louis.

Unos días más tarde, fuimos a Palm Beach para entrevistar a Aledmys. Fue en ese momento cuando realmente las puertas comenzaron a abrirse.

Aledmys es el polo opuesto de José. Ligeramente mayor que José, Aledmys es un joven serio, menos efusivo, y muy discreto. Su esposa acababa de dar a luz a su primer hijo.

En su piscina al borde del Canal Intracostero, habló con cariño de José, de cuánto lo admiraba y lo respetaba, no sólo por sus condiciones para el deporte, sino por la alegría con la que jugaba. Lo envidiaba por eso. No era un trabajo para José, como lo puede ser para muchos atletas profesionales. José era tan bueno, lo entendía tan bien, que para él era pura diversión.

Aledmys dijo que, si queríamos ir a Cuba y reunirnos con los amigos de José allí, debíamos llamar a su tío, Nelson. "Es un barbero. Vivía al final de la calle donde crecimos. Él introdujo a José al béisbol", dijo.

En diciembre fuimos a Cuba. Primero cubrimos el funeral de Fidel Castro, luego hicimos un viaje adicional a Santa Clara.

Durante dos días grabamos varias horas de conmovedoras y emotivas entrevistas con Osmani, el tío de José, y su primo Yordy, quizá la persona más cercana a él después de su madre.

También conocimos al entrenador de ligas menores de José, Oscar Castillo, quien ahora se retiró del béisbol y cría canarios, y a otro entrenador, Noel Guerra. Todos hablaron con lágrimas en los ojos sobre su amor a ese "travieso", "inquieto", y "superhumano" niño a quien todos ellos llamaron Delfín (su segundo nombre).

Nos llevaron al campo de béisbol donde Nelson introdujo a José al deporte, un poco antes de cumplir los cinco años de edad.

Mientras filmábamos allí a algunos de los niños de las ligas menores, Laura recibió una fea herida en la cabeza producto de un batazo accidental. Después de una rápida visita al hospital (gratis), regresamos nuevamente al terreno un rato después, Laura con la blusa ensangrentada y una venda alrededor de su cabeza, para entrevistar a Castillo.

Para ese momento, ya estaba surgiendo un panorama claro. Todos querían hablar de José, contar sus propias historias personales sobre qué joven tan extraordinario era.

Cada entrevista venía con risas y lágrimas cuando cada persona intentaba conciliar su dolor al expresar los gratos recuerdos. Nos dimos cuenta de que Ralph tenía razón, nuestro video sobre José merecía un tratamiento más ambicioso, y la idea de un documental de una hora de duración comenzó a cristalizarse. Sería todo un reto. La unidad digital de Univision, a la cual pertenecemos Laura y yo, nunca había intentado nada de ese metraje.

Cuando regresamos a Miami, sin embargo, descubrimos que no todo el mundo quería hablar de José. La organización de las Grandes Ligas educadamente rechazó compartir cualquier video de su carrera profesional debido a "susceptibilidades permanentes alrededor del trágico y prematuro fallecimiento de José".

Eso era un problema para nosotros pues ellos son dueños de las imágenes de cada segundo de cada juego que él jugó. ¿Cómo íbamos a mostrar su talento en el campo sin videos? Tampoco habíamos podido encontrar ningún video suyo lanzando en Cuba. Las videocámaras eran una rareza allí, al igual que los teléfonos inteligentes.

Los Marlins tampoco querían hablar.

Era aún demasiado pronto para acercarse a la madre de José, Maritza.

Así que fuimos a Tampa a reunirnos con Orlando Chinea, el entrenador de pitcheo de José. Chinea, quien también es cubano, es una especie de leyenda, y desarrolló sus propios métodos de entrenamiento, incorporando las técnicas que aprendió durante un período en Japón.

Pero Chinea tampoco quería hablar. Nos dijo que había cerrado el capítulo de José. Estaba molesto con la manera en que los Marlins habían manejado a su joven estrella, creyendo, con o sin razón, que el equipo no lo había cuidado bien.

Tampoco el entrenador de la preparatoria de José quería hablar con nosotros. Ya había dado suficientes entrevistas para ese momento y quería dejar el asunto atrás.

Aunque no quiso hablar en cámara, Chinea nos invitó a observar su método de entrenamiento en un parque de Tampa.

Sin embargo, después de unas pocas horas, cedió finalmente y procedió a contarnos cómo formó a José hasta convertirlo en un seleccionado en primera ronda y en Novato del Año en las Grandes Ligas. José tenía un don natural, mucha inteligencia para el béisbol, dijo. Pero también tenía una tremenda ética de trabajo; entrenaba todos los días después de la escuela, cinco días a la semana, así como los fines de semana. No hubo fiestas de la preparatoria ni vacaciones en la playa para José.

Sugirió que habláramos con la ex esposa de José, Alejandra Baleato. "Pregúntenle sobre lo que José hacía en su tiempo libre", dijo, recordando que ella había ejercido una influencia positiva y estabilizadora sobre su vida.

En una visita previa a Tampa supimos que José había estado casado brevemente, un hecho que no era muy conocido fuera de la familia.

Cuando nos encontramos con Alejandra al día siguiente, ella no sólo confirmó la historia de Chinea, sino que añadió sus propias hermosas anécdotas acerca de sus cuatro años de romance.

Alejandra abrió su corazón en una conmovedora entrevista. Después, para sorpresa nuestra, nos dio las gracias, diciendo que ella necesitaba sacarse todo aquello del alma para seguir adelante con su vida. Nunca había hablado con la prensa antes, y le resultó terapéutico. Pero nos pidió que la protegiéramos de una mayor exposición a los medios de comunicación. "Sólo estoy haciendo esto esta vez, por José y por ustedes", dijo.

El entrenador de Alonso High School, Landy Faedo, también amablemente nos permitió filmar una práctica del equipo en el campo, donde el nombre y el número 16 de José están estampados en las cercas de los jardines. Su ayudante Pete Toledo contribuyó también, aportando unos viejos videos de José lanzando en el campeonato estatal.

Otros en la Asociación de Atletismo de Preparatorias de Florida (FHSAA), Spectrum Sports y TV Video Clips, un servicio de recuperación de un archivo de vídeo, nos ayudaron a encontrar más videos de José lanzando e incluso de cuando bateó un enorme home run.

Para entonces, ya Laura había traído consigo al resto de su equipo de video para ayudarnos, al maestro en edición Nacho Corbella, y a nuestros supertalentosos animadores Mauricio Rodriguez-Pons y Ricardo Weibezahn. A lo largo de las próximas semanas harían milagros, recreando escenas que faltaban de la infancia de José.

Para superar el obstáculo del video relacionado con la carrera de José, Laura y Nacho tuvieron la idea de llamar a los fotógrafos que documentaron los juegos más importantes de José y pedirles sus tomas en ráfaga para crear un efecto "stop motion". Se requerirían muchas horas extras para editar cientos de fotos, y retrasar el estreno del documental, pero finalmente dio resultado.

Ya en marzo era el momento de acercarse a la madre de José, Maritza. Ralph nos dio su aprobación. Laura elaboró una amable carta que le enviamos a Maritza. Ella respondió de inmediato. Aún recelosa, accedió en principio a una entrevista. Pero le preocupaba la investigación aún incompleta sobre el accidente marítimo de José. Un informe de toxicología ya había mostrado que José tenía un exceso de alcohol en su sistema, así como de cocaína.

Maritza y Ralph quedaron atónitos, al igual que muchos de sus amigos. Era algo totalmente ajeno a él.

En marzo se publicó el informe de investigación. José conducía el barco con desprecio imprudente hacia la seguridad.

Fue un gran revés para la familia, y parecía poner en peligro nuestras esperanzas de una entrevista. El documental tendría que reflejar la presunta falta de responsabilidad de José, y el papel que había jugado en la muerte de las otras dos personas que lo acompañaban en el bote. Pero, ¿aceptaría eso su familia?

Unos días más tarde Maritza se puso en contacto con nosotros. Vamos a hacerlo, dijo, explicando que sentía que hablar con los medios de comunicación era algo "inevitable" que ella ya necesitaba echar a un lado. Si Ralph confiaba en nosotros, a ella le bastaba.

La entrevista en su casa duró dos horas. Estuvo notablemente firme y serena. "Yo no soy una mujer fuerte", dijo ella. Nos permitimos discrepar.

Preguntó si nos gustaría incluir a María Arias, la novia de José, en el documental.

No habíamos querido molestar a María. Ella había acabado de dar a luz a la hija de José un mes antes. La considerábamos fuera de nuestro alcance. Pero habíamos escuchado tanto acerca de la emoción que sintió José cuando supo que iba a ser padre - una figura que él nunca tuvo en su vida - que parecía la mejor manera de ponerle fin a su historia.

Pocos días después, María se sentó junto con Maritza y la bebé Penélope para las últimas imágenes del documental.

Seis meses después de que comenzamos este viaje, le invitamos a sentarse y ver la película aquí. Con nuestro agradecimiento a quienes lo hicieron posible.