Las tempestades de Gloria Cházaro: interrogantes angustiosos rodean la muerte de la primera comandante de un barco de la Marina mexicana
El nombre de Gloria Carolina Cházaro Berriel quedó grabado en la historia de México en agosto de 2020. A los 26 años la joven veracruzana se convirtió en la primera mujer comandante de un buque de la Secretaría de Marina mexicana (Semar).
La institución no ahorró comunicados ni metáforas para elogiar a la mujer que tendría bajo su mando a una treintena de marineros en patrullajes por el Pacífico norte de México.
“Usted constituye la proa de todo un género”, escribió el titular de la Semar, almirante José Rafael Ojeda.
Los embajadores de Estados Unidos e Inglaterra se unieron a la celebración de los éxitos de la oficial y la Marina imprimió una moneda conmemorativa.
El 11 de junio pasado Gloria era un número más en la morgue de su pueblo Córdoba, estado de Veracruz.
La teniente de fragata había muerto en su casa paterna en circunstancias que están bajo investigación. Su hermano Eduardo la encontró colgada de un cable de la herrería del segundo piso. Los medios dijeron que se había suicidado. La familia y varias amigas no se lo creen.
Entre ellas Paulina Villegas Díaz a quien le ayudó a desistir de un suicidio, según lo recordó.
“Me cuesta mucho creer que alguien que me ayudó a mí a no cometer suicidio lo haya hecho ella misma”, explicó Villegas con quien Gloria compartió cursos de maestría en el Reino Unido. “No, no, Gloria no era así, si tenía un problema amoroso decía vamos por unos tequilas a cantar canciones de desamor”, agregó.
Gloria tenía un problema de desamor y otro laboral. Ninguno insuperable ni secreto, según sus allegados.
El laboral tenía que ver con un doloroso proceso de decepción de la Marina, la institución a la que le había entregado parte de su vida desde que ingresó a los 14 años a la Heroica Escuela Naval Militar.
Gloria había presentado una queja de acoso en contra de uno de sus superiores, el capitán Rodolfo Torres Chávez, según confirmó a Univision Investiga la Unidad de Transparencia de la Semar.
La oficina se negó a autorizar el acceso a la carpeta de investigación lFGJM/LA PAZ/5772023 alegando que ha sido clasificada como “reservada” debido a que su divulgación podría obstaculizar las pesquisas.
Pero la institución confirmó que la investigación fue abierta por el agente del Ministerio Público adscrito al Circuito de Justicia Militar No. 4, con sede en la región Militar de La Paz, Baja California Sur, sede de operaciones de Gloria.
La Semar no respondió a una solicitud de entrevista con el capitán Torres.
Paola Schietekat, una de las mejores amigas de Gloria, dijo que el acoso era de índole sexual y que después de denunciarlo se había desatado una campaña de represalias en su contra.
“Sí, me comentó algo al respecto [el acoso sexual] y me comentó sobre sus esfuerzos para, a pesar de eso, tratar de ascender dentro de la Marina”, respondió Schietekat. “Justamente yo le daba acompañamiento en este tema de acoso laboral en donde obviamente se volvió muy difícil para ella sobrellevarlo sola”.
Schietekat dijo que por solicitud de la familia no podía ofrecer más detalles.
Univision Investiga pidió a la Semar su versión sobre lo que ocurrió y los alegatos de acoso.
“Esta institución no tiene competencia legal para pronunciarse sobre la vida personal de los elementos integrantes de esta Fuerza Armada, toda vez que estaría vulnerando el derecho a la intimidad”, escribió el capitán de navío Juan Carlos Luna Loaeza. El vocero advirtió a los periodistas de Univision que deben “garantizar en todo momento la no injerencia arbitraria e ilegal en la vida privada de la extinta militar”.
En cuanto a su decepción amorosa Gloria puso en práctica la terapia que le había funcionado en otros momentos de desengaño: cantar canciones viejas de despecho a grito herido. Horas antes de su muerte se apropió del karaoke de un bar de su pueblo, Córdoba, estado de Veracruz. El karaoke era su perdición. Entonaba dúos ficticios con José José, Juan Gabriel, Luis Miguel y Vicente Fernández, sus preferidos.
“Le dije que era una de las noches más felices que yo había visto en ese bar, porque la gente le aplaudía, hacía escándalo, la felicitaban”, recuerda Eduardo, el mayor de tres hermanos. “Los señores de otras mesas iban a felicitar a mi papá, le decían que qué hija tan alegre, qué hija tan bella, que qué bonito cantaba”.
Gloria estaba destacada en el sector naval de Puerto Cortés con sede en la Isla Santa Margarita, Baja California. Su cargo oficial era de jefa del Departamento de Navegación de ARM Aguascalientes, un buque de la Armada. Había pedido licencia de unos días para conocer a su primer sobrino, hijo de su hermano Alberto, quien también es oficial de la marina.
Discusión fuerte
Un video de seguridad del bar La Barra, al que tuvo acceso Univision Investiga, muestra a Gloria bailando música tropical con su papá y con la prometida de su hermano Eduardo en la noche del sábado 10 de junio. A pocas cuadras del bar está la casa de dos pisos de la familia Cházaro en un barrio de clase media del Fortín de las Flores, un pueblo contiguo.
El reloj del video de seguridad marcaba las 19:10:51 cuando micrófono en mano, con jeans y el pelo suelto, Gloria canta entre las mesas de los clientes que aún quedaban de la celebración de la final de la Champion League. El partido había sido transmitido en la tarde por los televisores del local.
A finales de junio pasado un equipo de Univision Investiga visitó la zona de las altas montañas de Veracruz para seguir los pasos de la vida y la muerte de Gloria.
Recorrieron sus lugares de infancia y juventud; el cerro del Fortín de las Flores desde el que se lanzó en parapente; el parque de la Alameda y La Barandilla del Amor, donde los novios cierran candados de compromiso y tiran la llave al río Orizaba, aunque ella nunca pudo cerrar el suyo.
Quienes la conocieron repitieron los mismos recuerdos de su personalidad: carismática, alegre, quizás demasiado franca, mal hablada, solidaria y resiliente.
“Su personalidad irradiaba luz y energía y caos. Pero del bueno porque me acuerdo de que, cuando se iba de fiesta se iba de fiesta duro, regresaba a las seis y después otra vez a trabajar y era alguien que no paraba, no se detenía, decía órale, una lloradita y para adelante”, recuerda Schietekat.
Gloria había acudido a La Barra para ver el partido de fútbol con su familia y su prometido Octavio Capetillo González, piloto de la Marina con base en Ciudad de México. Mayor que ella unos 15 años, Capetillo se convirtió en otra fuente de sus angustias de acuerdo con amigas y familiares.
Ese día, recuerda Eduardo, la pareja había tenido una fuerte discusión por dos motivos que ya habían desatado otros altercados.
El más apremiante para Gloria es que el piloto se hacía el desentendido cuando ella le pedía pruebas documentales de que se había separado de su esposa. Capetillo seguía dándole largas al matrimonio.
“Su discusión más fuerte fue por el tema del divorcio”, detalló Eduardo quien también estudió en la Marina.
Gloria y Capetillo habían sido novios nueve años atrás, pero la relación terminó luego de que Carito, como se refiere a su hermana, se enteró de que su novio era casado, explicó Eduardo.
“Según lo que yo tengo entendido, la mujer [esposa de Capetillo] le habló y le gritó, le dijo que por qué estaba con su esposo y demás y obviamente Carito se sacó de onda, le dijo no, espérate, yo ni siquiera sabía que él era casado”, recuerda Eduardo.
Años más tarde se reencontraron en eventos de la Secretaría de la Marina, él la buscó, insistió y retomaron la relación después de que le aseguró que ya no vivía con su esposa y que pronto se divorciaría.
Gloria Cházaro y Octavio Capetillo coincidieron en el Centro de Estudios Superiores Navales CESNAV en 2021.
Eduardo dijo a Univision Investiga que en ese año retomaron su relación amorosa.
Un año después aparecieron en la misma ceremonia de graduación ante el general Luis Crescencio Sandoval Gonzalez, secretario de la Defensa Nacional y el almirante Rafael Ojeda, secretario de Marina que comparó a Gloria con una proa generacional.
En la mañana del jueves 14 de julio de 2022, Capetillo recibió la maestría en administración Naval y ella, la especialidad en mando naval. En la misma ceremonia su hermano, el teniente Alberto Cházaro Berriel se graduó también en esa especialidad.
Llevaban dos años de relación en esta segunda etapa amorosa y Gloria, que siempre estaba fijándole metas al trabajo y al corazón, se propuso casarse con Capetillo.
Pero ella estaba más ilusionada que su prometido. Eduardo relató que estuvo presente el día que su hermana le advirtió a Capetillo que el día que le pidiera matrimonio tenía que ser en público, en algún restaurante y con música.
“Que la gente se entere, que la gente aplauda, que haya emoción”, recuerda Eduardo que dijo Gloria.
En lugar de tomar cartas en el asunto y ejecutar la breve lista de preparativos de la fiesta de compromiso, Capetillo delegó todo en Eduardo, recuerda él.
“Yo fui el que habló al restaurante, yo fui el que le consiguió el tamaño del anillo, yo fui el que vio lo de la música, las flores. O sea, yo hice todo para que él le pudiera proponer matrimonio”, afirmó Eduardo.
Al final Gloria quedó decepcionada. Capetillo no le propuso matrimonio en el restaurante delante de los invitados, agregó.
“Él se esperó a que terminaran de cenar, se fueron a un parque donde no había absolutamente nadie y ahí le pidió matrimonio”, dijo Eduardo.
Gloria mantenía su determinación de casarse. La casa de eventos Magno de Córdoba cotizó a petición de su mamá una ceremonia de matrimonio con banquete para 300 invitados y una pista de baile iluminada. Entre tanto Gloria le pidió a Schietekat que fuese su dama de compañía y llamó a Villegas para que agendara el día de la boda en diciembre de este año.
Villegas recibió feliz la noticia, pero guardó desde entonces en su memoria la pregunta sin respuesta que le hizo a Gloria del por qué una mujer tan ferozmente racional como ella, insistía en comprometerse con un hombre así.
“Es algo que le pregunté y no me supo contestar. La respuesta es no sé. Me cambio el tema”, explicó Villegas.
Canadá en veremos
El otro punto de discusión de la pareja esa noche del 10 de junio tenía que ver con la apatía de Capetillo ante los planes de Gloria de mudarse a Canadá para empezar una nueva etapa de su vida profesional en la navegación civil, una vez se diera de baja en la Marina.
“Él le dijo ‘sí, claro que sí, muy buena idea, vámonos’. Cuando vio que ya era algo en serio, que mi hermana ya estaba buscando los permisos y demás, entonces dijo ‘oye, no, ¿sabes qué? Yo no me voy a ir’, recuerda Eduardo.
Mientras Gloria cantaba, Capetillo abandonó el bar y se dirigió a la casa de los Cházaro, donde pasaba la noche cuando visitaba a su novia. Según un vecino, un individuo permaneció frente a la puerta de la casa de 9:30 a 10:30 de la noche aproximadamente. El vecino le tomó una foto a las 10:06 pm.
Un video obtenido por Univision Investiga muestra a un hombre a la salida de la casa de Gloria a las 12:40 de la madrugada del día siguiente.
Los vecinos notaron la presencia de patrullas de policía un par de horas después según Micaela Cevallos, vecina de los Cházaro.
“Nosotros nos enteramos por esto, porque como a las 03:00 más o menos vimos que estaban unas patrullas paradas atravesadas ahí en la calle”.
Al día siguiente, la muerte de Gloria era la noticia en el chat de los vecinos y más tarde entre todos sus conocidos.
Villegas, la abogada que asegura que Gloria la salvó de un suicidio, recordó que esa noche estuvo a punto de llamarla. Se le vino a la mente dice y quería presentarle por teléfono a unas amigas que estaban en una fiesta con ella.
“Son las 10 de la noche de ese sábado. No sé, pienso que daría cualquier cosa por escuchar su voz otra vez. ¿Por qué en vez de echarme otra chela, le hubiera marcado?”, se lamenta. “Ya sé que no cambia nada, porque las cosas pasan cuando tienen que pasar. Pero me duele como sentir las coincidencias del universo. ¿Sabes?”, dijo Paulina con la voz entrecortada.
En el celular de Gloria debió quedar un mensaje enviado por Villegas el lunes en el que le imploraba que le dijera que todo había sido un invento, que ella seguía con vida.
Capetillo: ausente
La familia de Gloria no volvió a saber de Capetillo desde la muerte de la oficial. En entrevista con Univision Investiga al interior de la iglesia donde los Cházaro celebraron la primera misa del novenario, Eduardo indicó que no se presentó al funeral ni a las novenas.
“Él muestra la calidad de persona que es, no un hombre que se dice ser hombre y que supuestamente ama a una persona”, agregó.
También estuvo ausente en el homenaje que le hicieron amigos y familiares a Gloria en el Bosque de Chapultepec en la capital mexicana.
“¿Por qué no fue capaz de hacer ni siquiera una llamada o un mensaje, absolutamente nada, es un tipo que no vale la pena para nada”, comentó Eduardo.
No fue posible establecer si Capetillo se encuentra bajo investigación. La oficina de prensa de Semar ni la fiscalía de Veracruz respondieron mensajes de Univision Investiga sobre este tema y una solicitud de entrevista con él.
“La humillación y el poder”
Desde que arreciaron sus problemas de acoso en la Marina, las páginas de redes sociales de Gloria empezaron a colmarse de pronunciamientos contra el machismo y la misoginia y no desperdiciaba oportunidad para reivindicar el papel de la mujer en ambientes adversos.
Durante un foro de empoderamiento, vestida con su uniforme naval, se quejó de que algunas personas dentro de la Marina se negaban a aceptar que existe una igualdad de géneros aplicable a toda la cadena de mando.
“Hay una predisposición en la sociedad de que la mujer no puede hacer ciertas cosas o no tiene derecho a hacer ciertas cosas”, dijo Gloria.
En su página de Facebook destacó una frase de la escritora feminista española Maruja Torres que decía “No es el sexo, es la humillación y el poder. Lo que hay es alguien con una frustración que quiere vengarse de algo”.
Sus amigas coinciden en que el acoso y la campaña de retaliación en las filas de la Semar la estaban afectando. Se quejaba de violencia pasiva, desprecio, falta de respeto y otros abusos a los que estaba sometida no solamente ella sino algunas de sus compañeras de filas.
“Ella reconocía muy bien que estaba navegando un ambiente completamente patriarcal y quería contribuir para que las siguientes generaciones la tuvieran más fácil”, dijo Schietekat. “Ella rompía paradigmas”, agregó.
Schietekat es una reconocida defensora internacional de las mujeres víctimas de abusos. Su nombre se conoció mundialmente por un incidente en Catar donde trabajaba para la organización del mundial de fútbol de 2020. Ella denunció una agresión sexual de uno de sus compañeros de trabajo, pero la justicia del país creyó más en la versión del agresor y fue condenada a cien latigazos y años de cárce por ralciones extramaritales. El caso no prosperó.
“Ella [Gloria] se había sensibilizado también mucho con mi lucha, lo que pasó en Catar. Me dijo tenemos que escribir un libro. O sea, ella veía el futuro, sabía que iba a salir de esta y queíbamos a poder escribir un libro. Decía que debíamos encontrar la manera de lucrar con nuestro sufrimiento”.
En entrevistas y conferencias Gloria exponía lo que fácilmente podría convertirse en material para esas memorias. En una entrevista con Notimex explicó que era muy difícil ganarse el respeto de sus subalternos a primera vista.
“Lo ven a uno pequeño, joven, mujer, con voz chillona”, dijo. “Pero conforme empiezas a trabajar y a demostrar lo que sabes te van teniendo confianza”, agregó.
Cuando ganó el primer puesto a la mejor estudiante de su promoción por lo cual recibió un premio de manos del entonces presidente Enrique Peña Nieto, algunos de sus compañeros comentaron que se lo habían dado por ser mujer, señaló Gloria en el foro de empoderamiento. Tuvo que ganarse otros dos reconocimientos similares para probar que no era paternalismo, explicó.
Gloria demostró una vez más su empeño al obtener en 2018 el primer lugar de la mejor entrevista para la beca Chevening que le permitió estudiar durante un año la maestría de Seguridad y Estrategia en la Universidad de Exeter, Inglaterra.
“De manera equitativa”
Gloria era la menor de tres hermanos y la única mujer. Nació en Orizaba, Veracruz, pero desde muy temprano su familia se mudó al municipio de Fortín de las Flores, vecino de Córdoba.
A decir de su hermano Eduardo en su familia las labores se asignaban por igual.
“Siempre lo hacíamos de manera equitativa. Nunca hubo como que esto es de hombres, esto es de mujeres”, detalló.
Chillona o no la voz de Gloria dejó encantados a los trabajadores de una ferretería vecina a su casa. Cuenta uno de ellos que en medio de la bulliciosa rutina del negocio escucharon un canto cercano de una mujer y se pusieron de acuerdo para reducir el ruido y ubica de donde venía.
Al asomarse a la calle vieron a Gloria cantando a capela desde el balcón de su casa y se quedaron escuchándola.
Carito, como le decían en su casa, jugaba fútbol, béisbol y basquetbol con sus hermanos y a veces se ponía los guantes de boxeo.
“Yo boxeaba con ella porque a mí me gusta mucho este deporte. Nuestra niñez fue muy feliz”, recordó Eduardo.
Eduardo Cházaro, el padre de Gloria fue durante muchos años gerente de banco, mientras que su madre, Gloria, se dedicaba a vender entre sus amigos perfumes, carteras y ropa.
En la familia siempre se habló de que ingresar a la Secretaría de la Marina era una garantía para recibir educación, un empleo fijo y estable, además de prestaciones.
La mejor amiga de Gloria era su mamá, anotó Eduardo.
“No había un día que no le hablara para decirle cómo estuvo su día, preguntarle cómo había sido el suyo. Todos los días sin falta”, agregó.
Hoy la familia de Gloria soporta una larga espera para conocer los resultados del dictamen forense.
En la cima
Gloria le tenía pavor a las arañas y a las alturas. Ante las primeras no había encontrado otra solución que gritar, recuerda su hermano, y frente a las segundas se propuso desafiarlas.
En el foro de empoderamiento explicó que en una maniobra de honores del buque escuela de la Marina se subió hasta la percha más alta del mástil de la embarcación a 40 metros de altura y allí permaneció durante la ceremonia sin desfallecer, probándose a sí misma la silenciosa victoria personal. Sus amigos afirman que así era Gloria en todo.
La muerte en la percha más alta de su carrera es una incógnita que Schietekat quiere que se investigue hasta el final. Ella le decía a su anmiga Chaz, un diminutivo de su apellido.
“Me gustaría ver que esa institución a la que Chaz sirvió con lealtad, con transparencia, con una pasión que yo nunca le he visto a nadie, que la Marina, que fue muchas veces congratulada y galardonada por los logros de Chaz, al menos vea que haya transparencia en el proceso”, pidió Schietekat.
“Al menos que se haga la investigación pertinente. Me gustaría que la Marina sintiera esa pérdida”, agregó.
Schietekat dijo que estos días ha recordado un saludo especial que usaban entre ellas al despedirse y que hoy tiene visos de una triste quimera: “No zarpes sin mí”, se decían entre ellas.
Las periodistas Margarita Rabin y Verónica Guzmán contribuyeron con este reportaje
