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Detector de Mentiras

Los latinos no son 'conejillos de Indias': 5 desinformaciones que se repiten entre latinos sobre covid-19 y la vacuna

El temor a la deportación de inmigrantes sin documentos si van al hospital a tratarse la covid-19 o la creencia de que no los vacunarán. Las afirmaciones de que usarán a los latinos como conejillos de Indias para las vacunas, el convencimiento de que es mejor infectarse para desarrollar inmunidad, o de que no hay distinción entre las pruebas de la influenza y las de covid-19. Estos mensajes circulan boca a boca o en redes como el Facebook de Univision Noticias. Aquí los verificamos.
14 Dic 2020 – 09:09 AM EST
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Con el año por terminar, en medio de la pandemia de un virus que todavía no termina de conocerse y que aún se investiga, sobrevive mucha desinformación sobre el covid-19.

El presidente electo Joe Biden anunció el 8 de diciembre los nombres de todo su futuro equipo sanitario, liderado por Xavier Becerra al mando del departamento de Salud y Servicios Humanos. Mientras, esa misma semana, los contagios por coronavirus marcaron nuevos topes: más de 3,000 muertes y más de 100,000 hospitalizaciones en un solo día. El fin de semana, Estados Unidos superó los 16 millones de contagios confirmados.

La noche del 11 de diciembre, la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA) aprobó la vacuna de Pfizer/BioNTech, con una autorización de emergencia. Las primeras 2.9 millones de dosis ya salieron y se irán repartiendo en 736 centros de distribución entre el 14 y el 16 de diciembre. El cargamento total es de 6.4 millones de dosis, pero el resto de ellas se reserva para la segunda aplicación de la vacuna a los inmunizados, unas tres semanas después de la primera.

Junto con los afroestadounidenses, los hispanos/latinos en Estados Unidos han sido los más golpeados por la pandemia. Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) reconocen que hay una “incidencia desproporcionada” del covid-19 en estas comunidades. En el caso de Colorado, por ejemplo, registran un 55% más de contagios, un 51% más de muertes y un 62% más de hospitalizaciones. Hasta finales de noviembre, la data de este organismo para todo el país indicaba que los contagios de latinos son 1.7 más que los de las personas blancas. Según este mismo cálculo, las hospitalizaciones de hispanos se multiplicaron por 4.1 y las muertes por 2.8.

Los hispanos reportaron, dicen los CDC, “más exposición conocida al covid-19 en los hogares, trabajando en industrias esenciales, trabajando mientras están enfermos y con retrasos en las pruebas después de presentar los síntomas iniciales”. Las condiciones en las que viven muchos inmigrantes latinos y la necesidad de trabajar inciden en la expansión de la enfermedad entre ellos, y esto a su vez empeora su situación económica y laboral.

Con todo este contexto, la desinformación sobre el coronavirus Sars-Cov-2 y la enfermedad que produce, el covid-19, sigue buscando abrirse paso.

La primera semana de diciembre, Facebook anunció que eliminará publicaciones con rumores sobre las vacunas contra el covid-19, como las que dicen que provocan esterilidad, modifican el ADN o contienen un microchip para controlar a la población.

Margaret Keenan, una mujer de 90 años de Reino Unido, fue la primera persona del planeta en ponerse la vacuna de Pfizer/BioNTech, el 8 de diciembre. Dos trabajadores de la salud que también recibieron la vacuna desarrollaron reacciones alérgicas. Tenían antecedentes y ya se recuperaron. Esto llevó a las autoridades británicas a pedir a quienes tengan "historial significativo de reacciones alérgicas” que no se vacunen.

Apenas horas después de que inmunizaron a Keenan, circularon bulos diversos sobre ella: que se murió, que era una actriz, que era miembro de los Illuminati, reportó Vice. También que la imagen que se difundió sobre ella era de octubre.

Y hay mensajes de desinformación sobre el coronavirus que han sobrevivido a lo largo de la pandemia. Se difunden en la comunidad hispana/latina y entre la audiencia de Univision Noticias en particular . Para esta verificación seleccionamos cinco de ellos. La mayoría de se divulgaron en comentarios más recientes en la cuenta de Facebook de Univision Noticias.

(Para esta verificación contactamos a varias fuentes oficiales, que aquí citamos. Una de ellas fue los Centros de Control y Prevención de Enfermedades. No han respondido la totalidad de las preguntas que hicimos. Actualizaremos esta nota si llegan el resto de sus respuestas).

'Me pueden deportar si voy al hospital para tratarme por covid-19 o hacerme la prueba'

No hay evidencias disponibles de que entre las deportaciones que han ocurrido este año –y cuya cifra ICE todavía no ha publicado- haya un número de ellas que tengan relación con la información personal que los pacientes dieron en los centros de salud para tratarse el covid-19. Tampoco de que, por esas razones, se haya negado la residencia permanente a quienes la habían solicitado, debido a la norma de la Carga Pública.

En marzo, la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) anunció que suspenderían temporalmente las deportaciones de personas sin records criminales, con la intención de frenar la expansión del virus. En septiembre reanudó las detenciones, informó The New York Times. Sin embargo, ICE categoriza los “centros de tratamiento médico y de atención sanitaria como hospitales, consultas, ambulatorios acreditados y centros de atención de emergencia” como “zonas vulnerables”. En ellos, en teoría, no pueden realizar detenciones.

La organización de defensa de inmigrantes United We Dream –que además tiene un programa de prevención de la deportaciones- convoca en un documento explicativo: “Si te sientes enfermo(a), con síntomas de fiebre o tos seca, no tengas miedo de buscar asistencia médica y llama a un médico primero”.

Los inmigrantes sin documentos en Estados Unidos tienen el acceso restringido a la atención sanitaria. La Kaiser Family Foundation revela en un estudio que no solo es más probable que un residente del país que no tenga la nacionalidad carezca de una cobertura de seguro, sino que tampoco la tienen un 45% de los inmigrantes sin papeles que no son ancianos.

No obstante, United We Dreams detalla en su explicación que las personas sin papeles migratorios en regla pueden recibir atención médica en ambulatorios gratuitos o de bajo costo, aunque no estén asegurados. “Las personas sin documentos son bienvenidas y no serán rechazadas de ambulatorios gratuitos/de bajo costo”. En la página enlistan los centros de salud donde los pueden recibir, por estado.

El temor de quienes no tienen sus documentos en orden tiene fundamento en las políticas migratorias de la administración Trump y en las acciones de las autoridades. Durante el gobierno de Trump han sido abundantes las redadas migratorias. Y aun con la pandemia recién declarada, las detenciones no pararon ni siquiera en los estados más impactados por ella.

La profesora Nina Yamanis, de la American University de Washington D.C, dijo, en una entrevista que la universidad publicó en su página web, que los inmigrantes sin papeles que viven en estados y ciudades con más políticas antiinmigrantes “tienen menos probabilidad de acceder a los servicios de salud”.

“En estas áreas, la vigilancia de la policía y las autoridades de inmigración ponen ansiosas y temerosas a las personas sin documentos. Temen que, si los detectan, los deportarán, y temen que los profesionales de la salud estén alineados con funcionarios de inmigración. Varios estudios han mostrado que después de las redadas de inmigración en sus zonas, los inmigrantes sin documentos tienen un nivel más alto de estrés y un acceso menor a la atención sanitaria”.

Pero no hemos encontrado evidencias hasta ahora de deportaciones asociadas a la información personal que los migrantes presentan al momento de la atención sanitaria. Lo preguntamos a los CDC y no han respondido.

La Carga Pública también ha sido un impedimento para buscar atención sanitaria entre los migrantes que optan por la residencia permanente en Estados Unidos, tengan sus papeles en regla o no. Esta medida del gobierno del presidente Donald Trump, que entró en vigencia en febrero de este año, obliga a los solicitantes de la green card a demostrar que no son “una carga pública” por haberse beneficiado de programas gubernamentales, Medicaid entre ellos.

La Oficina de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) publicó que la búsqueda de un tratamiento médico o servicios preventivos por síntomas del covid-19 “no afectará de forma negativa a ningún extranjero como parte de un futuro análisis de la Carga Pública”. En esta alerta, USCIS “alienta a todos, incluidos extranjeros, a buscar esta atención”.

La organización United We Dream explicó que esta excepción que anunció USCIS incluye programas federales como pruebas, atención preventiva “incluidas las vacunas si están disponibles”, “aun cuando estén financiados por beneficios públicos incluidos en la norma [de Carga Pública], por ejemplo el [programa] financiado con fondos federales Medicaid”.

La norma de la Carga Pública ha sido sujeto de varias acciones judiciales. La medida estuvo en suspenso, pero en noviembre la Corte de Apelaciones del Circuito 7º anuló su bloqueo en todo el país, con lo cual recuperó su vigencia. Pero hace solo pocos días, el 2 de diciembre, la Corte de Apelaciones del Circuito 9º (de California) falló en contra de esta regla. La sentencia afecta a Alaska, Arizona, California, Hawaii, Idaho, Montana, Nevada, Oregon, Washington, Guam y las Islas Marianas y reafirma las medidas cautelares contra la Carga Pública de otras cortes de California y el Distrito de Columbia.

Preguntamos al equipo de transición de Biden-Harris si durante el próximo gobierno los inmigrantes podrán sentirse seguros al recibir atención médica por el coronavirus, independientemente de su estatus. Una funcionaria de este equipo aseguró por email que “el gobierno de Biden va a cumplir con el compromiso del presidente electo de echar atrás la norma de la Carga Pública”. No respondió nada más concreto sobre los inmigrantes sin documentos, pero sí dijo: “Nuestra política de inmigración debería reflejar nuestros valores más altos como nación, y eso comienza con darles a las familias los recursos que necesitan”.

'Van a usar a los latinos como conejillos de Indias de la vacuna'


Encontramos esta afirmación en varios de los comentarios de usuarios en la página de Facebook de Univision Noticias. Dicen que usarán a latinos como conejillos de Indias para probar la seguridad de la vacuna y que inmunizarán primero a grupos de hispanos pobres para ver qué efecto les hace.


La desconfianza en las vacunas contra la covid-19 que están a punto de aprobarse –se desarrollaron en pocos meses y comenzarán a distribuirse en cantidades limitadas—está presente en un porcentaje de la población hispana/latina, según un estudio de Langer Research Associates, Unidos US, the National Association for the Advancement of Colored People y Covid Collaborative. La encuesta, que se realizó este otoño, entrevistó a 258 latinos/hispanos adultos en Estados Unidos y a 1,050 afroestadounidenses, quienes mostraron tener una resistencia mayor a las vacunas que los primeros.

“Los negros y latinos estadounidenses han sido desproporcionadamente afectados por la morbilidad y la mortalidad de la pandemia y esta experiencia se refleja en sus actitudes y comportamientos de vacilación [sobre las vacunas]”, dice el estudio.

Según la encuesta, la confianza en la FDA entre los latinos es del 40% y baja a 27% cuando se trata de las farmacéuticas. Un 25% no sabe nada o sabe muy poco sobre cómo funcionan las vacunas y a un 39% tiene el mismo desconocimiento sobre cómo se desarrollaron y testaron.

Solo un 34% de los latinos encuestados confía mayor o completamente en la seguridad de las vacunas, 40% tiene esa confianza de que será efectiva y 47% de que será testada específicamente para la seguridad de su grupo racial/étnico.

Otro informe de Pew Research publicado el 3 de diciembre dice que la desconfianza de los afroestadounidenses en las vacunas se mantiene alta, pero que ha disminuido entre los latinos/hispanos. Según sus sondeos, que se realizaron en noviembre entre 12,648 adultos de Estados Unidos, 63% de los latinos encuestados dijeron que se vacunarían.

Tres expresidentes de Estados Unidos, Bill Clinton, George W. Bush y Barack Obama se comprometieron a vacunarse delante de las cámaras y, de seguidas, Joe Biden dijo que haría lo mismo "en público". Dicen que quieren demostrar la confiabilidad de las vacunas.

El presidente Donald Trump, el vicepresidente Mike Pence y otro personal de alto rango de la Casa Blanca también se vacunarán en los próximos días.

¿Van a usarse o se están usando a los latinos/hispanos como conejillos de indias para probar la seguridad de esas vacunas?

Lo preguntamos a los CDC, y nos remitieron a las recomendaciones del Comité Asesor para Prácticas de Inmunización (ACPI), que haría otras nuevas una vez que la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) aprobara las vacunas contra el covid-19. La ACPI recomendaba que, en principio, se inmunizaran cuatro grupos, en una primera fase con un abastecimiento todavía limitado de vacunas: el personal de salud, los trabajadores de industrias esenciales, las personas con enfermedades preexistentes y las personas mayores de 65 años. Una portavoz de los CDC nos dijo en su respuesta por email que en estas categorías “no hay distinción por origen étnico”.

En efecto, en las recomendaciones tras la aprobación de la vacuna de Pfizer/BioNTech la noche del 11 de diciembre, el ACPI indica que la vacuna debería aplicarse a personas de 16 años o más. En la primera distribución de estas 2.9 millones de dosis de esta primera semana tienen prioridad los trabajadores de la salud, y habitantes y trabajadores de las residencias de ancianos.

Hicimos la misma pregunta a Pfizer. Una portavoz nos respondió por email que “ esto es categóricamente falso. Más del 50% de los participantes en nuestros ensayos clínicos son blancos”. Le preguntamos si los hispanos/latinos participaron en esos ensayos clínicos, y nos envió a la información oficial de Pfizer en la página de la compañía, según la cual el 13% de los 44,392 participantes en los ensayos clínicos en Estados Unidos son hispanos/latinos.

Contactamos también a la empresa Moderna, la otra farmacéutica cuya vacuna está en desarrollo y cuya aprobación está por considerar la FDA en los pr´óximos días. Estamos esperando su respuesta.

Y trasladamos la misma interrogante a la FDA, y también les preguntamos sobre la participación de voluntarios hispanos/latinos en los ensayos clínicos de las vacunas de Pfizer/BioNTech y Moderna. Una portavoz de esta oficina nos respondió por email: “Las regulaciones de la FDA no permiten al personal de la FDA comentar sobre ningún ensayo clínico de las vacunas de covid-19 o sobre sus interacciones con sus fabricantes acerca de sus productos de investigación”. Pero sí dijo la portavoz que la FDA “anima con fuerza” la inclusión en estos ensayos de grupos de población diversos, porque esto “ayuda a asegurar que las vacunas son seguras y efectivas para la población indicada”. Y agregó que la FDA también promueve la participación de los grupos poblacionales más afectados por la covid-19, “específicamente las minorías raciales y étnicas”.

No tenemos acceso a toda la data de los ensayos clínicos de las vacunas contra el covid-19. Las respuestas oficiales de las autoridades y de Pfizer indican que participan grupos de varios orígenes étnicos en los ensayos clínicos y que así sería en la aplicación de las vacunas.

The New York Times creó un recurso interactivo independiente con la herramienta de vacunas de la Surgo Foundation y Ariadne Labs, en el que se puede consultar “en qué puesto de la cola” se está para recibir la vacuna. Ninguno de los dos recursos distinguen por grupo étnico u origen. Al llenar las casillas de la edad, el condado en el que se vive, si la ocupación está en las áreas de la salud, las industrias esenciales, los primeros auxilios o la enseñanza y si se tienen condiciones de riesgo (edad, enfermedades preexistentes) para contraer el covid-19, se puede calcular cuántas personas habría por delante en la lista de espera para recibir la vacuna. Pueden ser decenas de millones si no se está en los grupos prioritarios y entre la población de riesgo.

ACTUALIZACIÓN AL 16 DE DICIEMBRE DE 2020: Univision Noticias diseñó otra herramienta interactiva con Ariadne Labs y Surgo Foundation, donde se pueden ver con más detalle los grupos de vacunación de las siguientes fases y también se puede estimar, según el condado donde se vive, cuándo se podría recibir la inmunización:

'A los indocumentados no les van a poner la vacuna'


Esta afirmación apareció en los comentarios de los lectores de Univision Noticias en su página de Facebook.


Lo preguntamos a los CDC y su portavoz nos respondió en el correo electrónico que “la administración y el monitoreo de la vacuna covid-19 no requiere de un estatus de nacionalidad (citizen status)”.

En los requisitos para recolectar los datos de la próxima vacunación y reportarlos a los CDC, que se pueden descargar en su página, no piden el estatus migratorio del beneficiario, pero sí un número de documento de identidad, aunque no se determina de qué tipo, si de residencia o no.

ACTUALIZACIÓN AL 15 DE DICIEMBRE DE 2020: Cuando insistimos, la portavoz de los CDC respondió: "CDC no administra vacunas y no es una agencia regulatoria. No solicitamos esa información [el estatus migratorio de quien recibe la inmunización] de aquellos que administran la vacuna".

En efecto, los grupos que tendrán prioridad para recibir la vacuna también son una decisión de los estados. A los estados corresponde la administración de las vacunas.

Como escribimos en el intertítulo anterior, el ACPI recomienda inicialmente cuatro grupos prioritarios para recibir la vacuna en la primera fase. Uno de ellos es del los trabajadores de industrias consideradas esenciales. Muchos inmigrantes sin papeles trabajan en estos rubros.

En Nueva York -uno de los estados más afectados por la pandemia con 34% de los fallecidos con origen latino, según Univision Noticias-, el gobernador Andrew Cuommo dijo que los barrios hispanos están entre los receptores prioritarios de las primeras dosis de la vacuna. Y el gobernador informó el 11 de diciembre que no exigirán el estatus migratorio como requisito para administrarla. Por cierto, la vacunación ya se activó en Nueva York, el 14 de diciembre. Una una enfermera, Sandra Lindsay, fue la primera en inmunizarse en el estado, "y probablemente la primera en Estados Unidos", dijo Cuomo.

Cuomo dirigió una carta , junto con una “coalición de grupos”, en la que instó al gobierno federal a “apoyar a las comunidades menos favorecidas y proteger a los inmigrantes sin documentos en el programa federal de vacunación del covid-19”.

Preguntamos también por esto al equipo de transición de Biden-Harris y no nos respondieron con una declaración concreta. Lo que nos dijo la funcionaria de este equipo fue que el próximo gobierno “se compromete con las comunidades desde el día uno para que puedan tener acceso a la atención disponible para mantener a sus familias a salvo y saludables”.

La distribución de las vacunas a toda la población continuará durante meses, en fases posteriores que ya tendrán lugar con el gobierno de Biden, quien ha prometido que revertirá las políticas de inmigración de la administración Trump.

En plena campaña, Joe Biden dijo, citado por Forbes, que apoyaba que se distribuyeran gratuitamente pruebas y vacunas del coronavirus para inmigrantes sin documentos.

'Es mejor infectarse ahora con el virus para desarrollar inmunidad'


Esta afirmación persiste desde el inicio de la pandemia.

Entre los estudios más recientes sobre la inmunidad que desarrolla un paciente que se ha enfermado con ek covid-19, están dos de octubre y uno de noviembre. Uno lo publicaron investigadores del Hospital General de Massachusets en Boston, y concluyó que los anticuerpos que protegen de una reinfección pueden sobrevivir hasta cuatro meses, y otro es de la Universidad de Toronto en Canadá, que encontró que los anticuerpos se mantienen por al menos tres meses. El tercer estudio es de la Universidad de Oxford y todavía está en revisión: según la investigación, que tuvo como sujetos a 12,219 trabajadores de la salud, la inmunidad natural tras superar la enfermedad puede superar los seis meses.

Francis Collins, el director de los Institutos Nacionales de Salud (NIH, el centro de investigación médica del gobierno federal), avaló estas investigaciones en notas que publicó en el blog de su despacho. “Los hallazgos ofrecen esperanzas de que la gente que se infecta con el virus tendrá alguna protección duradera de anticuerpos contra la reinfección, aunque todavía queda determinar por cuánto tiempo”, escribió en una de ellas. “Mientras los nuevos hallazgos sobre la infección vienen seguramente como buenas noticias, es importante recordar que la gran mayoría de los 328 millones de estadounidenses todavía son susceptibles de este virus que amenaza la vida”, también afirmó.

Hay enfermedades virales que desarrollan una inmunidad permanente: las paperas, la varicela, el sarampión. Ese no ha sido el caso hasta ahora con el covid-19.

Es cierto, la mayoría de quienes se contagian con el coronavirus SARS-Cov-2, desarrollen o no los síntomas, se recuperan y sobreviven, afirma la Organización Mundial de la Salud. Mirando el mapa actualizado de Univision Noticias de contagios, recuperados y fallecidos en Estados Unidos, encontramos que se han recuperado un 38.6% de los 16,257,366 casos reportados al cierre de esta nota y han fallecido 292,190, solo un 1.84%.

Pero existen los riesgos mayores de una infección, aunque sean en una proporción menor. Hay que tomar en cuenta el huésped –el cuerpo- que recibe el virus, cuyo comportamiento todavía están estudiando los especialistas. La ruleta puede apuntar a un agravamiento de los síntomas, una recuperación muy lenta, secuelas de la enfermedad que pueden incluir síndromes crónicos, y, aunque en una probabilidad ínfima, también la muerte.

“La diversidad en la respuesta inmune de un infección natural podría deberse a las diferencias en la cantidad de virus al que la persona estuvo expuesta”, escribió Apoorva Mandavilli para The New York Times, en un reporte para el que consultó a varios epidemiólogos e inmunólogos.

Contactamos al NIH para preguntar sobre la inmunidad y los riesgos de la infección del coronavirus. Nos respondió, por correo electrónico, Eliseo J. Pérez-Stable , el director de una entidad adscrita al NIH, el Instituto Nacional de la Salud de las Minorías y Disparidades en la Salud (NIMHD). “Los riesgos de infectarse con el objetivo de desarrollar inmunidad incluyen la muerte, la hospitalización, sentirse muy enfermo y no mejorar durante meses o más. Además, si uno se infecta, puedes de forma inadvertida transmitirlo a otros, quienes a su vez pueden sufrir de lo mismo””, dijo.

“Aunque la mayoría de la gente sobrevive a una infección nativa de covid-19, casi 2% muere y 10% se enferma gravemente y una proporción indefinida parece desarrollar síntomas crónicos post agudos”, añadió Pérez-Stable.

En su opinión, “siempre es mejor estar inmunizado [vacunado] que correr el riesgo de [confiar] en que la infección [natural] no sea tan mala”. Sin embargo, aunque en los datos oficiales de los ensayos clínicos las vacunas han mostrado tener una efectividad alta en prevenir síntomas de la enfermedad, todavía no se espera que eviten los contagios con la misma garantía.

Natalia Martín Cantero informó en Univision Noticias, tras entrevistar a varios científicos, que se desconoce todavía cuándo dura la inmunidad de las vacunas –“todas las infecciones han tenido lugar menos de seis meses después de la primera aplicación [en los ensayos clínicos]”, reportó-- y que todavía no está asegurado que las vacunas eviten los contagios.

Además, la distribución de las vacunas a toda la población del país tardará varios meses. Sarah Mbaeyi, de los CDC, dijo además a CNN que, de igual forma, las personas vacunadas tendrán que seguir las medidas de mitigación contra el coronavirus -uso de la mascarilla, higiene frecuente de las manos, distancia física y evitar las multitudes-, porque "hay información limitada sobre su funcionamiento en la población general".

Por ahora los cuidados y la prevención siguen siendo los mayores protectores contra el virus de la covid-19.

'Ya nadie se enferma de gripe común, ni de tos ni de la garganta. Ahora todos se enferman de Covid-19, solo de coronavirus'... 'Los resultados del test de coronavirus no son distintos de los resultados de una prueba de gripe'.


Aunque cada año la influenza -gripe- afecta a alrededor de 26 millones de personas en Estados Unidos, según datos de los CDC reportados por ABC, sí es verdad que los CDC registran en 2020 una temporada con una actividad más baja que lo que suele registrarse en esta época del año. Así lo reflejan sus datos hasta el 28 de noviembre. Las cifras oficiales indican que 1,397 de las 2,094 muertes de esa semana -que los CDC agrupan en las categoría PIC (neumonía, influenza y covid-19)- tuvieron a la enfermedad del coronavirus como una causa “subyacente o coadyuvante de la muerte”, y solo tres a la gripe, “lo que indica que el aumento actual de la mortalidad PIC se debe primordialmente a covid-19 y no a influenza”.

Un estudio de varios científicos, publicado en septiembre por los CDC, mostraba que las pruebas positivas de influenza bajaron “de 20% a 2.3%”. Esto podría deberse, dicen, a las medidas de mitigación del coronavirus. Sostienen que las intervenciones contra el SARS-Cov-2, además de la vacunación contra la influenza, podría “reducir sustancialmente” la incidencia de la gripe.

Algo similar, según esta investigación, ha ocurrido en otros países del mundo.

Eliseo J. Pérez-Stable, director del Instituto Nacional de la Salud de las Minorías y Disparidades en la Salud (NIMHD), nos hizo la distinción: “La influenza o la gripe puede tratarse cuando se hace el diagnóstico dentro de los tres días de los síntomas iniciales”, comenzó por decir. Y agregó: “ Las consecuencias de la influenza son mucho menos severas que las de covid-19, con alrededor de 0.1% de muertes -20 veces menos-. La prueba para covid-19 y la gripe son distintas, así que esta afirmación no es verdadera. En efecto –argumentó Pérez-Stable- pertenecen a dos familias diferentes de virus respiratorios así que es fácil detectar la diferencia”.

Los virus de la influenza A y B, que así se llaman, son diferentes al del coronavirus Sars-Cov-2. Los CDC dicen que las pruebas para diagnosticar uno u otro son diferentes. Confirman, además, que una vacuna contra la influenza no va a proteger del covid-19, pero aseguran que esa inmunización contra la gripe va a ayudar “a preservar los recursos de la atención médica que podrían escasear”.

Preguntamos al CDC sobre este punto y aún esperamos su respuesta.

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