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Convención Demócrata

¿Qué es una convención disputada y por qué los aspirantes demócratas no quieren que ocurra?

Sucede cuando se llega al final del proceso de primarias y nadie ha acumulado los delegados necesarios para ser formalmente nominado. Te explicamos qué debe hacer el partido para salir de esa situación.
6 Mar 2020 – 06:39 PM EST
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Joe Biden y Bernie Sanders. Crédito: Chris Carlson/AP

Sabemos que la victoria de un aspirante a candidato presidencial en Estados Unidos depende matemáticamente de la cantidad de delegados que acumule durante las primarias. Pero, ¿qué sucede si llegan a la Convención Nacional y ningún candidato tiene la mayoría de delegados?

Es una pregunta que surgió semanas atrás, cuando se presagiaba que el voto quedaría fragmentado entre los varios aspirantes a la nominacón demócrata.

Pero pasaron las primarias de Carolina del Sur, llegó el Supermartes, vino una avalancha de retiros y el paisaje electoral cambió radicalmente al punto que solo dos candidatos quedaron con opción de triunfo: el senador Bernie Sanders y el exvicepresidente Joe Biden.

Donde antes estaban aspirantes que parecían contar con la suficiente fuerza para repartirse la totalidad de los delegados sin que ninguno obtuviera la mayoría necesaria para llevarse la nominación, el mismo panorama puede presentarse con el pulso entre Sanders y Biden en el que ambos vayan acumulando delegados sin sobrepasar los 1,991 que garantizan la nominación ante la Convención Demócrata.

Eso abre la posibilidad de que la reunión de Milwakee se convierta en una convención disputada (o negociada, o impugnada) algo que ha salido a colación en varios debates demócratas.

¿Qué es una convención negociada?

La convención nacional es el momento cúlmine de las elecciones primarias, en donde los delegados del partido eligen al nominado presidencial que para ser elegido tiene que obtener más de la mitad de los delegados totales. El aspirante demócrata debe obtener 1,991 delegados de los 3,979.

Leopoldo Martínez, quien es superdelegado demócrata, explica a Univision Noticias que "una convención negociada es una nominación presidencial que en una primera votación no logra elegir a un candidato porque ninguno obtuvo más de la mitad" y dice que tal vez uno obtiene la mayoría "pero no los suficientes delegados que exige el reglamento para lograr la nominación".


En el caso del Partido Demócrata -porque el Republicano tiene sus propias reglas- el sistema de representación es de "relativa proporcionalidad": al obtener "al menos el 15% de los votos en un estado un candidato recibe una proporcionalidad de delegados y así se le da representación a todos lo que tengan más del 15%", detalla Martínez, quien respalda la candidatura de Biden.

"Ese sistema puede generar que llegue un candidato con la mayoría de los delegados pero sin necesariamente poder ganar la nominación", dice Martínez.

¿Cómo funciona?

Si se llega a esa instancia, los delegados continúan votando hasta que se elige un candidato.

"En ese escenario, nuestro reglamento plantea que se vaya a una segunda vuelta, caso en el que los superdelegados adquieren el derecho a votar por el candidato de su preferencia", detalla Martínez.

En el proceso, las campañas negocian tratando de hacer que su contrincante abandone con el fin de captar a los delegados que faltan para llegar a la nominación.

A veces se usa el término convención negociada e impugnada indistintamente, pero según detalla Elaine Kamarck, quien ha sido parte del Comité Nacional Demócrata y del Comité de Reglas, hay distinciones.

Una convención impugnada es cuando un candidato tiene ventaja pero no se garantiza la nominación tras una primera votación, entonces un aspirante intenta convencer a suficientes delegados para que abandonen al candidato favorito antes de la primera votación.

Más allá de las distinciones, el hecho es que en ninguno de los casos el candidato logra la nominación en primera votación que es el ciclo 'normal' de una convención.

¿Por qué importa?

Ningún partido quiere pasar por una convención negociada debido al desgaste del candidato que implica. Por ello, ambos partidos han realizado cambios en las reglas para evitarla.

Si bien los partidos han ido cambiando sus reglas para que el sistema de las primarias progresivamente le de más poder al voto popular, si un candidato llega a la convención generando dudas e incertidumbre sobre su viabilidad puede generar nerviosismo en el proceso.

Hasta la "resurrección" que experimentó la campaña de Biden tras Carolina del Sur y el Supermartes, Sanders venía desprendiéndose en las encuestas y había ganado el mayor número de delegados en Iowa, New Hampshire y Nevada, donde contó con un fuerte respaldo del voto hispano.

El avance de Sanders hacia su posible nominación genera suspicacias porque creen que su perfil de socialista demócrata puede resultar en una victoria sencilla para el presidente Donald Trump y por eso algunos especulan que hay fuerzas que podrían trabajar para bloquear una candidatura del senador.

Un ambiente similar se vivió en la campaña republicana del 2016, cuando la perspectiva de un triunfo de Donald Trump espantaba a los conservadoras más tradicionales. Sin embargo, esos esfuerzos no rindieron frutos y la Convención Republicana reconoció la mayoría de delegados que había logrado el entonces magnate inmobiliario.

¿Y cuál es el papel de los superdelegados?

Además de los delegados elegidos por el voto durante las primarias, el Partido Demócrata tiene un grupo de superdelegados, que son personas que participan de la convención en virtud del cargo que ocupan o el rango que han obtenido en su vida profesional.


"Entre los superdelegados hay expresidentes, gobernadores, senadores, líderes del Congreso", añade Martínez.

Estos superdelegados antes emitían votos en primera votación en las convenciones demócratas. Pero tras las primarias del 2016, luego de que la campaña de Sanders disputara el rol de los superdelegados, el Comité Nacional Demócrata (DNC, por sus siglas en inglés) cambió las reglas para que los superdelegados voten solo a partir de la segunda votación.

Martínez señala que " el presidente del partido,Tom Perez, impulsó una reforma en las reglas... para que los superdelegados intervengan de algún modo en el caso de un escenario de no resolución en la primera vuelta".

Estos superdelegados también son parte de las negociaciones si se llegara a una convención negociada.

¿Qué pasa con los delegados de los candidatos retirados?

Los delegados que se eligen en el proceso de primarias son "comprometidos" ( pledged) lo que significa que deben votar por el candidato al que han sido designado por el estado.

Antes de dejar la competencia, Warren, Buttigieg, Bloomberg y la senadora Amy Klobuchar obtuvieron unas decenas de delegados. La representante Tulsi Gabbard obtuvo uno el Supermartes en el caucus de Samoa Americana. ¿Qué pasa con ellos, ahora que se han quedado sin candidato?

Las r eglas del partido que gobiernan el funcionamiento de la convención nacional indican que ningún delegado "puede ser forzado por ley o reglas del partido a votar en contra de la selección presidencial de esta persona según fue expresada al momento que el delegado fue elegido".

Los estatutos no indican qué sucede con el delegado cuando el candidato al que representa no está más en la competencia. Solo hay 12 estados que tienen previsto el mecanismo para "liberar" a los delegados cuando se producen retiros de nominación. Todos menos Indiana, permiten que el delegado quede "libre" para votar por quien desee o por quién indique el candidato al que iba a representar en la Convención.

En algunos queda especificado que esa "liberación" se produce pasada la segunda votación, en caso de una convención disputada, de acuerdo con la compilación que hace el sitio de información electoral Ballotpedia.

Si hay un claro ganador, no debería haber caos en la convención. Pero si las primarias no logran dar un ganador claro, esos delegados que fueron elegidos para representar a los candidatos presidenciales retirados serán cortejados por las campañas en la disputa para recibir su apoyo en la convención.

¿Ha pasado ya?

Por décadas las convenciones nacionales de ambos partidos solían ser eventos intensos en los que los jefes políticos entraban en duras negociaciones para seleccionar nominados presidenciales que representaran los intereses de los grupos de poder dentro de la organización.

A veces se trataba de un juego de desgaste en el que los delegados votaban en múltiples rondas hasta que terminaba imponiéndose un nombre, que en ocasiones podía ser una tercera opción de compromiso.

John W. Davis tiene el récord del mayor número de rondas de votación para lograr la nominación, lo obtuvo en la convención demócrata de 1924 con 103 rondas.

La última vez que uno de los grandes partidos estuvo a punto de confrontar una convención disputada fue en 1984, cuando Walter Mondale le faltaban unos pocos delegados para garantizar la nominación, pero al final obtuvo en primera votación el apoyo suficiente para ser el candidato. Aunque solo para sufrir la peor derrota demócrata a manos de Ronald Reagan.

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