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Política

Trump usa el 'manual del fraude electoral' por si vuelve a perder contra Biden

Donald Trump dice anticipadamente que si pierde una elección es por fraude, pero si gana, no habla de ello. ¿Qué sucedió con sus acusaciones al respecto en 2020? Ninguna se pudo probar y perdió cada demanda.
Publicado 4 Feb 2024 – 09:02 AM EST | Actualizado 4 Feb 2024 – 09:02 AM EST
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Después de ganar las primarias republicanas de New Hampshire, el expresidente Donald Trump se quejó de su principal rival republicana, la exgobernadora de Carolina del Sur Nikki Haley, sobre temas como inmigración, inflación y de su probable oponente en noviembre, el presidente Joe Biden.

Pero no deslizó por ningún lado sus frecuentes alegaciones sin fundamento de fraude electoral.

Esto continúa un patrón para Trump mientras avanza a toda velocidad por las primarias presidenciales del Partido Republicano y hacia una cada vez más probable revancha con Biden en noviembre.

Si bien Trump generalmente se abstiene de alegar fraude electoral en las elecciones que gana, dedica mucho tiempo a sentar las bases para denunciar fraude en caso de perder una próxima votación. Ya lo ha estado haciendo con la vista puesta en las elecciones generales de noviembre.

“Usaron el covid para hacer trampa. Y también hicieron muchas otras cosas. No vamos a permitir que eso suceda (...) Nunca puedes olvidar la historia, porque si la olvidas, nunca, nunca te recuperas de ella. Y la repites”, dijo Trump ante sus partidarios en New Hampshire.

Durante meses, Trump ha estado alegando que podría ser víctima de fraude en noviembre, haciendo el mismo tipo de acusaciones explosivas e infundadas que alimentaron el ataque del 6 de enero de 2021 al Capitolio y que han seguido provocando una ola de amenazas contra los trabajadores electorales en todo el país.

Cantar "fraude" preventivo: táctica de Trump

ante posible derrota

Trump hizo acusaciones similares antes de las elecciones de 2020, prediciendo durante meses que habría un fraude generalizado en noviembre y sosteniendo que solo podría perder si le robaban las elecciones.

“Lo está haciendo a la vista de todos”, dijo David Becker, del Centro de Innovación e Investigación Electoral y coautor de 'La gran verdad', sobre las mentiras de Trump en las elecciones de 2020. "Si es el candidato republicano, ha dejado claro que mentirá sobre una elección que perdió", agregó.

La agencia AP contactó a la campaña de Trump, que no respondió a una solicitud de comentarios sobre este tema.

Sus continuas afirmaciones falsas sobre las elecciones de 2020 han resonado entre los votantes republicanos, la mayoría de los cuales cree que Biden no fue elegido legítimamente a pesar de todas las pruebas que muestran lo contrario.

Los caucus de Iowa ilustran el libro de jugadas de Trump: En 2016, perdió por poco contra el senador Ted Cruz e inmediatamente, y sin pruebas, alegó que era fraude. Pero la semana pasada, Trump ganó Iowa por un margen récord y no hizo tal acusación.


Las acusaciones preventivas de fraude de Trump "se han normalizado", dijo Rachel Orey, del Centro de Política Bipartidista. "Creo que lo que en 2020 era algo extravagante ahora es una parte anticipada del proceso (...) Y vemos cada vez más candidatos adoptando las tácticas de negación de las elecciones que está usando Trump, ya sea como una forma de impulsarse en el centro de atención nacional o como una forma de recaudar fondos", opinó.

Trump no pudo probar ninguno de los fraudes que denunció

Además hubo revisiones, auditorías y recuentos de votos en los estados disputados donde Trump impugnó su derrota y todos (en estados con autoridades republicanas y demócratas) afirmaron la victoria de Biden.

También en 2016, y a pesar de su victoria general en las elecciones, Trump atribuyó las derrotas que tuvo en varios estados y en el voto popular (en el que fue superado por Hillary Clinton) a un fraude que nunca fue probado. Trump, ya en la presidencia, creó un comité para buscar fraude y se disolvió sin encontrar ninguno.

Demonizar al rival

Tras la elección en New Hampshire, Trump continuó usando una retórica explosiva, a veces autoritaria, sobre sus rivales.

Anteriormente, describió a Biden como la verdadera amenaza a la democracia porque el Departamento de Justicia está procesando a Trump por sus esfuerzos por anular las elecciones de 2020 y por conservar ilegalmente documentos clasificados en su propiedad de Mar-a-Lago en Florida.

En New Hampshire, Trump dijo que Biden y su administración eran “malvados”. "Son tan malos en lo que están haciendo y tan malvados, y están destruyendo nuestro país", dijo Trump. Trump dijo a sus seguidores que si él pierde en noviembre "nuestro país está acabado".

Steven Levitsky, profesor de Harvard y coautor de 'Cómo mueren las democracias', dijo que la negativa de Trump a admitir la derrota en las elecciones combinada con demonizar al otro lado es una táctica autoritaria de 'manual'.

“Cuando convences a tus seguidores de que tus oponentes representan una amenaza existencial, legitimas y justificas medidas autoritarias”, dijo Levitsky. "Y eso es lo que hacen los autoritarios", acotó.

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