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Criminalidad y Justicia

Ayudó a EEUU a capturar a 'la Reina de los Coyotes', pero hace años vive a la sombra en espera de la 'tarjeta verde'

Roberto Rivas ayudó a desarticular una "enorme" red de tráfico de personas en la que estaban implicados hasta 10,000 pasaportes. Llegó a Estados Unidos con un visado especial, pero asegura que luego se olvidaron de él. (Read this article in English)
Publicado 25 Dic 2022 – 02:46 PM EST | Actualizado 26 Dic 2022 – 01:14 PM EST
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Hace dos décadas, Roberto Rivas desempeñó un papel crucial en la desarticulación de una de las mayores redes mundiales de tráfico de pasaportes del hemisferio.

Pero hoy, este peruano de 65 años es un indocumentado en un país que parece haber olvidado su deuda con él y las promesas que agentes le hicieron cuando se ofreció para infiltrarse en el círculo íntimo de Gloria Niño Canales, alias la 'Reina de los Coyotes'.

"Me han hecho sufrir mucho acá. Me han dejado tirado como un perro. Trabajé duro, arriesgué mi vida", dijo Rivas, que ahora vive en San Antonio con su pareja peruana y sus hijos.

A finales de la década de 1990, Rivas vivía en San José, Costa Rica, y trabajaba como guardia de seguridad para el embajador de Perú cuando supo de un importante caso de fraude en el que estaba implicada Niño Canales, una mujer nacida en Perú que se había convertido en el objetivo de una gran investigación estadounidense: la 'Operación Espejo Roto' o Broken Mirror en inglés.

Dedicó los siguientes dos años a infiltrarse en la red que Niño Canales y su esposo dirigían desde su mansion en San José de Costa Rica, primero como pintor y luego como chofer de confianza. Con gran riesgo personal, Rivas robó y copió del fax de la pareja decenas de documentos personales que se utilizarían más adelante para procesar a la pareja.

'Operación Espejo Roto' y el fraude de pasaportes en Costa Rica

La pareja fue acusada, por separado, en Estados Unidos y Costa Rica de introducir clandestinamente en Estados Unidos a 10,000 personas procedentes de América Latina, Asia y Oriente Medio, con la ayuda de una red de funcionarios corruptos de varios países, incluida la oficina de pasaportes de Cosa Rica.

En 2002, Niño Canales fue condenada a 12 años de cárcel por tráfico de personas por un tribunal costarricense. Su marido, Darío Espejo-Flores, también fue acusado y posteriormente se declaró culpable en un tribunal federal de Texas.

Según el testimonio ante el Congreso de James Ziglar, antiguo jefe del Servicio de Inmigración y Naturalización (INS), 'Operación Espejo Roto' fue una de las iniciativas de contrabando de personas con más éxito de la época. Los líderes de la red se encontraban entre los 10 principales objetivos del gobierno estadounidense, según declaró ante la Comisión Nacional sobre Atentados Terroristas contra Estados Unidos, también conocida como la Comisión del 11-S, que investigó los secuestros aéreos del 11 de septiembre de 2001, en los que murieron casi 3,000 personas.

Tras el 11-S, Estados Unidos lanzó la invasión de Irak. "Las organizaciones de contrabando de extranjeros (...) son cada vez más sofisticadas y se sabe que son muy brutales", declaró Ziglar a la comisión en enero de 2004. "Representan un grave riesgo para la seguridad de Estados Unidos por su voluntad y capacidad para introducir clandestinamente peligrosos delincuentes y terroristas", añadió.

A pesar de esa amenaza y del papel directo de Rivas al ayudar a los agentes estadounidenses a desmantelar una importante red de contrabando, el hombre luchaba en 2004 por que se le permitiera permanecer en el país.

Rivas esperaba ser recompensado con un visado y la 'tarjeta verde'

Rivas afirma que se le prometió protección estadounidense como informante confidencial y una nueva vida en Estados Unidos después de que el gobierno estadounidense lo trasladara en avión a Texas en 2001 con un visado especial, conocido como Significant Public Benefit Parole (o un 'parole' por ser de beneficio público). Parte del acuerdo consistía en que testificara ante un gran jurado que examinaba las pruebas contra Espejo-Flores.

A pesar de su testimonio, nunca se le concedió la residencia permanente y fue puesto en proceso de expulsión en 2009. También tiene dos hijos que actualmente están inscritos en el programa DACA para hijos de inmigrantes indocumentados.

Un portavoz del ICE declinó hacer comentarios sobre el papel de Rivas en la 'Operación Espejo Roto' y dijo que todas las decisiones relativas a los "no ciudadanos sometidos a procedimientos de expulsión" son responsabilidad de los jueces federales en los tribunales de inmigración.

'Operación Espejo Roto' fue un "caso enorme", recuerdan los agentes

Sin embargo, gracias a documentos proporcionados por Rivas y su abogado, Univision Noticias pudo localizar a dos agentes retirados del DHS que trabajaron en 'Operación Espejo Roto'. Ambos recordaron el papel crucial que desempeñaron los informantes en el caso. Aunque ninguno de los agentes conoció a Rivas, uno de ellos recordó haberlo observado durante la operación encubierta.

"Recuerdo haberle visto. Él organizó la reunión en el centro comercial donde detuvieron a Gloria (Niño Canales). Vi cómo se desarrollaba todo", dijo A.J. Irwin, un agente jubilado del DHS de 65 años que pasó 30 años en la agencia.

Irwin fue enviado a Costa Rica para ayudar a coordinar la operación con las autoridades locales costarricenses.

"El caso era enorme", dijo Irwin. "Niño Canales tenía una operación sofisticada. Todos me decían que eran sagrados para ella. Era despiadada", añadió.

El jefe de Irwin en aquel momento, Hipólito Acosta, que era el director de la oficina del INS en Ciudad de México, confirmó que Broken Mirror fue un caso histórico que se basó en al menos tres informantes clave.

"Darío (Espejo-Flores) tenía una operación en Cancún. Figuraban en la lista de la CIA como los principales traficantes de personas de América Latina", dijo Acosta, de 69 años, que también está jubilado y es uno de los funcionarios más condecorados de la historia de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos (CBP). También es autor de tres libros, entre ellos unas memorias de su trabajo encubierto Deep in the Shadows.

Niño Canales se había escapado de las manos de las autoridades en 1995, cuando fue detenida en Ecuador y deportada a Honduras, donde se la buscaba por cargos de contrabando.

Una red de contrabando multimillonaria: 10,000 pasaportes

En el momento de su primera detención, el periodico The Washington Post informó que las autoridades habían "desarticulado una importante operación de contrabando que utilizaba una sofisticada red y amplios sobornos para canalizar a miles de asiáticos y latinoamericanos hacia Estados Unidos a través de Centroamérica".

En una redada en su mansión de Honduras se encontraron documentos y registros informáticos que implicaban a altos cargos de varios gobiernos, incluidos militares y funcionarios de inmigración, así como a una red de coyotes y funcionarios de aerolíneas y propietarios de hoteles.

Pero Niño Canales escapó y estableció sus operaciones en Costa Rica, donde gozaba de protección de alto nivel. Los agentes estadounidenses pudieron construir allí un nuevo caso contra ella trabajando con agentes de inteligencia costarricenses.

Reclutado en un partido de fútbol

Rivas se enteró de la operación a través de sus amigos de la embajada con los que jugaba al fútbol los fines de semana. "Era una mafiosa famosa", dijo.

Rivas recordó una conversación con el jefe de seguridad de la embajada estadounidense en la que hablaron de la posibilidad de utilizar su identidad peruana para infiltrarse en su organización. "Me dijo el jefe de seguridad que ese personaje es una piedra en el zapato para el gobierno americano. Si tú logras contactar con ella e infiltrarte allí, pide lo que quieras", dijo Rivas.

A Rivas le atrajo la idea. Ya había trabajado de incógnito, por ejemplo, como policía como durante una temporada en los campos de coca colombianos. "Me dediqué a vagabundear por ahí en su barrio y a buscar trabajo", dijo.

Consiguió un trabajo pintando una gran valla que rodeaba la gran mansión de Niño Canales. Luego hizo algo de jardinería. Tras ganarse la confianza de Espejo-Flores, le contrataron como conductor. "Ésa era mi misión, meterme adentro", dijo.

Una vez que tuvo acceso a la casa empezó a recoger pruebas, colándose en el despacho, donde un fax se convirtió en una valiosa fuente de pruebas documentales. La pareja también le pedía que entregara paquetes y recogiera documentos de los que hacía copias.

"Un montón de pruebas conseguí allí y les enseñé todo (a la inteligencia costarricense). Quedaron impresionados de que hubiese entrado", dijo.

La identidad Rivas queda al descubierto

Colaboró en la operación en Costa Rica durante 14 meses y ayudó a organizar su detención en un centro comercial de San José el 1 de noviembre de 2000. También testificó como parte del juicio en contra de Niño Canales. Aunque le habían asegurado que su identidad se mantendría en el anonimato, se horrorizó al enterarse antes del juicio que ella descubrió de algún modo quién la había traicionado.

Los servicios de inteligencia costarricenses organizaron su traslado a una casa segura antes de que comenzara el juicio. "Me estaban buscando, a mí no me querían vivo", dijo Rivas. Al concluir la audiencia, Rivas afirma que Niño Canales se enfrentó a él y le dijo que era "hombre muerto".


Mientras tanto, funcionarios estadounidenses le ofrecieron llevar a su familia a Estados Unidos si accedía a testificar contra Espejo-Flores.

Dice que le prometieron 25,000 dólares y le dieron billetes de avión. Le dieron un anticipo de 5,000 dólares, la mitad en efectivo y la otra mitad transferida a su familia en Perú. "Me subieron al avión y me dijeron 'Ciao, adios'".

Los agentes le estarían esperando cuando aterrizara en Houston. Pero nadie le recibió al bajar del avión.

Algunos de los agentes del INS que trabajaron en el caso intentaron ayudar a Rivas, según documentos que el abogado de Rivas compartió con Univision Noticias. Joe Banda Jr., el agente supervisor en Honduras, escribió a sus jefes el 10 de octubre de 2001 solicitando una prórroga de seis meses al 'parole' de Rivas y otro informante, Richard Zurita, así como permisos de trabajo.

Preocupación por la seguridad de Rivas y otro informante

Eran "una valiosa fuente de información" sobre el tráfico internacional de seres humanos y estaban "trabajando activamente (...) en una investigación en curso sobre tráfico de extranjeros que tiene objetivos en todas estas jurisdicciones y más allá", escribió Banda en ese entonces.

También escribió que Rivas y su familia temían por su vida y necesitaban mantenerse alejados de Niño Canales y sus socios del tráfico de personas. "Durante la investigación, los asociados de la organización de tráfico de extranjeros han visitado y amenazado a los miembros de la familia del sujeto en Perú. Otras áreas en la región centroamericana y/o México no son adecuadas para proteger a los sujetos y a su familia, ya que la organización de contrabando está ubicada en estas áreas", escribió Banda.

Los operativos de contrabando de extranjeros en los que se habían infiltrado Rivas y Zurita eran "conocidos por tener un comportamiento violento contra aquellos que se cree que violan la confianza de la organización". Esta información ha sido corroborada por información recibida de otras fuentes fiables", añadió.

Detención de Espejo-Flores

Durante su estancia en Estados Unidos, los agentes lograron tender una trampa a Espejo-Flores en Panamá, con la ayuda de otro informante, Carlos Martínez, desde donde fue extraditado a Estados Unidos. Rivas voló a Washington DC para declarar ante un gran jurado el 17 de octubre de 2021. Proporcionó a Univision Noticias una copia de la citación para testificar y su billete de avión. Pero poco después se le acabó el visado.

"Cada vez que preguntaba por las 'tarjetas verdes' para él y su familia, le decían que el proceso llevaría algún tiempo, pero que finalmente obtendrían su estatus legal", según su abogada Verónica de la Fuente.

"En algún momento del proceso se perdió la pelota" - Rivas merecía un visado 'S'

Los agentes Acosta e Irwin afirman que a lo largo de sus carreras vivieron con demasiada frecuencia casos en los que informantes valiosos fueron olvidados por la agencia a la que ayudaban. Lo achacan a la "negligencia" y la "pereza" de los agentes, que a menudo estaban demasiado ocupados promoviendo sus propias carreras como para presentar la documentación necesaria para cumplir las promesas hechas a los informantes que les llevaron al éxito.

"Nos encantaba llevar casos, pero nos preocupábamos por la gente con la que trabajábamos. Éramos un poco diferentes", dijo Acosta, que afirmó que siempre presionó para conseguir un trato justo para los informantes que lo merecían.

Irwin y Acosta no conocían la situación de Rivas en materia de inmigración hasta que Univision Noticias les informó.

"En algún momento alguien le dejó tirado", dijo Acosta. "No tengo los informes (sobre el papel de Rivas en 'Operación Espejo Roto'). Pero no había muchos informantes a este nivel. Yo habría apoyado su caso para un visado S", añadió, refiriéndose a una clase especial de visado para personas que ayudan a las fuerzas del orden.

Rivas ha pasado los últimos 20 años viviendo a la sombra de las leyes de inmigración estadounidenses y trabajando en la remodelación de viviendas.

Durante años, Rivas buscó un abogado que se hiciera cargo de su caso, pero le dijeron que sería demasiado difícil y caro de ganar. Pero, en 2018, encontró un abogado en San Antonio, de la Fuente, dispuesto a asumir el caso a un precio reducido.

En 2018 escribió al DHS solicitando que a Rivas se le concediera un S-5, una categoría de visado para personas que suministran información crítica relacionada con una organización criminal. Irónicamente, el visado S-5 fue creado por el Congreso el 1 de octubre de 2001 en respuesta a los atentados terroristas del 11 de septiembre.

"En nombre del Sr. Rivas y de su familia, solicito a este departamento que reconozca al Sr. Rivas su servicio a este país, haciendo honor a lo que se le prometió y a lo que en justicia es apropiado", escribió la abogada.

Todavía está esperando una respuesta.

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