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Por qué tropieza el plan de EEUU de endurecer las condiciones a quienes piden asilo en la frontera

Hace casi un año, los funcionarios de asilo recibieron instrucciones de aplicar controles más estrictos a las personas que cruzan la frontera ilegalmente. Pero el poco personal disponible ha limitado el impacto de esa decisión.
Publicado 2 Mar 2024 – 11:48 AM EST | Actualizado 2 Mar 2024 – 11:49 AM EST
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Dentro de enormes tiendas de campaña que albergan a unos 1,000 inmigrantes cerca del Aeropuerto Internacional de Tucson, agentes de la Patrulla Fronteriza muestran una eficiencia mecánica para liberar a los detenidos dentro de los dos días siguientes a su arresto con órdenes de comparecer ante los tribunales de inmigración en sus destinos finales.

Los agentes transmiten información desde el campo a sus colegas que preparan los documentos judiciales, mientras los migrantes son transportados en autobús a horas de distancia hasta un centro de procesamiento con el fin de limitar el tiempo de detención.

En el centro de operaciones en el corredor con la mayor cantidad de cruces ilegales hacia Estados Unidos faltan notablemente los oficiales de asilo que realizan las indagaciones iniciales, cuyo objetivo es descartar solicitudes de asilo débiles que no cumplen con los motivos estrictamente prescritos para buscar protección en el país.

Hace casi un año, los funcionarios de asilo recibieron instrucciones de aplicar estándares más estrictos a quienes cruzan la frontera ilegalmente después de pasar por otro país, como México. Sin embargo, no hay el personal suficiente para que esos controles más duros logren el impacto que esperaba el gobierno de Joe Biden.

La administración Biden describe este estándar más alto como la piedra angular de su política fronteriza, pero su aplicación en sólo un pequeño porcentaje de arrestos muestra cómo los presupuestos pueden no estar a la altura de las ambiciones.

Esos fondos ajustados una vez más cobran relevancia en momentos en que la Casa Blanca vuelve a considerar medidas radicales para limitar el asilo en la frontera.

Un plan fronterizo fracasado en el Congreso

El reciente fracaso de un plan de gasto de $20,000 millones en seguridad fronteriza ha hecho que la administración evalúe sus prioridades. El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, que enfrenta un déficit de $700 millones este año, está considerando reducir el número de camas de detención, de 38,000 a 22,000, y facilitar menos vuelos de deportación. Estas posibles medidas fueron reportadas por primera vez por The Washington Post y confirmadas a The Associated Press por un funcionario estadounidense que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a discutirlo públicamente.

El fallido paquete de gasto elaborado por los negociadores del Senado habría otorgado $4,000 millones al Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos, para entre otras cosas contratar a 4,338 nuevos agentes de asilo para examinar a los solicitantes y tomar decisiones finales sobre sus pedidos.

Al mes siguiente de que fueron anunciados esos controles más duros en reemplazo de las restricciones vigentes durante la pandemia del covid-19, los arrestos por cruces fronterizos ilegales desde México se desplomaron a la segunda tasa mensual más baja de la presidencia de Biden. La norma “está funcionando según lo previsto y ya ha reducido significativamente los encuentros en la frontera”, dijo Blas Núñez-Neto, subsecretario de seguridad nacional para política fronteriza e inmigración, en un expediente judicial en ese momento.

Los solicitantes de asilo sujetos a controles más estrictos tuvieron una 'tasa de aprobación' del 59% hasta septiembre, frente al 85% en los cinco años anteriores a la pandemia, dijo Núñez-Neto en otro expediente judicial.

Si bien eso sugiere que la política ha marcado una diferencia, su alcance ha sido limitado. Según Núñez-Neto, los agentes entrevistaron sólo a 57,700 inmigrantes bajo la nueva norma hasta septiembre. Eso representa apenas alrededor del 15% de los casi 365,500 migrantes liberados por la Patrulla Fronteriza entre junio y septiembre con avisos para comparecer ante un tribunal de inmigración.

No hay ni dinero ni suficientes agentes fronterizos

El Departamento de Seguridad Nacional se negó a proporcionar a la agencia AP cifras más recientes, pero insiste en que el estándar de detección más estricto está funcionando según lo anticipado. También reconoció que no ha logrado mantener el ritmo de los flujos sin precedentes que se han registrado en la frontera y pidió al Congreso que financie adecuadamente sus esfuerzos.

Los agentes de asilo realizaron más de 130,000 exámenes, conocidos como 'entrevistas de miedo creíble', en la frontera durante el año fiscal 2023, más del doble que el año anterior. Pero más de 600,000 inmigrantes fueron liberados con avisos de comparecer ante un tribunal de inmigración en ese tiempo y otros 300,000 con órdenes de presentarse en una oficina de inmigración para obtener una cita en el tribunal, una práctica que en gran medida ha cesado.

La Patrulla Fronteriza liberó a Mbala Giodi, de 42 años, después de retenerlo durante dos días cuando cruzó la frontera por las montañas remotas al este de San Diego. Lo dejaron en un centro de tránsito y le dijeron que tendría la oportunidad de explicar su caso de asilo ante el tribunal, cuya audiencia inicial estaba prevista en Nueva York en mayo.

“No hubo muchos problemas”, dijo Giodi, quien se considera víctima de la represión gubernamental por ser un manifestante estudiantil en Angola.

Para poner en vigor el estándar de evaluación más alto, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración agregó alrededor de 1,000 empleados para ayudar a los aproximadamente 850 oficiales de asilo existentes, capacitando a exoficiales de asilo y otros empleados por períodos cortos, dijo Michael Knowles, portavoz del Concejo Nacional de Ciudadanía e Inmigración, sindicato que representa a los trabajadores de la agencia.

Asignar tantos empleados a casos fronterizos prolongó las esperas para otros servicios, dijo. "Estamos muy abrumados y hay mucha presión", explicó Knowles. “Parte de la crisis fronteriza es que no contrataron a suficientes personas para hacer el trabajo”, agregó.

Los defensores de los solicitantes de asilo han presentado demandas por la aplicación de un estándar de evaluación más estricto. Argumentan que penaliza injustamente a quienes cruzan la frontera ilegalmente, mientras que un sistema de citas en línea que sufre un exceso de solicitudes, llamado CBP One, es prácticamente la única forma de pasar por un puerto de entrada oficial. La norma sigue en vigor mientras se evalua una apelación al fallo de un juez que declaró ilegal esta política.

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