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Asilo Político

Guatemala frena la primera caravana de migrantes que salió de Honduras rumbo a EEUU

Tropas del ejército y de la policía nacional de Guatemala (PNC) detuvieron en la madrugada del domingo el avance de la primera caravana de migrantes del 2022 que el sábado salió de Honduras rumbo a la frontera sur de Estados Unidos en busca de asilo.
Publicado 17 Ene 2022 – 09:54 AM EST | Actualizado 17 Ene 2022 – 09:54 AM EST
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Tropas del ejército y de la policía nacional de Guatemala (PNC) detuvieron en la madrugada del domingo el avance de la primera caravana de migrantes del 2022 que el sábado salió de Honduras rumbo a la frontera sur de Estados Unidos en busca de asilo.

Agentes y soldados “rociaron gas lacrimógeno y utilizaron sus garrotes y escudos” sobre un grupo de migrantes de diversas nacionalidades que intentaban romper un cerco en la carretera que une a ambos países en el sector de Vado Hondo, reportó la agencia Associated Press.

La caravana había salido el sábado desde Tegucigalpa y la integraban unas 1,000 personas, de acuerdo con fuentes de prensa y los gobiernos de Honduras y Guatemala. En horas de la noche el grupo, al que se agregaron otros cientos en el camino, pernoctó cerca de la frontera para intentar el cruce durante el día.

La activista de derechos humanos hondureña, Itsmania Platero, dijo en su cuenta de la red social Facebook que unas 2,000 personas integraron la caravana salió que desde Tegucigalpa el sábado.

Tras la carga de la madrugada del domingo, la caravana de dispersó y ahora intentan seguir avanzando en grupos pequeños. Las autoridades guatemaltecas dijeron que mantienen en control en carreteras para detenerlos y regresarlos.

La caravana la integran hondureños, nicaragüenses, salvadoreños, venezolanos y cubanos, entre otras nacionalidades.

La postura de Guatemala ante la caravana de migrantes

En la víspera de la salida de la caravana, el Instituto Guatemalteco de Migración (IGM) había advertido que ante posible movimiento masivo de migrantes, “mantiene un monitoreo constante y realiza coordinaciones interinstitucionales para la atención integral de la misma”.

La dependencia dijo además que “incorporará a los puestos de control equipo multidisciplinario e integral en las fronteras” y reiteró “el compromiso de velar por una migración regular, ordenada y segura”.

Por su parte, la Policía Nacional Civil de Guatemala dijo en su cuenta de la red social Twitter que la noche del sábado “ha sido necesario el uso de medios disuasivos para disipar a los extranjeros que se estima pueden ser hondureños y de otras nacionales, y que han agredido con palos, piedras y envases a ñas autoridades nacionales”.

En otro mensaje dijo que “vehículos quedaron sin poder pasar en el sector de Cinchaco, ubicado a 303 kilómetros de Puerto Barrios, Izabal (Atlántico)”. Y que en el freno a la caravana participaron elementos de la PNC y del Ejército, quienes “detuvieron el paso de grupos extranjeros que ingresaron desde la frontera de Corinto (Honduras)”.

Horas después la PNC dijo que durante los incidentes en la frontera siete agentes y ocho soldados resultaron heridos por las piedras y palos que lanzaron los integrantes de la caravana, y que los dirigentes rechazaron “los intentos de diálogo”.

Inmigrantes de la caravana heridos

Se desconoce el número de inmigrantes lesionados durante la carga efectuara por la policía y el Ejército de Guatemala la madrugada del domingo.

“Algunos estaban visiblemente lesionados por golpes de garrotes. Un hombre, quien no dio su nombre, se reclinó contra un muro cerca de la policía con un vendaje en la cabeza”, escribió un corresponsal de AP.

“Me golpearon la cabeza”, dijo el migrante que no fue identificado. “Yo no vine con la intención de buscar problemas con nadie. Somos hermanos, somos centroamericanos. No buscamos problemas. Nuestra intención es sólo pasar”.

Tras los incidentes, el Procurador de los Derechos Humanos, Jordán Rodas Andrade, recomendó a las autoridades pertinentes “garantizar la seguridad y asistir humanitariamente a las personas migrantes que se han apersonado en el puesto fronterizo de Corinto”.

Rodas recordó además que “el Estado de Guatemala reconoce el derecho de toda persona a emigrar o inmigrar, por lo cual el migrante puede entrar, permanecer, transitar, salir y retornar al territorio nacional conforme la legislación nacional".

“Que personas en situación de vulnerabilidad (con necesidades de protección internacional, niñez, adolescencia, mujeres, población LGBTI y otras) que forman parte de los grupos de migrantes, requieren una atención diferenciada y que les sean garantizados sus derechos en los países de tránsito y destino, además de que se les brinde la oportunidad de exponer sus condiciones particulares, sobre todo cuando la causa de la migración es la violencia”, apuntó.

Estaban preparados

El pasado 7 de enero Univision Noticias reportó que las autoridades guatemaltecas estaban preparándose para contener la primera caravana de migrantes del 2022 que iría rumbo a la frontera sur de Estados Unidos en busca de asilo.

La caravana amenaza con convertirse en el primer grupo masivo de extranjeros que busca desafiar el Protocolo de Protección del Migrante (MPP) de Joe Biden, eliminado en febrero del año pasado pero restituido en diciembre por orden de un juez tras una demanda entablada por los estados de Texas y Missouri, ambos gobernados por republicanos.

Activistas mexicanos que luchan por los derechos de los inmigrantes habían advertido que era poco probable que la nueva caravana cruzara la frontera con Guatemala y luego se dirija hacia el sureste de México, Tapachula, en el estado de Campeche.

“Las autoridades de Guatemala no los van a dejar pasar”, dijo Luis García Villagrán, director del Centro de Dignificación Humana A.C., organización que en octubre y noviembre convocó y encabezó caravanas desde Tapachula hacia el Distrito Federal de México (Capital).

“Las caravanas serán detenidas”, agregó. “La única opción que tienen es la operación hormiga, que sigan viaje al norte en grupitos pequeños, familiares, para que tengan chance de avanzar. Pero en grupos grandes de 1,000 o 2,000 los van a detener y regresar”.

García dijo además que “por ahora la crisis que se vivía en Tapachula, donde en octubre había unos 100,000 inmigrantes, se ha resuelto con la salida de unas 90,000 personas hacia 10 estados luego de acuerdos alcanzados con el gobierno mexicano de darles visas humanitarias y permisos de trabajo”.

“Pero atrás vienen otras oleadas que por ahora están detenidas en la selva del Darien, Panamá, y en otros puntos de Centroamérica”, advirtió el activista. “Pensamos que a mediados de este año van a volver a ponerse difíciles las condiciones en el sureste de México. Y el Instituto Nacional de Migración (de México) está preparándose, porque sabe que viene otra ola”.

Los 10 estados seleccionados por el gobierno son: Puebla, Querétaro, Hidalgo, Estado de México, Michoacán, Guerrero, Colima, Jalisco y Guanajuato, en la sede de León y de San Miguel de Allende.

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