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Donald Trump

Espionaje, obstrucción a la justicia y destrucción de documentos: las sospechas que llevaron al FBI a allanar la casa de Trump

Antes de que se ordenara la publicación de la orden de allanamiento, como pedía el Departamento de Justicia, varios medios empezaron a informar sobre los contenidos que habría incautado el FBI en sus pesquisas del lunes en Mar-a-Lago.
Publicado 12 Ago 2022 – 03:26 PM EDT | Actualizado 13 Ago 2022 – 07:51 AM EDT
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La or den de allanamiento de la residencia de Donald Trump obtenida por varios medios revela que el Buró Federal de Investigaciones (FBI) sospecha que el expresidente cometió una posible violación de la Ley de Espionaje y la eliminación y destrucción ilegal de documentos clasificados.

La orden también indica que los investigadores federales creían que existía una gran amenaza para la seguridad nacional en esos documentos que aparentemente fueron sacados de la Casa Blanca de manera irregular por el expresidente al final de su mandato.

Otro documento relacionado con el allanamiento, el recibo de la propiedad de los artículos incautados por los agentes del FBI que registraron el complejo Mar-a-Lago, muestra que el FBI recuperaró una gran cantidad de documentos calificados como 'top-secret' y otros bajo la categoría de fuertemente clasificados.

Los agentes federales se llevaron 11 grupos de documentos clasificados, según varios medios que dieron la información poco antes de que el juez federal del Distrito Sur de Florida ordenara la publicacion de la orden de allanamiento, luego de no recibir objeciones de parte de los abogados de Trump.


El Departamento de Justicia buscaba su divulgación pública para hacer frente a las acusaciones de caza de brujas política por parte de Trump y sus aliados. Después de que el equipo legal de Trump dijera que no tenía ninguna objeción, el juez desveló la orden de registro de Mar-a-Lago la tarde del viernes.

Pero poco antes de esa hora empezaron a conocerse reportes de medios que daban cuenta de que entre los artículos que el FBI se llevó había una nota manuscrita, información sobre el presidente de Francia, una concesión ejecutiva de clemencia para el exaliado de Trump, Roger Stone, y carpetas de fotos.

Publicar una orden de allanamiento no es una medida usual

La decisión del Departamento de Justicia de revelar la orden de registro de la casa del expresidente Trump es una medida inusual que los funcionarios esperan que calme las tensiones políticas que rodean el esfuerzo legal sin precedentes para recuperar documentos clasificados.

Puede que los documentos no establezcan si la medida del Departamento de Justicia contra Trump estaba justificada o era una extralimitación. Pero sí sugieren además que el Departamento de Justicia tiene mucha confianza en su caso y quiere dejar claro que no se trata de una 'caza de brujas' como asegura Trump y sus seguidores.

Además, el hecho de que un juez federal autorizara la operación indica que el FBI fue lo suficientemente convincente sobre sus sospechas de posibles violaciones legales o que los documentos estaban bajo riesgo de quedar en el poder de personas peligrosas para la seguridad nacional.

En su primera declaración pública desde que los agentes federales registraron Mar-a-Lago el 8 de agosto, el fiscal general Merrick Garland dijo el jueves que "aprobó personalmente la decisión de solicitar una orden de registro en este asunto."

Señaló que el Departamento de Justicia no suele comentar este tipo de registros para no comprometer una investigación en curso, así como para proteger los derechos legales y la reputación de la persona implicada.

Señaló que se proporcionaron copias de la orden y del recibo de la misma a los abogados de Trump que estaban en el lugar durante el registro. Las órdenes de registro generalmente se mantienen bajo sello para proteger la reputación de la persona a la que se aplican.

El FBI buscaba documentos clasificados sobre armas nucleares

Un informe del Washington Post de que los agentes del FBI estaban buscando documentos clasificados relacionados con armas nucleares podría explicar la urgencia de la o peración sin precedentes en la casa de un expresidente, elevando las apuestas legales para Trump a un nuevo nivel grave antes de su probable candidatura a la reelección a la Casa Blanca.

De confirmarse, el relato de The Washington Post también podría socavar a los legisladores republicanos, que no esperaron a conocer los detalles del caso antes de criticar un registro que, según ellos, era más propio de una dictadura del tercer mundo. El senador republicano de Florida, Rick Scott, llegó a compararlo con la policía secreta Gestapo de la Alemania nazi.

Otros han pedido que se desfinancie el FBI, curiosamente haciéndose eco de los llamamientos de la extrema izquierda para desfinanciar a la policía por las muertes a tiros de personas negras inocentes.

Garland dice que la ley debe ser aplicada "de manera uniforme, sin miedo ni favoritismos"

Garland defendió el registro diciendo que "defender el estado de derecho significa aplicar la ley de manera uniforme, sin miedo ni favoritismos", dando a entender que ni siquiera los ex presidentes están protegidos si hay sospechas de que han cometido un delito. Garland también salió en defensa de las bases del FBI y del Departamento de Justicia, llamándolas "servidores públicos dedicados y patrióticos".

El Washington Post no describió los documentos en detalle ni si estaban relacionados con armas nucleares pertenecientes a Estados Unidos o a otra nación.

Trump no se opuso a la publicación de los documentos, aunque calificó el registro como una "incursión y allanamiento antiestadounidense, injustificado e innecesario" en su casa. Las autoridades dicen que el registro del FBI no fue una redada y que fue legalmente autorizado por una orden judicial aprobada por un juez que tendría que haber encontrado una causa probable de que se hubiera cometido un delito.

Si resulta que Trump se llevó ese material de la Casa Blanca, se plantearía la cuestión de por qué el expresidente queria estos documentos secretos después de dejar el cargo. La posibilidad de que ese material se guardara en una instalación no segura, en un club privado donde los invitados entran y salen, es potencialmente peligroso para la seguridad de la nacion.

Si bien es la primera vez que un ex presidente es sometido a un registro de este tipo, no es la primera vez que altos funcionarios del gobierno se someten a este tipo de escrutinio.

Los documentos de Mar-a-Lago: un caso casi inédito

La Ley de Registros Presidenciales, que se convirtió en ley en 1978, estableció una estructura de mantenimiento de registros en virtud de la cual los presidentes deben conservar los documentos de sus administraciones.

Tiene su origen en la legislación que el Congreso aprobó en 1974 para impedir que el ex presidente Richard Nixon destruyera cintas relacionadas con el escándalo Watergate. Cualquiera que oculte, retire o destruya un registro que esté bajo la custodia del gobierno de Estados Unidos puede enfrentarse a multas o a la cárcel.

En 1988, miembros de la administración de Reagan se enfrentaron a cargos penales por la destrucción de documentos relacionados con la financiación ilegal de los rebeldes nicaragüenses de la Contra. En 2005, Sandy Berger, funcionario de la administración del ex presidente Bill Clinton, fue condenado por el mal manejo de información clasificada. Berger escondió documentos en las perneras de sus pantalones y posteriormente destruyó parte del material clasificado y negó haberlos cogido.

Un juez federal impuso una multa de 50,000 dólares a Berger.

Hillary Clinton fue investigada en 2016 por utilizar una dirección de correo electrónico privada para intercambios con su personal del Departamento de Estado. En tres casos, las cadenas de correo electrónico incluían información con marcas de clasificación ambiguas.

Aunque nunca fue acusada, el director del FBI, James Comey, reprendió su manejo "extremadamente descuidado" de información muy sensible y altamente clasificada. El escándalo de los correos electrónicos acabó perjudicando su campaña para las elecciones presidenciales de 2016, que ganó Trump.

Irónicamente, Trump fue muy crítico con Clinton en ese momento diciendo que debería estar "encerrada".

En un discurso de la campaña electoral en agosto de 2016, Trump dijo " En mi administración, voy a hacer cumplir todas las leyes relativas a la protección de la información clasificada. Nadie estará por encima de la ley".

Un mes después dijo en un mitin; "También necesitamos la mejor protección de la información clasificada... El escándalo del correo electrónico privado de Hillary, que puso nuestra información clasificada al alcance de nuestros enemigos, la descalifica para la presidencia. Totalmente".

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