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Guerra Israel-Hamas

Cómo el ataque de Israel a la ONG del chef José Andrés ahonda el riesgo de hambruna en Gaza

Con menos organizaciones humanitarias en la región de Gaza, el escenario luce sombrío para los próximos meses ya que antes de abril, el peor panorama de la ONU estimaba que toda la población sufriría hambruna en julio de 2024.
Publicado 4 Abr 2024 – 05:41 AM EDT | Actualizado 4 Abr 2024 – 07:27 AM EDT
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Tras los ataques aéreos de Israel en Gaza que mataron el pasado martes a siete trabajadores de World Central Kitchen, varias organizaciones humanitarias suspendieron sus operaciones en la Franja palestina.

Eso ha aumentado los temores de la Casa Blanca de que el incidente tenga un efecto paralizante en otros grupos que llevan a cabo operaciones de asistencia en el territorio, según dijo el vocero de seguridad nacional, John Kirby.

El escenario luce sombrío para los próximos meses, ya que, antes de abril, el peor escenario de la ONU era que toda la población sufriría hambruna en julio de 2024.

Días atrás, el Departamento de Estado de EEUU dijo que, "probablemente", en algunas áreas del norte de Gaza, la gente ya está sufriendo hambruna.

Antes del ataque, el número de camiones que distribuyen ayuda en el sur y el centro de Gaza había llegado a ser casi 200 por día, un aumento respecto al mes anterior, pero se necesitaban muchos más.

Sin garantías de seguridad en Gaza

Las organizaciones sin fines de lucro, entre ellas la propia World Central Kitchen (WCK), indicaron que ahora deben determinar si sus trabajadores pueden proporcionar ayuda de manera segura en la región. La organización del popular chef José Andrés, ha pedido una investigación independiente de lo ocurrido, pero mientras anunciaron que detendrían sus actividades.

“Estamos horrorizados y con el corazón destrozado por el trágico asesinato de siete trabajadores humanitarios inocentes en Gaza”, dijo Chris Skopec, vicepresidente ejecutivo de salud mundial de Project HOPE, que dirige centros de salud en Rafah y Deir al-Balah, y proporciona suministros médicos y otras ayudas a hospitales del área.

Los tres vehículos de World Central Kitchen, atacados tras cargar alimentos en un almacén cercano, estaban marcados claramente y el ejército israelí conocía sus movimientos, dijo la organización.

Estos pasos son los que los trabajadores humanitarios utilizan para tratar de garantizar su seguridad en la peligrosa región, dijo Skopec. Por ello, el hecho de que el convoy de World Central Kitchen haya sido atacado a pesar de todo, aumentó el temor entre los cooperantes de la región, dijo.

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El chef José Andrés dice que Israel atacó a sus trabajadores "sistemáticamente, coche por coche"


Anera, que al igual que World Central Kitchen y Project HOPE, suministra ayuda humanitaria en Oriente Medio, también anunció el martes que daría el “paso sin precedentes” de pausar sus operaciones humanitarias en Gaza.

Desde el inicio de la guerra, el equipo de Anera ha proporcionado un promedio de 150,000 comidas diarias en Gaza.

“La descarada naturaleza del ataque contra el convoy de WCK demuestra que los trabajadores humanitarios actualmente están bajo ataque”, dijo el funcionario de relaciones públicas de Anera Steve Fake. “Nuestra decisión de reanudar la ayuda depende de la seguridad de nuestro personal”.

Por su parte, The International Medical Corps, que tiene uno de los mayores hospitales de campo en Rafah, con 140 camas, dijo que está “reconsiderando nuestro proceso”, incluidos sus planes de establecer otro hospital de campo en Deir al-Balah.

De acuerdo con datos de la ONU, más de 180 trabajadores humanitarios han muerto desde el inicio de la guerra en octubre pasado.

“No es señal de debilidad alimentar a extraños”: José Andrés

En un artículo publicado en el diario The New York Times, el chef José Andrés hace un recuento de la ayuda alimentaria que su organización proporcionó en lo que va del conflicto, tanto para palestinos como israelíes.

“Los israelíes, en el fondo de su corazón, saben que los alimentos no son un arma de guerra. Israel es mejor que la forma en que se libra esta guerra. Es mejor que bloquear el suministro de alimentos y medicinas a los civiles. Es mejor que matar a trabajadores humanitarios que habían coordinado sus movimientos con las Fuerzas de Defensa de Israel”, refiere en su texto.

También señaló que el incidente fue el resultado directo de una política que redujo la ayuda humanitaria a niveles desesperados.

“Los miembros del equipo ponen en riesgo sus vidas precisamente porque esta ayuda alimentaria es muy escasa y se necesita desesperadamente”, señaló.

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