La mayor joya de la corona sobre el féretro de la reina Isabel II
La corona reposó durante el funeral de Estado sobre el ataúd de la reina Isabel. Con ella fue coronada la monarca en 1953 y es la pieza más importante de las joyas reales. Entre sus numerosas gemas destaca, en la parte delantera, un gigantesco diamante de 317 kilates. En la parte de atrás de la corona se encuentra el ‘zafiro de Estuardo’. Tras la ceremonia final en Windsor, fue retirada del féretro.
Está montada sobre un marco en oro, en terciopelo púrpura. Pesa 2.3 libras (1.06 kg) y lleva casi 3,000 piedras, incluidos 2,868 diamantes, 273 perlas, 17 zafiros, 11 esmeraldas y cinco rubíes. La corona, que inicialmente fue fabricada en 1937, retoma el modelo de la que llevaba la reina Victoria. Se la llama "corona imperial de Estado", nombre que se remonta al siglo XV.
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El sentido mensaje en el collar de Kate
Kate, de luto riguroso, llevó un sombrero de ala ancha negro con un velo de red que cubría parcialmente su rostro. Pero en la gargantilla que llevaba puesta llevaba un sentido homenaje a la reina fallecida.
Esta es la historia: la gargantilla, de cuatro líneas de perlas y con remate en diamantes, pertenecía a la reina Isabel II. El collar fue un regalo de Japón en los años 70 y la monarca la usó en numerosas ocasiones. Isabel le prestó a Lady Di, fallecida madre del príncipe William, la gargantilla cuando ella era princesa de Gales, y también la usó numerosas veces en público.
Medios especializados en realeza destacan que Kate recibió en préstamo la gargantilla por parte de la reina. Kate la usó en el funeral de Felipe, en 2021, y en la celebración del 70 aniversario del casamiento de Isabel II y Felipe, en 2017. La reina Isabel, la princesa Diana, y ahora la princesa Kate: la gargantilla tiene un largo y sentido historial. Haciendo juego, Kate también usó los aretes de perlas que pertenecieron a la reina.
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En esta foto se ve a las mujeres de la realeza británica: (de izq. a der.) Meghan, la duquesa de Sussex; la reina consorte, Camila; príncipe George y la princesa Charlote (dos de los hijos de Kate y William; Kate, princesa de Gales y Sofía, condesa de Wessex, en la Abadía de Westminster. Crédito: HANNAH MCKAY/POOL/AFP via Getty Images
Los dos príncipes que no llevaron uniforme
En la primera fila de la escolta al féretro de Isabel II estaban sus cuatro hijos, el rey Carlos III; la princesa Ana; el príncipe Andrés, y el príncipe Eduardo (de izq. a der. en la foto). Justo detrás de ellos están los nietos de la reina (hijos de Carlos), William, el príncipe de Gales, y Harry, duque de Sussex.
De ellos seis, solo Andrés y Harry no llevaban uniforme. ¿Por qué? El Palacio de Buckingham informó que los príncipes Andrés y Harry no pueden llevar uniforme militar porque son "miembros de la realeza sin tareas oficiales".
En el caso de Andrés (quien solo llevó atuendo en vigilia por "señal especial de respeto") tuvo que abandonar sus actividades de realeza tras haberse visto involucrado en un escándalo de abuso sexual vinculado al fallecido pederasta Jeffrey Epstein, del que salió tras un acuerdo extrajudicial con una mujer que le acusó de haber abusado de ella cuando era menor. La reina le despojó de todos sus puestos militares honorarios.
En el caso de Harry y su esposa Meghan, abandonaron sus funciones como miembros de la monarquía en enero de 2020 para mudarse a Estados Unidos.
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En esta imagen se puede ver más en detalle a Harry y Andrés sin uniformes. (Primera fila desde la izquierda) el rey Carlos III; la princesa Ana; el príncipe Andrés, y el príncipe Eduardo, conde de Wessex. (Segunda fila desde la izquierda) William, príncipe de Gales; el príncipe Harry, el duque de Sussex y Peter Phillips (hijo de la princesa Ana). (En la tercera fila desde la izquierda) el príncipe Ricardo; el duque de Gloucester y el vicealmirante Timothy Laurence. Crédito: WPA Pool/Getty Images
El detalle de las flores sobre el féretro de la reina
Encima del ataúd, junto a los símbolos del poder real, estaba colocada una guirnalda de flores que tenía un gran significado para la difunda monarca. De acuerdo con la cuenta oficial de Twitter de la familia real británica, la corona estaba conformada por romero, ramas de roble inglés y mirto (este último cortado de la planta que se cultivó con una rama sacada del arreglo de boda de la reina en su casamiento con el príncipe Felipe en 1947).
Las flores tenían tonos dorados, rosados y rojo profundo, con toques de blanco, y fueron cortadas de jardines de las residencias reales. Crédito: HANNAH MCKAY/POOL/AFP via Getty Images
El broche que eligió llevar Camila
Camila llevó un broche de diamante llamado Hesse Diamond Jubilee, indicaron medios especializados. La reina consorte llevó el prendedor en forma de corazón, en la solapa izquierda de su atuendo. La joya tiene el número 60 en diamante y zafiro. ¿Cuál es la historia del broche? La revista Vogue en su edición británica apunta que fue un regalo para la reina Victoria de parte de sus nietos, descendientes de la princesa y duquesa de Hesse y del Rin, Alicia.
La revista apunta que la última vez que esta pieza había sido vista fue en 1897, en el Instituto Imperial de Londres. Camila se unió a la familia real oficialmente en 2005, momento en que el broche reapareció, para luego usarlo en varios eventos públicos. Según apunta la publicación, este broche de Camila, que rompe con la tradición de las perlas y los diamantes en luto, parece un guiño a la reina Isabel que era "famosa" por enviar mensajes a través de sus broches. Crédito: Chris Jackson/Getty Images
Qué decía el único mensaje sobre el féretro de la reina Isabel II
Entre los símbolos del poder real y la guirnalda de flores que estaba en el tope de la urna, estaba una pequeña nota, un mensaje de despedida del rey Carlos III que simplemente decía: “En memoria amorosa y devota. Carlos R.”
Es la primera vez que Carlos ha usado la "R" para identificarse a sí mismo. Es la inicial de "Rex", que en latín significa rey y es cómo los soberanos británicos firman la correspondencia. Su madre, la reina Isabel II firmaba como "Elizabeth R". para "Regina", o reina.
Las notas personales en los ataúdes en funerales públicos es una tradición no oficial de la familia real británica. Anteriormente, la reina dejó notas sobre los ataúdes de su madre, Isabel, la reina madre, quien murió en 2002, y de su esposo, el príncipe Felipe, quien murió el año pasado. Crédito: WPA Pool/Getty Images
El homenaje de Meghan Markle a la reina
Meghan también hizo un pequeño homenaje simbólico a la reina fallecida. Eligió llevar unos aretes colgantes de perla y diamante que la reina Isabel II le regaló en 2018. Las perlas y el diamante son una tradición de luto de la familia real porque son vistas como un símbolo de pureza, sobriedad.
La semana pasada, en los eventos de despedida a la reina, Meghan eligió llevar esos mismos aretes. La duquesa llevó este lunes un vestido diseñado por Stella McCartney, con diseño de capa, y un sombrero de ala ancha de Stephen Jones.
Crédito: Chris Jackson/Getty Images
Un carro que no fue llevado por caballos
El féretro de la reina Isabel II fue trasladado hasta la Abadía de Westminster, lugar de su funeral, en una ' cureña', un histórico carro de la Marina Real reservado para funerales de Estado. ¿Por qué no fue tirado por caballos? La tradición de la 'cureña' data de 1901, por el funeral de la reina Victoria, cuando el carro era llevado por caballos que estaban 'asustados' al punto que se temió que hicieran caer el féretro, indican medios.
Por ello, explica el medio británico BBC, desde entonces es llevado por marinos de la Marina Real. El carro tiene 123 años de antigüedad y ya ha trasladado los féretros de cinco monarcas en total: Victoria, Eduardo VII, Jorge V, Jorge VI e Isabel II. Crédito: MARC ASPLAND/POOL/AFP via Getty Images
En esta imagen se ve el detalle del carro en el cortejo fúnebre de la reina Isabel II este lunes 19 de septiembre. El carruaje de la Marina Real viajó a lo largo de todo el
Mall, que es la avenida que conecta el Palacio de Buckingham con el centro de Londres.
Crédito: Chip Somodevilla/Getty Images
Crédito: Chip Somodevilla/Getty Images
A medida que la procesión avanza, las calles de Londres lucen concurridas y se quedan en silencio al paso del féretro de la reina Isabel II presentando sus respetos. El Big Ben da campanadas a intervalos de 60 segundos mientras el cortejo se dirige hacia el Arco de Wellington.
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La inusual presencia de los emperadores
Entre el medio millar de jefes de Estado y de gobierno del mundo entero, destacó la presencia de la pareja imperial japonesa, el emperador Naruhito y la emperatriz Masako, en su primer viaje al exterior desde que ascendieron al trono en 2019.
Tradicionalmente, un emperador japonés no asiste a funerales, dentro o fuera del país, porque la religión sintoísta que profesan considera impura la muerte. La decisión de Naruhito de asistir al funeral de la reina subraya la importancia y el profundo vínculo entre ambas familias reales que han mantenido un estrecho vínculo durante tres generaciones, desde los tiempos del emperador Hirohito.
El gobierno japonés informó que había solicitados a la pareja imperial aceptar la invitación de la realeza británica, considerando las estrechas relaciones. Crédito: WPA Pool/Getty Images
Biden llegó en "La bestia" por protocolo estadounidense
El presidente Joe Biden y la primera dama Jill llegaron a la Abadía de Westminster, al funeral de Estado, en su automóvil presidencial The Beast en una caravana privada, a diferencia de otros líderes mundiales que llegaron en vehículos incluidos en el protocolo real británico.
Mientras que otros líderes mundiales viajaron en buses, la seguridad para el presidente estadounidense establece estrictamente el traslado del jefe de Estado en un vehículo blindado en caravana con vehículos de seguridad rodeándolo.
Crédito: Hannah Mckay/AP
