Xi ofrece osos a Biden: ¿en qué consiste la diplomacia de los pandas y cómo la usa China?
Tras la reunión de este miércoles con el presidente Joe Biden en San Francisco, California, Xi Jinping, anunció que China enviará nuevos ejemplares de oso panda a Estados Unidos, después de que este mes partieran de regreso a su país los tres que tenía el Zoológico Nacional del Smithsonian de Washington.
“Estamos dispuestos a continuar nuestra cooperación con Estados Unidos sobre conservación de pandas y hacer todo lo que podamos para cumplir los deseos de los californianos para estrechar los lazos amistosos entre nuestros dos pueblos”, dijo el presidente chino en su discurso durante una cena con empresarios.
Xi Jinping no especificó cuándo o a dónde serían enviados los pandas, aunque pareció sugerir que irían a California. Describió a los animales como “enviados de amistad entre los pueblos chino y estadounidense”.
No es la primera vez que los osos panda —animales enternecedores, símbolos de bondad y amabilidad— se convierten en un complemento de la distensión entre el gigante asiático y Estados Unidos.
Fueron el rompehielos del establecimiento de relaciones diplomáticas entre Washington y Pekín en 1972, y ahora parece ser que vuelven a convertirse en un trofeo de un nuevo deshielo entre las dos potencias rivales, cuyas relaciones bilaterales atravesaban una profunda crisis.
¿Cómo usa China a los osos panda en sus relaciones diplomáticas?
Los osos panda gigantes han sido un símbolo de amistad y una herramienta diplomática china para consolidar lazos desde hace siglos.
En 1972, antes de la normalización oficial de relaciones bilaterales entre China y EEUU, los pandas se convirtieron en el símbolo de un nuevo acercamiento entre ambos países. Durante una histórica visita de Estado del presidente Richard Nixon a Pekín, la primera dama, Pat Nixon, comentó que los pandas eran hermosos y que amaba a esos animales, a lo que su anfitrión, el entonces primer ministro chino, Zhou Enlai, le respondió que le regalaría unos. Dos meses después, el Zoológico Nacional de Washington tuvo su primera pareja de pandas.
Los animales se hicieron tan populares en la capital estadounidense que el regalo de China se convirtió en un gran éxito diplomático y despertó un creciente entusiasmo por el nuevo acercamiento, al punto de que, dos años después, el primer ministro británico Edward Heath visitó China y pidió a los líderes asiáticos osos pandas para Reino Unido. Semanas después, el Zoológico de Londres tuvo los suyos, que serían la inspiración para crear el logo del Fondo Mundial para la Naturaleza.
Pero a medida que esta especie de animales empezó a estar cada vez más en peligro de extinción, la diplomacia de los pandas evolucionó y en 1984, en vez de un regalo pasaron a ser un préstamo científico por un tiempo determinado, 10 años, sujeto a negociación para extender el plazo y al escrutinio de funcionarios chinos sobre el cuidado de los animales.
Los nuevos términos incluyen que cada país que tenga a los pandas debe pagar una tarifa anual de alrededor de un millón de dólares por cada oso y que los cachorros nacidos en el extranjero serían llevados a China antes de cumplir cuatro años. El dinero recaudado se dedica a programas de conservación de pandas.
La reciente postura de China de reclamar sus pandas, sobre todo de países occidentales, no ha pasado desapercibida y es un eco del rol geopolítico que está asumiendo el gigante asiático.
En el caso de los tres ejemplares del Zoológico Nacional de Washington, que la semana pasada emprendieron su viaje de regreso a China, el contrato llegaba a su fin en diciembre. Ya había sido extendido en otras ocasiones y algunos tenían esperanzas de que pudiera volver a renovarse, pero no fue así.
No ha ocurrido solo con EEUU, también deben retornar los pandas de Reino Unido y probablemente los de Australia y aunque han circulado bulos por redes sociales de maltrato a estos animales en EEUU y otros países, no hay evidencias de que la decisión de China sea más científica que estratégica.
Con la partida de Tian Tian, Mei Xiang y el pequeño Xiao Qi Ji, solo quedan cuatro pandas en EEUU, todos en el Zoológico de Atlanta, que tienen previsto su regreso a China el año que viene.
Mientras los pandas están siendo reclamados de EEUU o Reino Unido, China envió nuevos ejemplares a Qatar antes de la Copa Mundial de Fútbol del año pasado, mostrando el interés del gigante asiático en el Medio Oriente.
El anuncio de este miércoles de Xi Jinping de que su país volverá a enviar pandas a EEUU tranquiliza a los amantes de estos animales que temían que no quedara ningún ejemplar en el país, y a la vez se muestra como un premio al nuevo intento de acercamiento, tras meses de gran tensión, sobre todo después de que EEUU derribara un globo espía chino que sobrevoló varios estados del país.
