Las excusas de los republicanos ante Trump, tras ser imputado por el gran jurado en Nueva York.

La próxima vez que le preguntes a algún republicano sobre Trump tras ser imputado por un gran jurado en Nueva York, lo más probable es que mencionen a Hillary Clinton, Bill Clinton, o a la familia Joe Biden, con el único propósito de victimizar a Trump.

Sin embargo, los casos de Clinton y Trump tienen diferencias claves, según expertos legales. El pago de 850.000 dólares de Bill Clinton a Paula Jones en 1998 resolvieron una demanda civil. El pago fue público y legal, y los fondos no procedían del gobierno, ni equivalía a una contribución de campaña.

En comparación, el pago en el caso de Trump fue a través de una empresa fantasma y reembolsado por Trump, cuya empresa registró los reembolsos como gastos legales en las últimas semanas de su campaña presidencial de 2016.

Recientemente, al presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, se le preguntó si a los republicanos les preocupa si Trump podría haber "falsificado registros comerciales para encubrir pagos de dinero por silencio para encubrir este supuesto romance con una actriz porno". Como era de esperar, contestó que si Clinton no fue detenida por su controversia sobre la financiación de su campaña, Trump no debería ser detenido por la suya.

Pareciera que, como muchos republicanos, tampoco ha estudiado cada caso a profundidad.

La campaña de Clinton en 2016 aceptó una multa civil de 8,000 dólares tras una investigación de la FEC sobre cómo se informó del dinero de la campaña. De acuerdo con The Washington Post, esta analogía no es fuerte, dado, en primer lugar, que la Campaña y el Comité Nacional Demócrata se enfrentaron a un castigo por la presentación de informes y, en segundo lugar, que se centró en la mecánica de informar adecuadamente los gastos de campaña a la FEC.

Asimismo, el representante republicano Andy Biggs afirmó que existe "un sistema judicial de dos niveles". "Ahora el presidente Trump hace algo similar y él [el fiscal del distrito de Manhattan] lo quiere encarcelar". Pero también se le olvidó mencionar que, a diferencia de Trump, Clinton no pagó dinero por silencio; simplemente resolvió un caso civil. Es más, Clinton no trató de mantener el acuerdo en secreto, que es lo contrario de lo que ocurrió entre Trump, Michael Cohen y Stormy Daniels.

Es absolutamente irónico que el partido que insiste en que esta es una cacería de brujas, están haciendo lo mismo en el caso del hijo del presidente Joe Biden. El presidente de la Comisión de Control y Rendición de Cuentas de la Cámara de Representantes, James Comer, y su comité, intentan revelar si los negocios del hijo de Biden en el extranjero estaban relacionados con el propio presidente. Esto a pesar de que el 55% de los estadounidenses, incluida una mayoría de independientes, dicen creer que los republicanos dedican "demasiado tiempo a investigar al presidente Joe Biden y no el suficiente a otras prioridades".

Pareciera que a las voces republicanas solo les preocupa que el sistema de justicia “no funciona” o no es “justo”, c uando el investigado se trata de un político o Trump. Si realmente creyeran que el Departamento de Justicia es “injusto” pondrían más atención a cómo personas de color siguen siendo impactadas desproporcionadamente por problemas como el encarcelamiento masivo, y a cómo los hombres afroamericanos tienen aproximadamente cinco veces más probabilidades de ser encarcelados que los hombres blancos, y casi 13 veces más si están en el grupo de edad de 18-19 años.

Si de veras existiera un deseo de hablar de un sistema de justicia más “justo”, los republicanos como Ron DeSantis no estuvieran proponiendo ideas que criminalizan a inmigrantes y a aquellos que decidan servir de apoyo a familias indocumentadas, como lo hace la propuesta SB 1718 .

Si de veras los republicanos quieren un sistema de justicia “justo” no estarían criminalizando las decisiones que las mujeres hacen sobre su cuerpo y su salud. Como ocurre en Texas, donde se establece que practicar un aborto puede considerarse un delito grave de primer grado, castigado con cadena perpetua o con una pena de entre cinco y 99 años de prisión.

Las excusas de los republicanos demuestran que solo buscan que Donald Trump reciba un trato especial y que en realidad nunca les ha importado un sistema judicial justo. Por décadas, la vida de Trump ha estado llena de problemas legales, demandas y acusaciones de todo tipo. Desde la investigación por discriminación racial contra el negocio inmobiliario de su familia por negarse a alquilar apartamentos a inquilinos negros, sus negocios han sido objeto de decenas de demandas civiles y numerosas investigaciones. Nadie debería estar sorprendido que hemos llegado acá.

La peor excusa es decir que “este caso no es suficientemente fuerte” porque eso afirma abiertamente que a los mandatarios se les debe permitir ciertos privilegios legales. Decir que este caso no es tan fuerte, es admitir que los que vienen sí lo son.

El 56% de los americanos creen que las investigaciones sobre Trump son justas. El partido que hace unos años abrazaba el lema “lock her up” pidiendo que encarcelaran a su oponente político Hillary Clinton y a la familia de Biden, hoy dejan claro que solo quieren que la justicia funcione en una dirección y llaman persecución política a un caso que amerita su debido proceso legal y jurídico como el de cualquier ciudadano de este país.

¿Seguirán defendiendo a Trump en el caso de Georgia? ¿En el caso del 6 de enero? ¿O en el caso de los documentos clasificados?

No más excusas. Es tiempo de pasar la página y sanar el daño y caos político que Trump trajo a este país.

Nota: La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es) y/o a la(s) organización(es) que representan. Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.