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Sin una acción climática, el desplazamiento por los huracanes nunca terminará

"Después del Huracán María, Puerto Rico continúa estando lleno de vida y hay señales de resiliencia por todos lados. Pero tanto la reconstrucción, como permanecer con vida, no deberían ser una batalla a medida que se avecina cada temporada de huracanes".
Opinión
Directora del programa Chispa Florida
2021-09-27T18:11:46-04:00
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Efectos del Huracán María Crédito: David Maris

Hace cuatro años, esta semana, mi familia, amigos y vecinos en Puerto Rico vivieron y murieron a manos del Huracán María. Más de 4,000 personas fallecieron producto de una temporada de huracanes considerada inusualmente brutal, dejando a miles de hogares sin nada, en cuestión de unas cuantas horas. Aquellos que sobrevivieron enfrentaron trastornos emocionales, financieros y físicos, y el dolor no paró cuando terminó la tormenta. Las familias fueron separadas, obligadas a abandonar sus viviendas y amigos después de que el clima extremo continuara azotando la isla y la falta crónica de recursos los empujara a irse para encontrar un lugar más seguro donde vivir.

En 2017 y 2018 se registraron cifras récord de refugiados climáticos provenientes de la isla, pero incluso cuatro años después, esto no ha terminado. El clima extremo continúa asolando Puerto Rico, y el flujo de personas que escapan de la destrucción ambiental no se ha contenido. Aquellos que se quedaron continúan enfrentando una falta de recursos básicos grave, una economía desplomada y la amenaza constante de otro huracán, lo que significa que los boricuas continúan mudándose lejos de sus hogares para escapar de los efectos prolongados del clima extremo. No siempre fue así.

La crisis climática está haciendo que los eventos climáticos sean más intensos, más destructivos y más frecuentes. Sin una acción climática audaz, las personas continuarán siendo desplazadas por millones, y desastres como el huracán María ocurrirán una y otra vez.

Ahora, tenemos una oportunidad histórica de aprobar el plan Build Back Better, una serie de disposiciones que impactarán a todo el país al detener los peores efectos de la crisis climática. Las disposiciones en el proyecto de ley de reconciliación que está moviéndose por el Congreso en estos momentos, son un paso sin precedentes. Si logra aprobarse, se traducirá en un cambio generalizado a una energía renovable y a los servicios públicos, un Cuerpo Civil del Clima para lograr los proyectos de resiliencia que impactarán a todo el país, incluido Puerto Rico, y una buena parte del presupuesto de 3.5 billones de dólares destinado a recortar las emisiones en un 45%; este proyecto de ley podría poner en marcha la gran acción climática que necesitamos.

Aquellos que fueron desplazados de la isla, muchos de los cuales viven ahora en Florida, Nueva York y Pennsylvania, también se beneficiarían de este proyecto de ley, el cual traería estabilidad y resiliencia a toda la nación y evitaría futuras migraciones forzadas gracias al cambio climático.

Además, la iniciativa de Justice40 del presidente Biden se ha comprometido a dedicar el 40% de los fondos federales a proyectos climáticos para las comunidades de primera línea. Debemos lograr que el Congreso cumpla con este compromiso con la justicia racial y ambiental, uno que les dé a los boricuas en todo el país, a aquellos activistas, líderes y comunidades que permanecen en la isla, el apoyo que necesitan para reconstruirse en una comunidad próspera y resiliente al clima.

Después del Huracán María, Puerto Rico continúa estando lleno de vida y hay señales de resiliencia por todos lados. Pero tanto la reconstrucción, como permanecer con vida, no deberían ser una batalla a medida que se avecina cada temporada de huracanes. No debería haber evacuaciones forzadas y migraciones para escapar del clima extremo. El Congreso debe aprobar una acción climática inmediata y decisiva para que las familias puedan permanecer unidas, para que los niños puedan envejecer en la seguridad de su comunidad y para que las ciudades y pueblos puedan prosperar sin el ciclo repetitivo de destrucción y reconstrucción.

La crisis climática no impacta solo a la tierra. Sus repercusiones dejan cicatrices que se transmiten a través de generaciones de familias destrozadas, de padres e hijos muertos por el clima extremo o la falta de recursos que sigue, y la injusticia a la que están sujetas las comunidades de primera línea durante la recuperación. Nuestro futuro no tiene que verse de esta manera, y nuestros niños no tienen que sufrir como lo hemos hecho nosotros. El momento para una acción climática es ahora. No podemos esperar.

Nota: La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es) y/o a la(s) organización(es) que representan. Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.


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