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Afganistán

Un día y un minuto antes de lo previsto, EEUU sale de Afganistán y acaba con su guerra más larga

El anuncio del Pentágono termina con una caótica y sangrienta retirada que inició pocos días antes de que el grupo Talibán completara un sorpresivo avance que los llevó a controlar el poder en Kabul el pasado 15 de agosto y que deja en la incertidumbre a millones de afganos.
30 Ago 2021 – 08:44 PM EDT
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A las 11:59 pm de este lunes, hora de Afganistán, Estados Unidos completó la retirada de tropas de ese país asiático. Un día y minuto antes de la fecha en que el presidente Joe Biden había puesto como límite para abandonar el país tras 20 años de ocupación militar.

El último uniformado estadounidense en salir fue el general Chris Donahue, según un mensaje publicado por el Departamento de Defensa en su cuenta Twitter.


El general Frank McKenzie, jefe del Comando Central de Estados Unidos, dijo que el último vuelo de Kabul despegó hacia las 3:29 pm, hora de Washington DC, un minuto antes de la medianoche en Afganistán. McKenzie explicó que algunos ciudadanos estadounidenses, de quienes dijo “eran pocos”, habían quedado en Afganistán, aunque aseguró que aún podrían salir del país.

La retirada pone punto final a la guerra más larga en la historia de Estados Unidos, un colofón salpicado por un atentado a las afueras del Aeropuerto Internacional Hamid Karzai de Kabul que le costó la vida a 169 afganos y 13 militares estadounidenses.

Algunos de los militares caídos rondaban la veintena de años: unos no habían nacido y otros eran unos bebés cuando empezó el conflicto.


Los últimos vuelos militares desde la terminal aérea pusieron fin a dos semanas en las que miles de tropas intentaron evacuar a decenas de miles de afganos, estadounidenses y ciudadanos de otros países que buscaban escapar del regreso al poder del Talibán.

Fue el último capítulo de una guerra que comenzó en respuesta de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, que dejaron cerca de 3,000 muertos en Nueva York, Washington DC y Pennsylvania.

Triunfo y derrota

La accidentada retirada de las tropas estadounidenses ha supuesto el primer gran golpe para el gobierno de Biden, que ha enfrentado críticas de republicanos y demócratas por igual por la manera como se llevó a cabo la fase final de la operación.

Biden se ha defendido argumentando que no había opción para una retirada ordenada y afirmó que extender la presencia militar de EEUU en Afganistán estaba fuera de discusión.

Originalmente el retiro estaba pactado para el 31 de mayo, según el acuerdo que el expresidente Donald Trump negoció con los talibanes en febrero del año pasado.

Cuando Trump llegó a la Casa Blanca, en 2017, dijo que su intención era salir de Afganistán, pero luego cambió su postura y añadió varios miles de efectivos estadounidenses y escaló los ataques contra los talibanes.

Dos años después, su administración estaba buscando un acuerdo con el grupo y en febrero de 2020 las dos partes firmaron un acuerdo que incluía una retirada completa de Estados Unidos para mayo de 2021 y la liberación de 5,000 talibanes presos en cárceles de Pakistán y Afganistán.

A cambio, los talibanes prometieron no atacar a las tropas estadounidenses, entablar negociaciones de paz con el gobierno afgano respaldado por los aliados y no dejar que el país se convirtiera de nuevo en refugio de terroristas.

Biden sopesó los consejos de los miembros de su equipo de seguridad nacional que abogaron por retener a los 2,500 soldados que estaban en Afganistán cuando asumió el cargo en enero. Pero a mediados de abril anunció su decisión de retirarse por completo e inicialmente fijó septiembre como fecha límite para salir.


Desde que los talibanes se hicieron con el poder el 15 de agosto, el aeropuerto de Kabul se convirtió en el último bastión de una guerra de 20 años que cobró la vida de más de 2,400 soldados estadounidenses y al menos 150,000 militares y civiles afganos, según datos del Costs of War Project un centro de análisis de las universidades de Brown y Harvard.

Los talibanes impulsaron una ofensiva y a principios de agosto se hicieron con el poder en ciudades clave, incluidas varias capitales de provincia.

El ejército afgano se derrumbó, a veces rindiéndose en lugar de dar la batalla, y poco después de que el presidente Ashraf Ghani huyera del país, los talibanes entraron en Kabul y asumieron el control.

Quedan varias incógnitas sobre por qué el fin de la guerra ocurrió en estas circunstancias.

Está previsto que comités del Congreso lleven a cabo audiencias públicas para investigar los últimos meses previos a la salida estadounidense.

Originalmente, Washington planeaba retirar todas sus tropas pero tenía la intención de mantener abierta su embajada en Kabul y dejarla bajo la protección de 650 militares, un plan que fue después descartado tras el veloz ascenso talibán.

El Departamento de Estado ha dejado abierta la posibilidad de continuar con algún nivel de comunicación diplomática con el Talibán, si estos respetan acuerdos internacionales sobre los derechos humanos, una de las principales preocupaciones con el nuevo régimen.

Vuelta al origen

La velocidad con la que los talibanes capturaron Kabul, a mediados de agosto, tomó por sorpresa a Estados Unidos y aceleró la evacuación que fue llevada a cabo principalmente por la Fuerza Aérea estadounidense.

En medio del caos que se produjo el 15 de agosto con la llegada de los talibanes a la capital, murieron varios afganos que intentaron desesperadamente entrar a una de las naves, entre ellos uno que trató de colgarse de un ala de un C-17 cuando despegaba de la pista.

Al día siguiente, los militares lograron recuperar el control del aeropuerto. Y aunque desde entonces, al menos 100,000 personas -la mayoría de ellos afganos- pudieron salir del país a través del puente aéreo, el daño a la imagen estaba hecho.

El otro debate gira en torno a todo el sacrificio en vidas y la inversión en dinero que significó la aventura afgana en estos 20 años para que el país quede de nuevo en manos de los mismos a los que se desalojó del poder.

Además, si bien algunas partes de Afganistán han avanzado durante los años de la guerra y existe una sociedad más libre en las ciudades que la que había bajo el férreo control de los talibanes, la mayor parte del país permanece en la pobreza.

Según datos de 2019 recopilados en el CIA World Factbook, el PIB per capita afgano era de 2,065 dólares. La cifra en México es de 19,796 y en Estados Unidos, de 62,530.

Pero el mayor temor de muchos dentro y fuera del país es que los talibanes reinstalen el régimen fundamentalista basado en su radical interpretación de la ley islámica o sharia que caracterizó su mandato entre 1996 y 2001, y que fue especialmente duro con niñas y mujeres.

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