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Elecciones

¿Ningún texano buscará la presidencia en 2024? Sería algo no visto en unas elecciones en décadas

Esto no significa que sea un hecho que ningún texano buscará el sillón presidencial. Algunos todavía puede que lo anuncien. Tal es el caso del gobernador republicano Greg Abbott, quien tomaría una decisión hacia el Memorial Day.
Publicado 26 Feb 2023 – 07:45 AM EST | Actualizado 26 Feb 2023 – 07:45 AM EST
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Es muy temprano todavía, pero las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos podrían tener una tónica no vista en los últimos 50 años: ningún aspirante de Texas.

Un 'toque' característico que se evidenció recientemente detrás de las puertas de un evento de donantes republicanos a las afueras de la capital de Texas, Austin, en el que estuvieron figuras del partido como el exvicepresidente Mike Pence y la exgobernadora de Carolina del Sur Nikki Haley, quien anunció ya su aspiración presidencial.

Esto no significa que sea un hecho que ningún texano buscará el sillón presidencial. Algunos todavía puede que lo anuncien. Tal es el caso del gobernador republicano Greg Abbott, quien tomaría una decisión hacia el Memorial Day. El senador republicano Ted Cruz, quien aspiró en 2016, dijo que está enfocado en ser reelegido el próximo año. Y Will Hurd, un exagente de la CIA y excongresista de San Antonio, está considerando entrar en carrera, según asesores.

Si ninguno de ellos finalmente se decide a intentar llegar a la Casa Blanca en este ciclo electoral sería la primera vez desde 1972 sin al menos un candidato que haya alcanzado relevancia política en Texas o que haya vivido en ese estado mientras aspira al cargo. Para encontrar el último ciclo presidencial en el que no hubo aspirantes texanos de peso hay que echar hacia atrás hasta 1952, cuatro años antes de que Lyndon B. Johnson hiciera su primer intento presidencial.

"Los votantes claramente apoyaron algunas enmiendas constitucionales en esos días: 'Si eres gobernador de Texas, debes considerar buscar la presidencia'", bromeó Dave Carney, el principal estratega de Abbott y un asesor clave de Rick Perry cuando él intentó alcanzar el cargo. "Y muchos de ellos lo han tratado, para bien o para mal", agregó.


Ciertamente ha habido intentos menos recordados de texanos por sentarse en el sillón presidencial. Estuvo el del senador demócrata Lloyd Bentsen en 1976 y los de los republicanos Ron Paul, en 2008, y Phil Gramm en 1996. John Connally fue gobernador demócrata de Texas de 1963 a 1969, pero intentó llegar a la Casa Blanca como republicano en 1980. El empresario de Dallas Ross Perot nunca tuvo un cargo en el gobierno, pero montó campañas presidenciales en 1992 y 1996.

Texas, aunque no tenga aspirante, mantiene un enorme peso político

Aunque este ciclo avance sin ningún aspirante texano, eso no necesariamente significa que el estado tenga un menor peso político. La creciente población de Texas ha sumado casi 4 millones de residentes desde 2010, y se ha tornado más joven y diversa. Además, su economía ha seducido a compañías de otros rincones del país.

Texas se ha convertido, asimismo, en un bastión de las prioridades de conservadores al promulgar una de las leyes antiaborto más estrictas del país antes de que la Corte Suprema derogara Roe v. Wade y relajar significativamente las restricciones a la tenencia de armas al tiempo que pide más dureza federal a lo largo de la frontera con México.

"Me decepciona cada año que no hay un texano en la carrera presidencial", dijo George Seay, un donante importante del Partido Republicano basado en Dallas y que fue el tesorero de Perry en 2012 y respaldó a Marco Rubio en 2016. "Con todo mi respeto a Florida, un estado que voltea hacia la derecha desde un punto de vista político, Texas es el sol, la luna y las estrellas", agregó.

Una posible carrera presidencial sin un texano sería diferente a los recientes ciclos electorales, que tuvieron a más de un aspirante. La primaria presidencial del 2012 del Partido Republicano enfrentó a Paul y a Perry, y la del 2016 a Perry con Cruz. El exrepresentante Beto O'Rourke y el exalcalde de San Antonio Julián Castro corrieron ambos en la primaria demócrata del 2020.


Si bien solo tres presidentes han llamado hogar a Texas, ese estado ha dejado su huella en Washington DC.

Mucho después de que dejara el cargo, un vuelo de Braniff Airlines llamado el 'LBJ Special' siguió haciendo cada tarde la ruta desde el Dulles de Washington hasta Austin, algo inusual para ese tiempo. El rancho del presidente George W. Bush en Crawford, Texas, era 'la Casa Blanca del oeste' únicamente porque el rancho de Johnson en Stonewall, donde pasó casi una cuarta parte de su presidencia, había bautizado como 'la Casa Blanca de Texas'.

Bush incluso trasladó en una ocasión a su jefe de banquetes, Eddie Deen, desde Dallas hasta Washington DC para que preparara costillas y japaleños rellenos en sus ceremonias de toma del cargo. Su padre, el expresidente George H.W. Bush, fue congresista por Houston e incorporó la idiosincracia del estado en su sello político.

"Todo es más grande en Texas, incluyendo el ego de nuestros de por sí ya enormes políticos", dijo Mark Updegrove, presidente ejecutivo de la Lyndon Baines Johnson Foundation, quien destacó que echar mano de su altanería texana ha tenido réditos para los candidatos presidenciales de ambos partidos.

Los texanos darán señales de potenciales aspiraciones hacia mayo

Desde que la era moderna de las campañas presidenciales arrancó en 1972, los texanos han estado más involucrados que cualquier otro estado en más ciclos electorales. Aspirantes en California han lanzado, en promedio, más intentos: 19 según Eric Ostermeier, un investigador de la Universidad de Minnesota. Pero los texanos y neoyorquinos llegan en segundo con 15 aspirantes en total cada uno.

Ostermeier explicó que considera que un aspirante era de alguno de esos estados si su carrera política despegó en ellos o si vivió allí cuando buscó la presidencia. Eso significa que Marianne Williamson, nacida en Houston y que vive en Beverly Hills y prepara su aspiración presidencial demócrata, calificaría como californiana.

Habrá más claridad sobre si algún texano buscará la presidencia en 2024 después de que la Legislatura estatal recese en mayo. Carney dijo que Abbott evaluará llegado ese momento "el estado de la carrera y si tiene algún punto diferenciador que pueda resultar atractivo para los electores".

Hurd, quien se retiró del Congreso en 2021 luego de tres períodos representando al distrito más competitivo de Texas en la Cámara de Representantes, viajó recientemente a New Hampshire y tiene previsto visitar otros estados clave al inicio de las primarias.

Cruz dijo que su foco está en la carrera senatorial del próximo año, pero que no descarta otro intento presidencial. Podría decantarse por ambos porque la ley lo permite.

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