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Con Trump a las puertas de la Casa Blanca, la relación entre Obama y Netanyahu toca fondo

Los dos países amigos han tenido a líderes enemistados desde que Barack Obama y Benjamin Netanyahu asumieron el poder en 2009. El relevo en la Casa Blanca parece augurar un período distinto.
29 Dic 2016 – 11:50 AM EST
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Obama y Netanyahu se reunieron en la Casa Blanca en 2011 Crédito: Alex Wong/Getty Images

WASHINGTON. Tras ocho años de convivencia en el poder de Barack Obama y Benjamín Netanyahu, quedan lejos los días en que la relación entre los líderes de EEUU e Israel parecía de uña y carne.

El choque más reciente a cuenta del voto crítico a Israel en Naciones Unidas, menos de un mes antes de que Donald Trump se siente en el Despacho Oval, ha puesto culmen a un largo desencuentro, desde que Obama y Netanyahu asumieron el poder en sus respectivos países en 2009.

En un comunicado transmitido en televisión nacional, el primer ministro israelí Netanyahu arremetió contra el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, por el discurso crítico de Israel que dio en Washington este miércoles. El discurso de Kerry tenía por fin defender la abstención de EEUU la semana pasada en el Consejo de Seguridad de la ONU que permitió que se aprobara una resolución crítica de Israel por su política de colonias en los territorios palestinos ocupados.

Minutos antes, un comunicado difundido por la oficina del mandatario israelí había llamado el discurso de Kerry “sesgado contra Israel” y enfocado en los asentamientos judíos en territorio palestino de manera “obsesiva”.

Las relaciones entre ambos países fueron salpicadas de provocaciones por parte de Israel, como el anuncio de nuevos asentamientos judíos en plena visita del vicepresidente Joe Biden a ese país en 2010 o el discurso que dio Netanyahu frente al Congreso de EEUU en el 2015.

Punto de roce: el acuerdo con Irán

De todos los agravios de los que se queja Netanyahu, el mayor es el acuerdo nuclear que dio un respiro a su enemigo iraní.

Las negociaciones entre Estados Unidos e Irán que culminaron en julio de 2015 pusieron fin a las sanciones de EEUU contra ese país.

Netanyahu llamó al acuerdo un “error histórico impresionante” y afirmó que no era vinculante para Israel. A lo largo de su campaña, el acuerdo fue objeto de críticas de Donald Trump, que acusó a Obama de una postura demasiado blanda de cara a Irán. El presidente estadounidense se defendió en varias ocasiones de sus críticos al argumentar que era la mejor alternativa viable, dadas las circunstancias.

En marzo de 2015, en medio de las negociaciones, John A. Boehner, líder de los republicanos en el Congreso invitó a Netanyahu a Washington. El gesto se hizo sin consultar con la Casa Blanca y fue interpretado como un esfuerzo por deslegitimar los esfuerzos del presidente. En un intento de parar el acuerdo con Irán, Netanyahu dio un apasionado discurso ante la Cámara de Representantes, en el que se refirió a los “tentáculos de terror” de este país.

Obama tachó el discurso de “teatro” y dijo que en él no había “nada nuevo”. “El primer ministro no ofreció alternativas viables”, insistió Obama, quien también ha retado a Trump a proponer otra salida a la amenaza de que Irán desarrolle su potencial nuclear.

Por su parte, Nancy Pelosi, líder de los demócratas en la Cámara Baja, tachó entonces el discurso de un “insulto” a los Estados Unidos.

Récord de ayuda militar

Algunos ven la abstención de EEUU ante la ONU frente a su condena de los nuevos asentamientos previstos en territorio palestino y el duro discurso de John Kerry este miércoles como la última afrenta contra Israel en ocho años de tensa relación.

Pero a pesar de los desencuentros entre los dos líderes, la relación entre ambos países sigue siendo estrecha. La mejor prueba es la firma este año de un acuerdo de $38,000 millones en ayuda militar a su aliado en los próximos diez años.

En palabras de Susan Rice, asesora ante la Casa Blanca de Seguridad Nacional, se trata de una entrega histórica. Es la “mayor suma de ayuda militar nunca antes ofrecida por Estados Unidos a ningún país”, reveló en un tuit en septiembre.

Eso sí, algunos comentan que la cantidad no es muy superior a lo que Israel ha recibido en años anteriores, pero que está concentrada de manera diferente, ya que se trata de un monto cerrado que excluye financiamiento adicional del Congreso u otras fuentes.

El futuro con Trump

Obama y Netanyahu se reunieron en Washington por última vez en septiembre.

Desde entonces, el mandatario israelí se ha comunicado en varias ocasiones con el presidente electo, Donald Trump. Su comunicación directa más reciente fue este miércoles por la mañana.

Frente a un tuit enviado por Trump apenas un par de horas antes del discurso de Kerrry, éste hizo un llamado a que Israel se “mantenga fuerte” a la espera de su llegada al poder el próximo 20 de enero.

Netanyahu respondió con un agradecimiento “Presidente-electo Trump, gracias por su cálida amistad y su claro apoyo a Israel!”

Por la tarde, desde Jerusalén en un discurso que para muchos fue dirigido a un público estadounidense, al ser en gran parte en inglés, el mandatario israelí dijo: “A Israel le hace ilusión trabajar con el presidente electo Trump” para “mitigar el daño hecho por esta resolución”, dijo en referencia a la resolución de la ONU en contra de los nuevos asentamientos judíos.

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