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Donald Trump

Por qué Trump fue acusado por los documentos clasificados y Hillary Clinton no: comparamos los dos casos

Los aliados del expresidente, quien debe presentarse en la corte el próximo martes para responder las acusaciones sobre su manejo de documentos clasificados, comparan su situación con los correos electrónicos de Hillary Clinton. Pero hay importantes diferencias legales.
Publicado 12 Jun 2023 – 06:08 AM EDT | Actualizado 12 Jun 2023 – 06:41 AM EDT
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Mientras el expresidente Donald Trump se prepara para su comparecencia ante un tribunal federal de Miami el martes por cargos relacionados con el manejo de documentos secretos, sus aliados republicanos proclaman, sin pruebas, que es víctima de una persecución política.

Para defenderlo, los partidarios de Trump citan la decisión del Departamento de Justicia en 2016 de no presentar cargos contra la exsecretaria de Estado Hillary Clinton, y entonces su oponente demócrata en las elecciones presidenciales, por su manejo de información clasificada.

Sus partidarios también se han referido a la investigación de documentos clasificados sobre el presidente Joe Biden para denunciar un supuesto doble rasero de la Justicia, que persigue a Trump y no hace nada contra los políticos demócratas.

“¿Existe un estándar diferente para un secretario de Estado demócrata que para un expresidente republicano?”, se preguntó el gobernador de Florida, Ron DeSantis, rival de Trump en las primarias republicanas. “Creo que debe haber solo un estándar de justicia en este país”.

Pero esos argumentos no toman en cuenta las abundantes diferencias de hecho y de derecho entre los dos casos, principalmente las relacionadas con el motivo e intención que llevaron al mal uso de los documentos, y los actos deliberados de obstrucción de la justicia.

Aquí, una mirada a las investigaciones de Clinton, Biden y Trump y lo que los separa:

¿Qué ocurrió con los correos electrónicos de Hillary Clinton?

Clinton empleó, por conveniencia, un servidor de correo electrónico privado durante su tiempo como la jefa de la diplomacia de la administración Obama.

En 2015, el organismo de control interno de las agencias de inteligencia alertó al FBI sobre la presencia de potencialmente cientos de correos electrónicos que contenían información clasificada.

Los investigadores del FBI concluyeron que Clinton envió y recibió correos electrónicos que contenían información clasificada en un sistema no habilitado.

De los aproximadamente 30,000 correos electrónicos entregados por los representantes de Clinton, dijo el FBI, se descubrió que 110 en 52 cadenas contenían información clasificada, incluidos algunos de alto secreto.

Después de una investigación que duró cerca de un año, el FBI concluyó en julio de 2016 que Clinton no tenía la intención de infringir la ley.

El FBI reabrió la investigación meses después, 11 días antes de las elecciones presidenciales, tras descubrir un nuevo lote de correos electrónicos. Tras revisar esas comunicaciones, la agencia nuevamente optó por no recomendar cargos.

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¿Cómo manejó Donald Trump los papeles de Mar-a-Lago?

La acusación presentada por el fiscal especial del Departamento de Justicia Jack Smith alega que cuando Trump dejó la Casa Blanca después de que terminó su mandato en enero de 2021, se llevó cientos de documentos clasificados a Mar-a-Lago, el resort en el que vive en el sur de Florida, y luego obstaculizó repetidamente los esfuerzos del gobierno para recuperar los registros.

El material que Trump retuvo, dicen los fiscales, estaba relacionado con los programas nucleares estadounidenses, las armas y las capacidades de defensa de Estados Unidos y países aliados, así como sus vulnerabilidades ante un ataque. Información que, si se expone, podría poner en peligro la seguridad de las fuentes.

El Departamento de Justicia sostiene que Trump mostró material altamente confidencial a visitantes sin autorización de seguridad y, además, que participó en la obstrucción de la investigación del FBI, pues presuntamente pidió a un asistente personal que moviera cajas en su residencia de Mar-a-Lago para esconderlas de los agentes.

En total, la acusación incluye 37 cargos por delitos graves contra Trump, la mayoría bajo un estatuto de la Ley de Espionaje relacionado con la retención deliberada de información de defensa nacional.

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¿Por qué son diferentes los casos de Clinton y Trump sobre el manejo de documentos clasificados?

Hay muchas diferencias, pero las dos más importantes están en la intención para el mal manejo de los documentos, así como en la obstrucción de la justicia.

En una evaluación duramente crítica, en la que calificó el uso de correo electrónico de Clinton como “extremadamente descuidado”, el entonces director del FBI, James Comey, anunció que los investigadores no habían encontrado pruebas claras de que la ex primera dama o sus ayudantes tuvieran la intención de violar las leyes que rigen la gestión de la información clasificada.

Como resultado, aseguró, “ningún fiscal razonable” seguiría adelante y la procesaría.

Los casos relevantes de la Ley de Espionaje presentados por el Departamento de Justicia durante el siglo pasado, explicó Comey, involucraron factores como esfuerzos para obstruir la justicia, mal manejo deliberado de documentos clasificados e indicios de deslealtad a Estados Unidos. No hubo indicios de ninguno de esos elementos en Clinton.

Eso contrasta con las acusaciones contra Trump, quien según los fiscales estuvo involucrado en el empaque de las cajas que se llevó a Mar-a-Lago y luego tomó acciones para ocultar los documentos clasificados a los investigadores, insistiendo en negarse a devolverlos.

La acusación formal lo señala, por ejemplo, de sugerirle a un abogado que escondiera documentos requeridos por una citación del Departamento de Justicia o de declarar, falsamente, que todos los registros solicitados habían sido entregados, cuando en su casa aún había más de 100.

Los fiscales usan, en varias ocasiones, las propias palabras de Trump para evidenciar que el expresidente sabía lo que estaba haciendo y lo que la ley le permitía y no le permitía a hacer.

La acusación describe una reunión de julio de 2021 en su club de golf en Bedminster, Nueva Jersey, en la que mostró un “plan de ataque” del Pentágono a personas que no tenían autorización oficial para ver el material e incluso dijo que “como presidente, podría haberlo desclasificado”.

“Ahora no puedo, ya sabes, pero esto sigue siendo un secreto”, afirmó, de acuerdo con la acusación.

Es probable que esa conversación, capturada por una grabación de audio, sea una importante evidencia en contra de Trump, pues socava sus afirmaciones de que había desclasificado los documentos que llevó a Mar-a-Lago.

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¿Y cuáles son las diferencias con la investigación por manejo de documentos clasificados sobre Joe Biden?

La Casa Blanca reveló en enero que, dos meses antes, un abogado del presidente había localizado lo que dijo que era una “pequeña cantidad” de documentos clasificados de su época como vicepresidente durante una búsqueda en el espacio de oficinas del antiguo instituto de Biden en Washington. Los documentos fueron entregados al Departamento de Justicia.

Posteriormente, los abogados localizaron un lote adicional de documentos clasificados en la casa de Biden en Wilmington, Delaware, y el FBI encontró aún más durante un registro de la propiedad hecho con la autorización del presidente.

Las revelaciones fueron un revés para los esfuerzos de Biden por establecer un claro contraste entre su manejo de información confidencial y el de Trump. No obstante, al igual que con Clinton, hay diferencias significativas entre los dos casos.

Aunque el fiscal general Merrick Garland nombró en enero a un segundo fiscal especial para investigar los documentos de Biden, aún no se han presentado cargos y, al menos hasta ahora, no ha surgido evidencia que sugiera que alguien movió intencionalmente documentos clasificados o trató de impedir que el FBI los recuperara.

Si bien el FBI obtuvo una orden de registro en agosto pasado para recuperar documentos clasificados adicionales, cada una de las búsquedas de Biden se realizó con el consentimiento de su equipo.

Mientras tanto, el Departamento de Justicia notificó al vicepresidente de Trump, Mike Pence, a principios de este mes que no presentaría cargos tras el descubrimiento de documentos clasificados en su casa de Indiana. Ese caso tampoco involucró acusaciones de retención u obstrucción intencional.

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