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Joe Biden

Biden y Netanyahu por fin hablaron, pero difieren sobre un futuro Estado palestino

El presidente Joe Biden y el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu hablaron el viernes tras una evidente falta de comunicación directa a lo largo de casi cuatro semanas, en las que han surgido divergencias medulares sobre una posible vía hacia la creación de un Estado palestino tras la guerra en Gaza.
Publicado 20 Ene 2024 – 03:52 PM EST | Actualizado 20 Ene 2024 – 03:52 PM EST
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El presidente Joe Biden y el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu hablaron este viernes tras una evidente falta de comunicación directa a lo largo de casi cuatro semanas, con el telón de fondo de la guerra en Gaza que recrudece cobrando la vida de miles de civiles palestinos.

Esa pausa en las comunicaciones entre ambos líderes evidencia las diferencias de una posible vía hacia la creación de un Estado palestino una vez que terminen los combates en Gaza, informó la agencia AP.

Biden y sus principales asesores le han dado un firme apoyo a Netanyahu, incluso mientras crece la condena mundial por el creciente número de muertos entre la población civil y el sufrimiento humanitario en Gaza debido a las operaciones militares llevadas a cabo por los israelíes tras el ataque del 7 de octubre de Hamas contra Israel.

Pero la relación entre ambos gobernantes ha mostrado crecientes indicios de tensión, ya que Netanyahu ha rechazado repetidamente las exhortaciones de Biden en favor de la soberanía palestina, lo cual ha obstaculizado lo que el presidente de Estados Unidos considera que es la clave para lograr una paz duradera en Oriente Medio: la frecuentemente citada y esquiva solución de dos Estados. Ninguna de las partes da señales de ceder.

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La llamada telefónica del viernes se llevó a cabo un día después de que Netanyahu dijo haber indicado claramente a funcionarios estadounidenses que no apoyará la creación de un Estado palestino como parte de ningún plan de posguerra. Por su parte, Biden reafirmó en la llamada del viernes que está comprometido a trabajar para ayudar a los palestinos a avanzar hacia la formación de un Estado.

“Como estamos hablando de la Gaza posterior al conflicto... no es posible hacer eso sin también tomar en cuenta las aspiraciones del pueblo palestino y de qué aspecto debe tener eso para ellos”, declaró el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby.

Los mandatarios mantuvieron una comunicación frecuente durante las primeras semanas de la guerra. Pero el ritmo habitual de las llamadas entre Biden y Netanyahu —que han tenido una relación de altibajos desde hace más de tres décadas— se ha ralentizado considerablemente. Su llamada de entre 30 y 40 minutos el viernes fue su primera conversación desde el 23 de diciembre.

Presiones internas para Biden y para Netanyahu

La brecha entre Biden, demócrata de centroizquierda, y Netanyahu, que encabeza el gobierno más conservador en la historia de Israel, se ha ampliado a medida que aumentan las presiones sobre Estados Unidos para que use su influencia para presionar a Israel para que ponga fin a una guerra en la que ya han muerto casi 25,000 palestinos.

En Israel también crece la impaciencia con Netanyahu por la falta de avances en la liberación de decenas de rehenes que siguen en manos de milicianos islámicos en Gaza.

En sus llamadas más recientes, la frustración de Biden hacia Netanyahu se ha hecho más patente, pese a que el mandatario estadounidense ha sido cuidadoso de reafirmar su apoyo a Israel en cada fase.

Biden, al menos públicamente, no ha renunciado a la idea de ganarse a Netanyahu. A la pregunta de un periodista el viernes de si es imposible una solución de dos Estados mientras Netanyahu esté en el cargo, Biden respondió: “No, no lo es”.

Sus asesores insisten en que Biden comprende la situación política en la que se encuentra Netanyahu con su coalición de extrema derecha y mientras enfrenta cargos por corrupción aún vigentes, los cuales han dejado al primer ministro en una posición de lucha por conservar su libertad, no solo por su futuro político.

Mientras tanto, Biden será examinado por los votantes estadounidenses en noviembre, en una probable revancha con el expresidente Donald Trump.

Netanyahu y Trump forjaron una estrecha relación durante el mandato del republicano. Biden enfrenta a las críticas dentro de su propio partido, que creen que no ha presionado lo suficiente a los israelíes para que demuestren moderación en sus operaciones militares.

Legisladores demócratas clave, entre ellos la senadora Elizabeth Warren y el senador Chris Murphy, advirtieron esta semana que la posición de Netanyahu sobre la creación de un Estado podría complicar las negociaciones en el Senado sobre un paquete de gastos que incluye ayuda militar para Israel.

Netanyahu ¿está buscando ganar tiempo?

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Es de esperar que Netanyahu “utilice todas las estrategias a su disposición para mantener unida a su coalición y evitar las elecciones y ganar tiempo”, dijo a AP Michael Koplow, director general de políticas del Israel Policy Forum, un organismo judío-estadounidense que promueve una solución de dos Estados. “Y estoy seguro de que parte de ello es una convicción de que, si aguarda hasta noviembre, podría terminar teniendo a Donald Trump de vuelta en el Despacho Oval”.

El "no" a un Estado Palestino

Netanyahu, que a lo largo de su carrera política se ha opuesto a los llamados en favor de una solución basada en dos Estados, declaró a la prensa esta semana que había dicho rotundamente a los funcionarios estadounidenses que sigue oponiéndose a cualquier plan de posguerra que incluya la creación de un Estado palestino.

El rechazo más reciente del primer ministro a la presión de Biden para avanzar en esa dirección se dio después de que Blinken dijera esta semana en el Foro Económico Mundial en Davos que Israel y sus vecinos de Oriente Medio tenían “una oportunidad profunda” de resolver el conflicto generacional palestino-israelí.

Cuando se le preguntó si creía que Netanyahu estaba dispuesto a aprovechar al máximo el momento, Blinken tomó distancia. “Mire, estas decisiones les corresponden a los israelíes”, dijo.

A lo largo de los años, la relación entre Biden y Netanyahu ha sufrido muchos altibajos. Cuando era vicepresidente, Biden criticó en privado a Netanyahu después de que el dirigente israelí avergonzara al presidente Barack Obama al aprobar la construcción de 1,600 nuevas viviendas de asentamientos en la disputada Jerusalén Oriental en plena visita de Biden a Israel en 2010.

Netanyahu se resistió públicamente, antes de ceder a fin de cuentas, a los llamados que hizo Biden a los israelíes para que pusieran fin a la operación militar de mayo de 2021 en Gaza. Y a finales de 2019, durante una sesión de preguntas y respuestas con votantes en campaña, Biden calificó a Netanyahu de gobernante de “extrema derecha”.

El camino hacia una solución de dos Estados —en la que Israel coexistiría con un Estado palestino independiente— ha eludido a presidentes estadounidenses y diplomáticos de Oriente Medio durante décadas.

Pero a medida que la guerra avanza, Biden y su equipo han insistido en la idea de que existe una nueva dinámica en Oriente Medio en la que los vecinos árabes y musulmanes de Israel están dispuestos a integrar a Israel en la región una vez que el conflicto llegue a su fin, pero solo si Israel respalda el camino a un Estado palestino.

Biden ha propuesto que una Autoridad Palestina “revitalizada”, que tiene su sede en Cisjordania, pueda gobernar Gaza una vez finalizados los combates. Netanyahu lo ha rechazado y alega que un Estado palestino se convertiría en una base para lanzar ataques contra Israel. Y por eso Israel “debe tener el control de la seguridad sobre todo el territorio al oeste del río Jordán”.

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