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Joe Biden

¿Conseguirá ómicron unir a demócratas y republicanos?

El presidente Joe Biden lanzó un mensaje esta semana donde subrayó que las medidas del nuevo plan “no incluyen cierres ni confinamientos, sino vacunación generalizada, dosis de refuerzo y pruebas” de covid-19, en un aparente guiño a los republicanos. ¿Conseguirán ambas partes unirse para luchar contra la nueva variante?
Publicado 5 Dic 2021 – 11:49 AM EST | Actualizado 5 Dic 2021 – 11:49 AM EST
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La variante ómicron se ha colado en Estados Unidos y, con la llegada del invierno, el gobierno anticipa un repunte de los contagios. Para hacer frente a este posible nuevo pico de la pandemia, el presidente Joe Biden se dirigió a la nación esta semana para lanzar una nueva estrategia con la que busca la complicidad de las facciones conservadoras del país, que han retado ante la justicia mandatos para hacer obligatorio el uso de mascarillas y la vacuna en grandes empresas.

“Este es un momento en que podemos hacer lo que no hemos logrado en toda la pandemia: unir a la nación. Unirla bajo el propósito común de combatir este virus, de protegernos unos a otros, de proteger la recuperación económica, y de pensar en ello como una responsabilidad patriótica y no como un arrebato de las libertades”, dijo el mandatario desde la Casa Blanca instando a dejar a un lado la politización del virus.

En lo que pareció un guiño a republicanos, apenas comenzar su discurso, Biden subrayó que las medidas del nuevo plan “no incluyen cierres ni confinamientos, sino vacunación generalizada, dosis de refuerzo y pruebas” de covid-19.

“El presidente está buscando estrategias para unir a la gente y enfatizar, una vez más, que la pandemia nos afecta a todos. Si queremos mejorar la salud y la recuperación económica, necesitamos tomar medidas que funcionan, y reconoce que una de las cosas que funciona es la vacunación. De hecho, es lo que probablemente funciona mejor”, aseguró a Univision Noticias Jill Rosenthal, directora de Salud Pública del centro de pensamiento Center for American Progress.

La estrategia de Biden para ampliar la vacunación por covid

El gobierno de Biden ha impulsado la vacunación generalizada como la forma más efectiva de ganar la batalla al covid-19, que se ha cobrado la vida de más de 785,000 personas en Estados Unidos.

Sin embargo, son esfuerzos que se le han resistido. Según cifras oficiales, 60 millones de personas en todo el país aún no se han vacunado, pese a tener dosis a su disposición. Y más de 100 millones de ciudadanos que pueden optar a la dosis de refuerzo, aún no se la han puesto.

Por ello, no es de extrañar que, ante los temores de una nueva ola de contagios, la estrategia de la Casa Blanca pase ahora por buscar la complicidad del sector de la población más reticente a vacunarse.

“No hay duda de que la polarización y la politización de la pandemia han hecho más difícil y más desafiante abordarla”, consideró Rosenthal, quien señala que algunos requisitos de vacunación que el presidente impuso se encuentran ahora en los tribunales, por lo que su nuevo plan apuesta por “facilitar el acceso a vacunas de manera equitativa y asequible, así como por hacer más pruebas” de covid.


Al menos 27 estados presentaron demandas para frenar el mandato del presidente que imponía a empresas de al menos 100 trabajadores la obligatoriedad de la vacuna o el uso de mascarilla y estrictos controles en su defecto.

“Mis requisitos federales de vacunación están siendo revisados en los tribunales y este plan no amplía ni expande esos mandatos. Es un plan que espero que todos los estadounidenses puedan apoyar”, expresó Biden.

La administración es consciente del fracaso parcial de su campaña de vacunación. Mientras que en la primera mitad del año aspiraban a que el 70% de la población estuviera completamente vacunada para el 4 de julio, ahora, en las comparecencias, solo se refieren a los adultos que han recibido al menos una dosis, porque la cifra así es más alta.

El promedio general de vacunados apenas alcanza el 60%, pero la cantidad de adultos con una dosis es del 72%. Y esta última cifra es la que usó el presidente en su discurso esta semana.

Cambios en la estrategia contra el covid y guiño a los republicanos

La retórica del presidente ha dado un rotundo giro desde que en verano anunció la disposición de vacunas para toda la población y delegó la responsabilidad de la pandemia en los reticentes a ponerse la dosis.

Llegó a hablar de la "pandemia de los no vacunados". Tras el surgimiento de delta y ahora de ómicron, quizá se ha percatado de que mientras haya un amplio sector de la población sin inmunizarse, el riesgo de la mutación del virus y de la aparición de nuevas variantes es grande, por lo que esta sigue siendo la pandemia de todos.

Biden recalca ahora también que su nueva estrategia busca la manera de mantener las escuelas abiertas, otras de las principales inquietudes del flanco republicano. Y, para ello, asegura que la agencia nacional de salud pública anunciará “en las próximas semanas” un nuevo sistema de control a través de pruebas regulares, cuando haya un caso positivo, para evitar el cierre de las aulas.

El presidente usa ahora, además, ciertos argumentos similares a los que empleó su predecesor. Por ejemplo, destacó que el virus llegó a Estados Unidos desde otros países.

“Como hemos visto con el covid-19 y la variante delta, y ahora con la variante ómicron, todas ellas llegaron de otros países”, dijo Biden para justificar la donación internacional de vacunas que Estados Unidos lidera. En total, ha enviado más de 280 millones de dosis a 110 naciones.

A lo largo de la semana, Biden ha reiterado la idea de que, cuando se trata de vacunas, Estados Unidos “ha hecho más que todas las naciones del mundo juntas”.

Sin embargo, el liderazgo actual en la donación de vacunas ha sido posible gracias a la acaparación de dosis que Washington realizó en un inicio, ignorando el programa de reparto equitativo de vacunas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), COVAX.


“Creo que la postura de Estados Unidos y otros países, para asegurarse de que tenían dosis suficientes en casa primero, ha llevado a que ciertas áreas del mundo tengan menor acceso a vacunas. Y surgen cuestionamientos sobre si es apropiado que Estados Unidos esté pensando en dosis de refuerzo cuando otros países ni siquiera han tenido aún demasiado acceso a las primeras dosis”, indicó Rosenthal.

De hecho, solo el 7.5% de la población de África, de donde proviene la variante ómicron, está completamente vacunado, según datos de la OMS. Actualmente, la administración Biden mantiene restricciones de viaje sobre ocho países de ese continente. E, igual que Donald Trump hizo en su momento, Biden ha enfatizado la rapidez con la que aplicó estos bloqueos.

“El mismo día que la OMS identificó la nueva variante, tomé medidas inmediatas para restringir los viajes de países del sur de África”, dijo el mandatario.

La cuestión ahora es si estos guiños a los republicanos probarán ser efectivos ante un sector de la población que deliberadamente se ha opuesto a la vacuna durante casi un año.

Pese a los esfuerzos por maquillar las cifras menos favorables de la campaña de vacunación, la Casa Blanca parece tener clara la realidad que enfrenta.

Su portavoz, Jen Psaki, reconoció el viernes: “Sabemos lo que funciona y también conocemos los obstáculos. Y hay cosas que no podemos cambiar. (…) Hay ciertas fuerzas que están en nuestra contra”.

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