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Inmigración

"Va a empeorar las cosas": la retirada de fondos a América Central aumentará la inmigración

El presidente Trump se quejó de que Honduras, Guatemala y El Salvador "no están haciendo lo suficiente" para evitar que los migrantes se dirijan a la frontera, pero los expertos dicen que los programas son vitales para evitar el flujo de centroamericanos.
2 Abr 2019 – 12:35 PM EDT
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La decisión del presidente Donald Trump de recortar la ayuda a los tres países del llamado Triángulo Norte provocó conmoción en la región durante el fin de semana, así como muchísima confusión sobre el impacto que esto podría tener.

Los expertos encargados de la administración de algunos de los programas afectados expresaron su consternación por la medida sin precedentes que muchos expertos consideran probablemente contraproducente, pues provocará mayores dificultades en Centroamérica y, por consiguiente, más migración.

Aunque la administración Trump alega que los gobiernos de Honduras, Guatemala y El Salvador "no son socios efectivos en nuestro esfuerzo por frenar la migración", los expertos citan pruebas que muestran el éxito de los programas financiados por Estados Unidos para combatir la violencia de pandillas y crear empleos, dos de los principales 'factores impulsores' del éxodo humano. Entre los tres países tienen una población combinada de 32 millones.


"Muchos de nuestros objetivos son similares a los de la actual administración", dijo Ken Baker, director de uno de los grupos afectados, Glasswing International, que depende del gobierno estadounidense para el 35% de su financiamiento para los proyectos de educación y salud comunitarios que dirige en los tres países nombrados por Trump.

"Queremos que las personas se queden, se sientan seguras y prosperen en sus propios países. Realmente estamos intentando abordar el problema desde la raíz, donde se encuentra el problema. Una vez que la persona está en la frontera, desde el punto de vista de la política estadounidense, ya es demasiado tarde. El problema está allá abajo", explicó Baker.

Glasswing emplea a 220 personas en la región y cuenta con más de 20,000 estudiantes matriculados en programas extracurriculares en comunidades vulnerables. Un estudio de dichos programas por parte de académicos chilenos reveló que mejoró las calificaciones y el comportamiento de los estudiantes, además de reducir el crimen y la violencia juvenil, "a la vez que fomentaba un mayor sentido de pertenencia, así como un mayor orgullo en la escuela y la comunidad mediante competencias y actividades interescolares".

Aunque Trump le dijo a la prensa el viernes que su decisión se relacionaba con aproximadamente 500 millones de dólares en fondos del Departamento de Estado aprobados por el Congreso para 2017 y 2018, también canceló al menos otros 200 millones de dólares en fondos para 2019, que el Congreso aprobó a mediados de febrero.

La medida se produjo después de que Trump también amenazara con cerrar la frontera entre Estados Unidos y México luego de que los funcionarios de Aduanas y Protección Fronteriza dijeran que habían llegado a un "punto de crítico" y anticiparon que más de 100,000 inmigrantes ilegales cruzarán hacia Estados Unidos este mes.

Confusión

Hubo muchísimas dudas en Washington el lunes sobre el alcance de los recortes, y si se limitaban a lo que los expertos denominan gastos "indirectos" en áreas como salud y educación, o si también incluyeron fondos "directos" para la policía, la lucha contra las drogas y la seguridad fronteriza, que también provienen del presupuesto del Departamento de Estado. Otros fondos se dedican a combatir la corrupción y a capacitar la policía y al poder judicial.
"El recorte de la ayuda no castiga a los gobiernos, castiga a la gente", dijo Carlos Hernández, director ejecutivo de la Asociación para una Sociedad Más Justa (ASJ), un grupo de la sociedad civil hondureña que también recibe el 35% de su financiamiento de Estados Unidos.

Señaló que, debido a la corrupción pública generalizada en Centroamérica, aproximadamente el 90% de la financiación estadounidense se canaliza a través de grupos sin fines de lucro, iglesias y organizaciones privadas.

"Absolutamente inaudito"

Se espera que el Congreso celebre audiencias sobre los recortes de ayuda y probablemente haya una batalla con la Casa Blanca. "Aún es muy pronto. Ellos (la administración Trump) están haciendo algo absolutamente inaudito", dijo un miembro del personal del Congreso que pidió permanecer en el anonimato. "No sabemos qué facultad están ejerciendo para llevar a cabo esto", añadió.


"Estoy segura de que esto va a terminar en una batalla entre el Congreso y el presidente", dijo Adriana Beltrán, quien supervisa la prevención de la violencia y la reforma policial y judicial en Centroamérica para la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos, un órgano de control político con sede en Estados Unidos. "Es el Congreso el que tiene el 'p
poder monetario' sobre el presupuesto", explicó.

La Casa Blanca no ha dicho cómo se implementarán los recortes, aparentemente obedeciendo a una regla que exige un periodo de consulta de siete días con el Congreso, y prohíbe los comentarios públicos.


Desde la década de 1940, Estados Unidos ha apoyado con miles de millones de dólares en asistencia exterior a Centroamérica, una de las regiones más pobres, corruptas y violentas del mundo. En la década de 1980, Estados Unidos se involucró en los conflictos civiles que asolaron en la región que se cobraron la vida de 200,000 personas, mientras que millones más se vieron obligadas a abandonar sus hogares, y muchas emigraron a Estados Unidos.

En 2016, después de décadas de ignorar la región, se forjó un acuerdo bipartidista, conocido como Estrategia de Estados Unidos para Centroamérica, y se aprobó una nueva financiación. Pero, durante los últimos dos años, la administración Trump ha intentado reducir significativamente la ayuda exterior y reenfocarse en las preocupaciones nacionales de Estados Unidos, como la inmigración y el contrabando de drogas.

Aunque la mayoría de las críticas a la decisión de Trump provinieron de los demócratas, como era de esperar, el lunes un republicano se pronunció en defensa del trabajo de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), una división del Departamento de Estado que maneja gran parte del presupuesto de ayuda exterior.

"Va a empeorar las cosas"

"Va a tener un efecto muy grande. Esta ayuda es vital para mantener estos países a flote", dijo Adolfo Franco, un republicano exdirector de USAID durante el mandato de George W. Bush. "Sería como eliminar la seguridad social o el Medicare en Estados Unidos", añadió.

"Creo que algunas personas no han estudiado los problemas o no han estado allí y no entienden la verdadera función de la ayuda exterior", dijo el congresista Michael McCaul, un republicano de Texas, en un evento en el Wilson Center en Washington DC. McCaul visitó El Salvador con varios colegas el fin de semana, donde se les informó sobre los esfuerzos "exitosos" para reducir la violencia de pandillas mediante la vigilancia comunitaria financiada por Estados Unidos.

"Es muy fácil decir, 'mira, están mandando inmigrantes, así que córtales la ayuda exterior'. El hecho es que… lo que está haciendo la USAID es redirigir a los jóvenes en riesgo hacia la capacitación, la informática, lejos de la MS-13", dijo McCaul, refiriéndose a una de las pandillas más temidas del país que tiene tentáculos en Estados Unidos.


"Creo que es un gran rendimiento de nuestra inversión. Si se puede estabilizar esas naciones, se puede eliminar las causas del problema. Si recortamos toda esta financiación, gran parte de esto es mucho dinero que se utiliza en la aplicación de la ley, va a empeorar las cosas, no las va a mejorar".

La migración ha disminuido de forma importante en El Salvador en los últimos años debido a que la delincuencia ha disminuido, pero eso se ha visto compensado con creces por el aumento de personas que abandonan Honduras y Guatemala.

Aunque el Congreso asignó fondos por primera vez para su nueva estrategia para América Central hace más de tres años, "es demasiado pronto para evaluar el impacto total de la iniciativa", según un informe de enero del Servicio de Investigación del Congreso (CRS).

Toma tiempo


Un informe de la USAID de evaluación de impacto de los programas de crimen y violencia realizado en 2014 reveló que fue un éxito "en varios aspectos clave", incluyendo una reducción significativa del crimen y una mayor sensación de seguridad de los ciudadanos, una disminución de la presencia de pandillas, una mayor satisfacción con la policía y un fortalecimiento de los valores democráticos.

Alrededor de un 51% menos de residentes reportó estar al tanto de asesinatos, extorsiones y chantajes, un 35% menos dijo que evita las áreas peligrosas por temor a la delincuencia, un 25% menos reconoció estar al tanto de la venta de drogas ilegales y un 14% menos percibió que era un problema la cantidad de jóvenes involucrados en pandillas.

Muchos temen que todo lo que se ha logrado se perderá como resultado del recorte de fondos.

"Lograr cambios toma tiempo", dijo Baker, un neoyorquino que vive en El Salvador y quien creó Glasswing hace 12 años con su esposa salvadoreña. "Tienes que desarrollar programas en escuelas públicas, generar confianza en las comunidades. "Lo último que quieres hacer es retirarte abruptamente porque eso destruye cualquier confianza que te hayas ganado", dijo.

En todo caso, mantiene la esperanza de que el Congreso pueda obligar a la Casa Blanca a reconsiderar los programas de ayuda. "Uno de los malentendidos es que la migración es positiva para estos países y que los gobiernos no hacen lo suficiente para evitarla. Pero enfrentan grandes desafíos", dijo Baker.

"Realmente sí colaboran con nosotros. Estados Unidos es un buen amigo de estos países y ellos ven los frutos de colaborar con Estados Unidos", concluyó.

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