“Era agorafóbico”: otra revelación del príncipe Harry en sus memorias
Entre las revelaciones del príncipe Harry en su autobiografía, "Spare" (adaptado al español "En la sombra") que estará a la venta en librerías a partir del 10 de enero, está la de haber sufrido de agorafobia, un trastorno de ansiedad que en casos extremos puede llegar a aislar por completo a la persona del mundo exterior.
“Era agorafóbico, lo cual era casi imposible dado mi rol público”, cuenta en sus memorias que fueron publicadas de forma accidental en España pocos días antes de su esperado lanzamiento oficial y en las que plasma angustiosas vivencias relacionadas con este trastorno, como la vez en la que casi se desmaya durante un “discurso que no pudo ser evitado o cancelado”, y por el cual luego su hermano mayor el príncipe William se burló tras bastidores al verlo “empapado” en sudor.
“Íbamos a un partido de polo en Gloucestershire, en su Range Rover. Yo estaba en la parte de atrás y Willy me miró por el retrovisor. Me vio sudando, con la cara roja. ‘¿Estás bien, Harold?’ No, no lo estaba. Fue un viaje de varias horas y cada pocas millas quería pedirle que se detuviera para poder saltar y tratar de recuperar el aliento”.
Si bien muchas personas creen que la agorafobia se limita a un temor extremo a salir del hogar, en realidad puede manifestarse de distintas maneras. “Sólo un pequeño porcentaje de pacientes experimenta síntomas tan graves que los obligan a quedarse en casa”, explica a Univision Noticias la psiquiatra y docente de la Universidad de Florida, Ludmila De Faria.
Qué es la agorafobia que sufre el príncipe Harry
La clínica de Cleveland define la agorafobia como un trastorno de ansiedad que causa un miedo intenso a sentirse abrumado o incapaz de obtener ayuda, lo que lleva a las personas a evitar lugares nuevos y situaciones desconocidas como espacios abiertos o cerrados, multitudes o medios de transporte público entre otros.
Se estima que la agorafobia afecta aproximadamente al 1% de la población y suele manifestarse antes de los 35 años. Hay quienes, como el príncipe Harry, experimentan síntomas de un ataque de pánico como pulsaciones aceleradas, hiperventilación, calor y sudor excesivo o malestar general.
Por momentos cuesta creer que alguien tan famoso como el príncipe Harry, a quien se le ha visto con frecuencia fuera de casa en sitios concurridos y durante eventos públicos, pueda sufrir de agorafobia, pero expertos coinciden en que las apariencias engañan.
La psiquiatra Ludmila De Faria aclara que a menudo pacientes como él “aprenden a adaptarse a la enfermedad de forma que les permita realizar sus actividades diarias de forma modificada”, y logran enmascarar los síntomas ante los demás.
“Todavía pueden sentirse ansiosos y tener un ritmo cardíaco elevado, sudoración y dificultad para respirar, pero otros no pueden verlo”, dice.
Cita varios ejemplos de formas en que las personas con agorafobia, como el príncipe Harry, aprenden a compensar: “Conducir puede ser imposible, pero pueden tomar un taxi o un Uber; pueden tener un ataque de pánico yendo solos a la tienda de comestibles, pero si un ser querido está con ellos, es tolerable. Les gusta sentarse en el asiento más cercano a la salida de una sala de cine (para poder irse rápidamente cuando tienen un ataque de pánico)”.
“ Cada vez que me subía al coche y cada vez que veía una cámara empezaba a sudar. Sentía como si la temperatura de mi cuerpo fuera dos o tres grados más alta que la de todos los demás. Me convencía a mí mismo de que mi cara estaba totalmente roja y que todos podrían ver cómo me sentía, pero nadie sabría por qué. Fue muy embarazoso. Se te mete todo en la cabeza”, contó Harry en el documental sobre salud mental The Me you can’t see (El yo que no puedes ver), que produjo en 2021 junto a Oprah Winfrey y donde habla de sus ataques de pánico, terapia y la dolorosa muerte de su madre.
Otros famosos con agorafobia
Aparte de Harry, otros famosos como Zac Efron, Kim Bassinger y Emma Stone han hablado abiertamente sobre su lucha contra la agorafobia.
“La gente en grandes grupos me genera mucha agorafobia. Simplemente no salgo”, dijo el actor de 34 años en una oportunidad a la revista Men’s Health.
La actriz Kim Bassinger se alejó de la vida pública durante una temporada debido al padecimiento. “No podía salir a cenar, ni recibir gente en casa. Vives con la boca seca todo el tiempo, estás muy temblorosa, estás exhausta todo el tiempo. Es como si algo se cerrara por completo dentro de ti y tuvieras que volver a aprenderlo todo”, confesó.
Años de terapia y el nacimiento de su hija la ayudaron a superar el trastorno. “Ella me ayudó a salir de mi caparazón”, dijo Bassinger.
¿Tiene cura la agorafobia como la del príncipe Harry?
La psiquiatra Ludmila De Faria explica que la agorafobia se puede tratar con la combinación de terapia cognitiva conductual y farmacoterapia. De no haberla, se convierte en algo “persistente y crónico”.
“La remisión completa es relativamente rara excepto con tratamiento o intervención”, advierte la especialista, aclarando que la posibilidad de un pronóstico favorable también se reduce por la presencia simultánea de trastornos de depresión, personalidad o por abuso de sustancias -algo que el propio Harry sufrió durante su juventud-.
En entrevistas anteriores, el príncipe Harry contó que empezó terapia psicológica después del “caos total” que experimentó en su adultez temprana y que ha profundizado en ella en los años posteriores de conocer a su esposa, Meghan Markle.
“Sabía que si no hacía la terapia y me arreglaba, iba a perder a esta mujer con la que podría pasar el resto de mi vida", dijo a Oprah.
Desde mudarse a EEUU en 2020 el príncipe Harry ha probado diferentes abordajes como la terapia EMDR (Reprocesamiento y desensibilización del movimiento ocular), que ha empleado para abordar la incomodidad que siente cuando vuela a Londres, lo cual le hace evocar la pérdida de su madre. Esta terapia fue creada en la década de 1980, pero se ha hecho cada vez más popular para tratar experiencias traumáticas.
En su docuserie para Netflix, Harry y Meghan, se le ve participar junto a su esposa en una sesión de meditación guiada.
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