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Salud Mental

¿Qué es la dismorfia corporal que dice padecer Megan Fox?

El nombre de Megan Fox es sinónimo de fama y belleza alrededor del planeta, sin embargo, la actriz tiene una percepción muy diferente de si misma debido al trastorno de dismorfia corporal que padece la actriz.
14 Oct 2021 – 09:13 AM EDT
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Para muchos, el nombre de Megan Fox puede ser sinónimo de fama y belleza. Sin embargo, esos mismos podrían sorprenderse de que la actriz tenga una percepción muy diferente de si misma debido al trastorno de dismorfia corporal que dice padecer.

"Sí, tengo dismorfia corporal (...) Tengo muchas inseguridades profundas", dijo Megan en una reciente entrevista para la revista británica GQ.

"Podemos mirar a alguien y pensar: 'Esa persona es tan hermosa. Su vida debe ser tan fácil'. Lo más probable es que no se sientan así con ellos mismos", expresó la actriz de 35 años.

Este trastorno que el NHS Institute del Reino Unido, el sistema de salud pública británico, describe como "una afección de salud mental en la que una persona pasa mucho tiempo preocupándose por los defectos en su apariencia", no ha sido el único que ha padecido Fox.

La actriz que en 2007 hizo el papel de Mikaela Banes en la película Transformers y que le recibió varias nominaciones en los Teen Choice Awards, manifestó también haber luchado contra el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC).

Dismorfia corporal: un trastorno psiquíatrico crónico

La dismorfia corporal (TDC) es un trastorno que hace que quienes lo padecen muestren una preocupación excesiva sobre aspectos de su imagen corporal, aunque generalmente estos pasen desapercibidos para los demás.

De acuerdo con el Johns Hopkins Institute, el TDC puede hacer que los pensamientos negativos sobre el cuerpo de la persona sean difíciles de controlar e incluso que esta pueda pasar horas cada día preocupándose por su apariencia.

"En algunos casos, el pensamiento puede volverse tan negativo y obsesivo que quien lo padece puede llegar a pensar en el suicidio", explica el Hopkins Institute, lo que termina trastocando seriamente la vida diaria (trabajo, vida social y relaciones) del afectado.

Entre los síntomas que se manifiestan frente a este trastorno se encuentran conductas como compararse constantemente con los demás, preguntar subre la apariencia personal a otras personas, mirarse de manera excesiva en el espejo, entre otras.

Para tratar el TDC, los métodos más recomendados por fuentes especializadas son la terapia cognitivo-conductual (TCC) en casos leves y moderados, o bien complementar la TCC con un medicamento antidepresivo llamado inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina (ISRS) para diagnósticos más severos.

Las redes sociales como posibles detonadoras

Las revelaciones de Frances Haugen el pasado 5 de octubre en el Senado de Estados Unidos tras filtrar investigaciones internas de Facebook a las autoridades federales y al The Wall Street Journal, resaltan la incidencia de las redes sociales en trastornos como el TDC.

Los documentos expuestos por Haugen detallan cómo la empresa sabía que sus sitios eran potencialmente dañinos para la salud mental de los jóvenes, algo que no reconocía en público.

Haugen habló a los congresistas cómo Facebook, pero particularmente Instagram, red que pertenece al gigante tecnológico "h ace sentir mal a mujeres y niñas sobre sus cuerpos", y cómo la empresa privilegia sus ingresos por encima de la salud de los usuarios.

Aunque son señalamientos que Facebook rechaza por considerar que están descontextualizados y son incompletos, la denuncia de Haugen genera alarma entre especialistas de la salud mental.

Porque, si bien cualquier persona puede tener TDC, de acuerdo con el NHS Institute, este es más común en adolescentes y adultos jóvenes, lo que puede tener impacto negativo en su desarrollo personal.

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