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Sueña con ser policía y con correr junto a sus hermanos, pero un defecto congénito no le permite caminar

El niño no se rinde. Una vez, incluso, burló la muerte. Desde pequeño fue diagnosticado con espina bífida, y no le quedó más que arrastrarse para poder moverse.
Publicado 14 Mar 2024 – 03:59 PM EDT | Actualizado 14 Mar 2024 – 10:00 PM EDT
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Miguel Ángel Tzalam tiene cuatro años y aún no ha podido dar sus primeros pasos. Desde pequeño fue diagnosticado con espina bífida, y desde entonces no le quedó más que arrastrarse para desplazarse.

Su madre Juana Evelyn Tzalam lo lleva cargando en su espalda la mayoría del tiempo para evitar que el niño se lastime, pero conforme pasan los años, la preocupación de la mujer sobre el futuro de su hijo crece.

“¿Qué voy a hacer con él cuando ya sea grande? Va a crecer un poco más, ya no aguanto cargando así en la espalda”, dice la mujer.

La familia vive en una alejada montaña en Guatemala, por lo que encontrar un tratamiento que ayude a Miguel Ángel ha sido muy difícil.

Pero el niño no se rinde, incluso una vez ya burló a la muerte. A los tres meses de nacido requirió permanecer en el hospital por 60 días, tras una operación que le salvó la vida.

Aunque los médicos tenían dudas y solo le daban horas de vida, milagrosamente el niño logró salir adelante con la operación para estabilizar su cabeza y cintura, pero sus piernas quedaron inútiles debido a un defecto congénito por el cual, la columna vertebral y la médula espinal no se formaron adecuadamente.

Miguel Ángel sueña con ir a la escuela, convertirse en policía cuando sea grande, pero sobre todo le gustaría jugar con sus hermanos.

“Él me dijo una vez: ‘Mamá, me quiero ir a la escuela, pero arrastrando’”, platica su madre. “Se siente mal porque nosotros estamos corriendo y él no puede, yo solo lo cargo y jugamos otro juego… pero él quiere jugar con sus hermanitos”.

La familia no pierde la esperanza y usa la motivación de Miguel Ángel para seguir buscando una cura para el pequeño que lo ayude a caminar y hacer una vida normal. “Él siempre tiene esa energía, nos motiva... es un ejemplo para nosotros”, dice su madre.

Si deseas hacer llegar Ayuda de Impacto a Miguel Ángel y su familia para que continúen con la búsqueda de una cura, puedes comunicarte con su madre Juana Tzalam en el teléfono 011 502 4618 4871 o llamar al (305) 471-4219. También puede entrar a primerimpacto.com.

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