Monos, osos y hasta tigres han pasado por la casa de esta pareja de rescatistas animales. Pero sin ayuda, no podrán continuar su labor
La vida de la familia de Tanya y Jorge Sánchez es poco usual. Tienen dos hijos humanos y han sido padres de muchos otros hijos peludos de diferentes especies. La pareja se ha dedicado durante años al cuidado de animales que se encuentran en situaciones delicadas.
La pareja se entrega también al cuidado de Angélica, Russel y Tobby, tres monos capuchinos con los que comparten la rutina del día en su casa que han tenido que adaptar para cubrir las necesidades de los babuinos.
Se han comprometido tanto con el óptimo desarrollo de estos monos que tienen una habitación acondicionada con juguetes para que los primates puedan trabajar en sus habilidades cognitivas, como les sugirieron veterinarios.
En su lucha por cuidar de estos animales indefensos, la familia Sánchez ha sacrificado su tiempo libre. Dedican varias horas al día conviviendo con estos seres que requieren sus cuidados, desde un cambio de pañales hasta darles sus medicamentos.
Además, los Sánchez no salen de vacaciones si sus monos no pueden acompañarlos. Cuidarlos en casa no es una tarea fácil.
“No los recomiendo como mascotas, los monos son agresivos y destructores. No es chiste para nada. No es como un perro”, dice Tanya Sánchez.
Sin embargo, Tanya lleva más de una década en su misión, años en los que incluso ha colaborado con el zoológico de vida salvaje de Miami ayudando a crías de diferentes especies que nacen enfermas y sus madres los rechazan.
“Hemos tenido ositos en la casa, también tigritos”, cuenta Tanya.
En sus redes sociales, la familia Sánchez comparte su día a día al cuidado de estos animales y aseguran que reciben comentarios positivos por su labor, además de que inspiran a la gente a unirse a esta labor de rescate para la cual siempre son necesarios recursos.
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