La trajeron engañada a EEUU y la obligaron a prostituirse. Ahora, ella busca ayudar a quienes han pasado por pesadillas similares
Angie (no es su nombre real) pensó que el llegar a Estados Unidos los problemas que venía arrastrando de su natal Colombia quedarían atrás. Jamás imaginó que el sueño americano se le convertiría en una pesadilla. Fue privada de su libertad y prostituida por un conocido de su familia.
La mujer salió huyendo de su país, donde era perseguida por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que la tenían amenazada y además abusaban de ella.
“Cuando me liberó el ejército tuve que dar los nombres de las personas que me hicieron daño y ahí empezó la persecución de querer llevar a mi hijo a reclutarlo para las FARC”, cuanta Angie.
Un supuesto conocido de su familia le ofreció su ayuda y le dijo que viajara a EEUU, así lo hizo “Angie” quien no sospechaba que su benefactor tuviera malas intenciones.
“Cuando llegué vi que él no tenía su esposa, ni nada. Llegué a una casa donde había muchos cuartos, me encerraron con seguro… ahí fue donde me di cuenta de que estaba en peligro”, cuenta la mujer.
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Durante los dos meses que vivió encerrada en ese lugar, su vida se convirtió en un calvario. En esa casa había otras mujeres y niños que eran abusados sexualmente.
Angie cuenta que ella nunca perdió la fe de poder salir de ahí, y un día aprovechó una oportunidad que sabía que no iba a volver a tener y escapó.
La mujer salió corriendo de la casa, no recuerda ningún detalle en particular que le pueda servir a la policía para poder dar con los responsables. No conocía la ciudad ni siquiera el vecindario donde vivía.
“Ella salió corriendo, quién va a pensar en ese momento de sobrevivencia ‘déjame parar y mirar, a ver de qué color es este lugar, a ver si hay un número. Espera déjame parar aquí a ver cómo se llama esta calle’… Nadie lo pensaría, sin embargo, para la policía hacen faltan esos detalles”, explica Rachel Díaz, la abogada de Angie.
Díaz está ayudando a “Angie” a conseguir una visa tipo T, que se les otorga a las personas que fueron víctimas de tráfico humano. Aún les queda mucho camino para lograr que les den una resolución en su caso.
“Acompañarla en este proceso que es pesado, es difícil, es mucho papeleo, pero esperando que Dios ponga su mano y que la ley coopere para que haya un resultado positivo para esta muchacha” pide Díaz.
Angie ahora está bajo protección sanando sus heridas emocionales, pero busca alertar con su testimonio de la existencia de este grave problema en el país.
Si usted o alguien conocido es víctima de este crimen, contacte inmediatamente a sus autoridades locales... recuerden que la información que provea es confidencial.
Si quiere más información, visite PrimerImpacto.com y ahí encontrará recursos que podrán guiarlos, protegerlos o asistirlos en este difícil proceso.
Otros sitios web donde puede encontrar ayuda:
