Por segunda vez en menos de una semana se descarriló un tren en Nueva York. Esta vez sucedió en la línea F, en Coney Island, Brooklyn. Richard Davey, presidente de NYC Transit, explicó que la investigación preliminar arroja que un freno se activó repentinamente y no considera que haya manos criminales. Usuarios del servicio expresaron su descontento por lo sucedido. “Gracias a Dios aquí no hubo heridos, pero se puede ver que el sistema no está funcionando”, manifestó uno de ellos.