Lawrence Faucette, de 58 años de edad, lleva un mes viviendo con un corazón de cerdo. Por ahora, se recupera y los pronósticos son positivos. Los intentos de realizar xenotrasplantes, o trasplantes de órganos de animales a humanos, han fracasado durante décadas, pero los científicos están intentando nuevamente utilizar animales genéticamente modificados para hacer que sus órganos se parezcan más a los humanos.