Gracias a una terapia experimental, el adolescente cubano de 14 años, Antonio Vento, recobró la visión, después de años de estar ciego. El doctor Alfonso Sabater, de Miami, ideó el tratamiento, tras pedirle a la farmacéutica que reformulara un gel tópico que trata la condición de la piel del joven, en un colirio que le aplicó en los ojos.