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Reina Isabel II

1992 fue terrible para la reina Isabel: los escándalos que enfrentó en su 'annus horribilis'

A lo largo de sus 96 años de vida, la reina Isabel experimentó diversas complicaciones. Sin embargo, existe un año que se distingue entre los 70 años de su reinado por ser uno de los peores, o como ella lo llamó ‘annus horribilis’, expresión latina que se traduce como ‘año terrible’.

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Publicado 9 Sep 2022 – 05:10 PM EDT | Actualizado 9 Sep 2022 – 05:10 PM EDT
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La Corona británica ha sido azotada por varios escándalos reales a lo largo de su historia. No obstante, el año del aniversario 40 del reinado de la reina Isabel se destaca por ser uno de los más complejos y polémicos de la familia real.

¿Por qué 1992 fue el 'annus horribilis' de la reina Isabel?


En 1992, la reina Isabel celebró sus cuatro décadas en el trono. Sin embargo, en la celebración de este aniversario, el 24 de noviembre, la monarca de Reino Unido expresó el mal sabor que este año le había dejado.

“1992 no es un año al que miraré hacia atrás con absoluto placer.
En palabras de uno de mis corresponsales más comprensivos, ha resultado ser un 'Annus Horribilis'. Sospecho que no soy la única que lo piensa así”


Su discurso tuvo lugar tan sólo cuatro días después de que un gran incendio destruyera gran parte del castillo de Windsor. Esta tragedia fue parte de los múltiples encabezados de los tabloides que azotaron a la familia real durante 1992.

Los escándalos de la familia real que marcaron 1992: el ‘annus horribilis’ de la reina Isabel


En enero de 1992, los tabloides británicos circularon fotos de Sarah Ferguson, duquesa de York y esposa del segundo hijo de la reina, el príncipe Andrew, con el magnate petrolero de Texas, Steve Wyatt.

Los rumores de la ruptura entre Ferguson y Andrew azotaron durante un par de meses a la Corona británica y finalmente el 19 de marzo, el Palacio de Buckingham anunció la separación de la pareja.

No obstante, este no fue el punto final del escándalo de Sarah Ferguson. En agosto de 1992, se publicaron unas fotos de la duquesa de York en topless mientras John Bryan, un gerente financiero estadounidense, besaba sus pies.

La separación del príncipe Andrew y Sarah fue tan sólo el inicio de las rupturas reales que sucedieron en 1992.

El 13 de abril de ese año, el Palacio de Buckingham también anunció el divorcio de la princesa Ana y Mark Phillips, con quien se casó el 14 de noviembre de 1973.
Diez días después del anuncio, su proceso de divorcio terminó y su matrimonio de 18 años oficialmente llegó a su fin.


Dos meses después, el 16 de junio de 1992, una nueva polémica azotó a la familia real: ‘Diana: Her True Story’ fue publicado.

El libro escrito por Andrew Morton ahondó en el matrimonio de Diana con el príncipe Carlos (hoy rey Carlos III), sus trastornos alimenticios, intentos de suicidio y lo difícil que fue para Lady Di ser parte de la realeza británica.

La familia real se mantuvo ajena a declaraciones y comentarios sobre esta biografía. Sin embargo, eso no evitó la ola de críticas, noticias y más reacciones sobre la vida de Diana que inundaron los medios.

Desafortunadamente, este no fue el único escándalo que involucró a la princesa Diana y la familia real en 1992.

En agosto de ese año, días después que se revelaran las fotos de Sarah Ferguson en topless, el periódico ‘The Sun’ publicó la presunta transcripción de una llamada telefónica entre Lady Di y su viejo amigo, James Gilbey.

Esta supuesta llamada, que fue conocida como ‘Squidgygate’ ("Squidgy" es el nombre con el que Gilbey se refería a Diana), arrojó aún más luz a la depresión que sufría la conocida ‘princesa del pueblo’.

Posteriormente, los rumores de la relación del príncipe Carlos y Camila Bowles generaron múltiples encabezados en los tabloides.

Varias transcripciones de llamadas telefónicas entre Carlos y Camilla fueron publicadas en los medios en donde destacaban los intercambios de varios “te amo” entre los dos.

En diciembre, poco después que la reina Isabel se refiriera a este año como ‘annus horribilis’, el primer ministro John Major anunció la separación de Carlos y Diana: un último acontecimiento que dejó su marca en 1992.


Sin embargo, se puede destacar que en enero de 1993, los escándalos de la familia real aún imperaron principalmente porque se filtró una de las llamadas más polémicas entre Carlos y Camilla.

El escándalo, conocido en los medios como ‘tampongate’ o ‘Camillagate’, reveló una íntima conversación entre el ex príncipe de Gales y Parker en donde Carlos expresó que le gustaría ser un tampón para poder estar todo el tiempo con Camilla.


En su discurso del 24 de noviembre de 1992, tras describir a este año como uno terrible, la reina Isabel advirtió que creía que las futuras generaciones podrían ser menos críticas ante los sucesos que permearon a 1992.

"A veces me pregunto cómo juzgarán las generaciones futuras los acontecimientos de este tumultuoso año.
Me atrevo a decir que la historia adoptará un punto de vista un poco más moderado que el de algunos comentaristas contemporáneos.
Es bien sabido que la distancia presta encanto, incluso a las vistas menos atractivas. Después de todo, tiene la inestimable ventaja de la retrospectiva".
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