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Descubre qué es el "tercer ojo" y aprende a desarrollarlo

El tercer ojo está asociado con el desarrollo de capacidades como la clarividencia y la telepatía, el Profesor Zellagro te dice qué peudes hacer para poder usar su energía.
8 Dic 2022 – 10:07 AM EST
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Muchas personas han oído hablar del llamado “tercer ojo” y suelen confundirse a la hora de interpretar lo que esto quiere decir. Se conoce como “tercer ojo” dentro de la literatura mística y teosófica en general como una especie de “ojo hipotético invisible, una especie de vórtice energético capaz de proporcionar una percepción más allá de lo que se podría percibir con la vista ordinaria”.

En ciertas tradiciones muy antiguas como el hinduismo, el tercer ojo estaría relacionado con el “ajna”, o el chakra ubicado en la frente. En Teosofía el concepto del tercer ojo está relacionado con glándula pineal, también conocida como la hipófisis o pituitaria.

El tercer ojo también lo asocian a menudo con el desarrollo de capacidades psicofísicas como la clarividencia, telepatía, precognición y la capacidad para observar el aura humana (el campo magnético que envuelve nuestro cuerpo).

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Según ciertas teorías muy fundamentadas en Teosofía, los seres humanos poseían en tiempos antiguos un tercer ojo real en la parte posterior de la cabeza con funcionalidad física y de visión interior.

Con el tiempo, ya que los seres humanos fueron evolucionando, este ojo atrofiado y hundido sería lo que se conoce a como glándula pineal lo cual es muy curioso ya que en la estructura de esta glándula hay tejidos similares a los de la retina del ojo. Se estima que esta cualidad crea una sensibilidad hacía la luz que a su vez contribuye a liberación de ciertas sustancias presentes en el momento del nacimiento y de la muerte.

La glándula pineal es muy importante para el organismo pues a pesar de ser pequeña es responsable de producir numerosas hormonas que van desde el crecimiento hasta la actividad sexual, lo interesante de todos estos descubrimientos científicos relacionados con la glándula es que desde hace siglos en la literatura de la ciencia de la Yoga, en el hinduismo, budismo, la teosofía y otras disciplinas de investigación metafísica se hablaba de esas propiedades sin haberlas analizado como se ha hecho en la actualidad.

¿Cómo desarrollar el Tercer Ojo?
Nacemos con la capacidad de desarrollar el Tercer Ojo, no es algo privativo de unos seres privilegiados. Lo que sucede es que ¡no lo desarrollamos!

Veamos el ejemplo de los músculos. Todos nacemos con ellos. Quienes los trabajan de la manera correcta y los desarrollan llegan a un grado tal que se convierten en atletas y logran hazañas olímpicas. Todos tenemos esas facultades, pero al no desarrollarlas no se manifiestan. Lo mismo ocurre con el Tercer Ojo, está ahí, pero se requieren ejercicios y disciplina para desarrollarlo.

Cuando el Tercer Ojo está bloqueado la persona no puede ver la realidad de una forma concreta, está cegada por los prejuicios, las falsas ideas, está alejado de la Verdad y de lo que es en sí la esencia de la vida, no es capaz de distinguir el bien del mal, lo que ayuda o perjudica, su extensión de conciencia es limitada, genera egoísmo, falta de consideración a los demás, una concepción errónea del mundo.

Cuando el Tercer Ojo se desarrolla entonces a medida que esto va ocurriendo la persona ve todo con más claridad, no se irrita ni enoja fácilmente, y cuando lo tiene bien desarrollado no se molestará nunca. Su visión de la conciencia es amplia y su amor es extendido.

El amor de quien tiene el Tercer Ojo desarrollado va gradualmente avanzando, de su familia cercana a su familia extendida, de sus vecinos y compañeros de trabajo, amigos y conocidos en general y se extiende a la sociedad, luego se expande más y abarca el país completo y luego todo el mundo.

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Su manera de relacionarse con los demás es a otro nivel, a otro plano, no alimenta prejuicios, ni limitaciones, ni miedos ni deseos negativos de venganzas, cólera, ira, avaricia, falsa de compasión, en fin se va convirtiendo en un verdadero ser humano, cuya compasión es cada vez mayor pues sabe que “el amor es esa energía que mientras más damos, más tenemos, más crece” A diferencia de otras cosas materiales que si las damos podemos perderlas… el amor no es así, dando, se gana, aunque esa no sea la intención.

¡Aplica las técnicas de meditación! Hay muchas técnicas, pero lo principal es aprender a meditar y concentrarse, ser capaz de estar unos minutos al día en silencio con uno mismo. Quien va meditando va desarrollando y cultivando la paz interior. La meditación no es estar relajado oyendo música, lo cual es muy bueno porque nos ayuda, pero eso no es meditar… tampoco es “pensar” en tal cosa. La meditación es contemplarnos a nosotros mismos con el Ojo interior.

Ejercicios para desarrollar el tercer ojo
Los ejercicios para desarrollar el Tercer Ojo comienzan con la Meditación. Luego que se aprende a meditar se concentra la energía en el centro de la frente, donde su dirigirán los ojos mientras se mantiene un ritmo adecuado de respiración y se repite mentalmente algún tipo de afirmación positiva que nos vaya concentrando en una dirección.

Esa concentración nos coloca en el centro del verdadero Yo, el que está por encima de la personalidad y de las falsas poses. Quien lo desarrolla tiene paz aún en medio de las peores circunstancias, mantiene su presencia de ánimo y control, su buen amor y su forma de hablar nunca es agresiva ni hiriente. La placidez de su rostro, su sonrisa genuina y la gentileza de sus palabras aún para señalar un defecto en otros es única.

Un Tercer Ojo desarrollado no es un juego, ni un negocio, quien de veras lo ha logrado no se dedica a venderse como si fuera un mercader, lo utiliza y aplica para ayudar a que el mundo cada día sea un poquito mejor. Un padre de familia, una madre con el Tercer Ojo desarrollado serán padres excelentes, sus hijos crecerán llenos de amor y seguridad en ellos mismos, libres y con una alta expansión de la conciencia.

Así que ya sabes. Con práctica, voluntad y tesón, practicando la meditación, el desprendimiento y eliminando el egoísmo y el falso Ego de nuestras vidas lo logramos. El problema está en la constancia y voluntad. Un atleta olímpico no llega a las Olimpiadas sin mucho esfuerzo, concentración y disciplina. Desarrollar el Tercer Ojo no se consigue leyendo un librito y haciendo un ejercicio un día o una semana sino siguiendo una disciplina constante y una manera de vivir consecuente. ¡Anímate, el cambio que producirá en tu vida será impactante!

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