Una hoja que tenía escrita una regla: "No hablar español" le cambió la vida a Verónica Cajamarca, una hispana que trabajaba como asesora en una oficina de recaudación de impuestos en el Condado Erath, al norte de Texas. Ella renunció a su empleo, tras negarse a firmar la nueva regla que le prohibía hablar español. Cajamarca había sido contratada por ser bilingüe.