Los agricultores en Villa Madero, Michoacán, están luchando contra la sequía y la apropiación ilegal de agua. Desmantelan las bombas de agua ilegales y abren brechas en los estanques de riego sin licencia. Los habitantes buscan un acuerdo con los dueños de cultivos comerciales para que solo retengan el 20% del agua de arroyos y dejen fluir el 80%.