De "alcalde de EEUU” a blanco de la justicia: los problemas legales de Giuliani pueden ser más extensos que los de Trump
El martes una juez federal de Washington DC declaró a Rudy Giuliani, el abogado personal del expresidente Donald Trump, responsable de haber difamado a dos trabajadoras electorales de Georgia, a quienes había acusado falsamente de alterar votos a favor del presidente Joe Biden en las elecciones presidenciales de 2020.
Se trata de la primera derrota judicial de Giuliani, quien construyó su carrera política en base a la experiencia en su lucha contra la mafia como fiscal federal en el distrito sur de Nueva York, que lo llevó a ser uno de los alcaldes más alabados en la historia de la ciudad de Nueva York e incluso a iniciar una campaña por la presidencia en 2008.
Giuliani es además uno de los coacusados en el caso de subversión electoral presentado por la Fiscalía de Distrito del Condado de Fulton en Georgia, por el que enfrenta 13 cargos, entre ellos el de haber formado parte de una organización criminal bajo la ley RICO de Georgia, el mismo número de cargos impuestos a Trump en el mismo expediente y más que cualquiera que los que enfrenta el resto de los coacusados.
Rudy Guliani: de “celebrado alcalde de EEUU” a acusado en una conspiración masiva para defraudar a los votantes
Giuliani se convirtió en la cara pública de los esfuerzos de Trump para subvertir el triunfo electoral de Joe Biden en las elecciones de 2020, usando su prestigio para impulsar las afirmaciones falsas de que las elecciones habían sido robadas.
Giuliani también usó su experticia como abogado para coordinar un esfuerzo que llevó a la campaña de Trump y sus aliados a iniciar un total de 63 acciones legales en distintas jurisdicción, todas fallidas, contra los resultados de las elecciones presidenciales de 2020.
Ninguna de esas acciones anteriores constituyen un crimen, y de hecho las falsedades sobre los resultados electorales están protegidas por la libertad de expresión como explicó el fiscal especial Jack Smith en su segunda acusación contra Trump. Sin embargo, la primera enmienda de la Constitución que consagra tal derecho, no protege a las personas de las consecuencias de sus palabras.
Los alegatos falsos de Giuliani sobre fraude electoral le costó convertirse el sujeto de una acción civil por difamación por $1,300 por parte de la empresa de sistemas electorales Dominion, la cual transó una demanda similar contra Fox News por la que recibió un pago de $785 millones, y otra por Smartmatic, otra empresa de conteo de votos, por $2,700 millones.
Las falsedades sobre las elecciones también le costaron a Giuliani la suspensión de su licencia para ejercer su profesión de abogado en el estado de Nueva York. En su decisión un juez de ese estado dijo que Giuliani “comunicaba declaraciones demostrablemente falsas y engañosas a los tribunales, a los legisladores y al público en general en su calidad de abogado del expresidente Donald J. Trump y de la campaña de Trump en relación con el intento fallido de Trump de reelegirse”.
Los problemas legales de Giuliani son agravados por sus problemas de dinero
Tratando de explicar las acciones de Giuliani, el periodista Andrew Kirtzman, autor de “ Giuliani, The Rise and Tragic Fall of America's Mayor" dijo a NPR que Giuliani “ simplemente estaba gobernado por su codicia y por esta necesidad casi primaria de relevancia".
Irónicamente, varios reportes indican que la situación económica de Giuliani es "desesperada".
Después de haber sido multado por no acatar la orden de compartir documentos con la acusación, a mediados de agosto Giuliani dijo a la corte federal de Georgia, donde se ventilaba el caso de difamación de las trabajadoras electorales, que sus problemas legales lo habían dejado sin efectivo.
Según un reporte de CNN Giuliani viajó a Mar-a-Lago para hacer una petición “personal y desesperada” a Trump para que le ayudara a pagar sus facturas legales.
Los antiguos donantes de Giuliani también le han dado la espalda.
En declaraciones a CNBC el inversionista conservador Leon Cooperman dijo: "No le daría ni un centavo". Cooperman, quien fue uno de los principales financistas de la campaña presidencial de Giuliani en 2008, ha criticado la asociación del exalcalde de Nueva York con el expresidente Trump.
“Soy muy negativo con respecto a Donald Trump. Es una tragedia. Rudy era el 'alcalde de Estados Unidos', hizo un gran trabajo, y como todos los que se involucran con Trump, se convirtió en una mierda”, agregó Cooperman.
Otros de sus antiguos financistas también lo han criticado, aunque en términos menos severos. Brian France, ex presidente de Nascar dijo al mismo medio: “Fui un gran partidario de Rudy en 2008 en otras ocasiones. No estoy seguro de qué le pasó, pero extraño al viejo Rudy. Le deseo lo mejor”. France aclaró que tampoco lo asistirá financieramente.
Norm Eisen, investigador principal en estudios de gobernabilidad de la The Brookings Institution dijo a la revista Time que la responsabilidad legal de Giuliani es “profunda”.
Eisen dice que Giuliani puede haber violado la ley federal al ser parte de una conspiración para defraudar a Estados Unidos y promover listas de electores falsos, así como leyes contra la obstrucción de un procedimiento oficial en el Congreso.
De hecho, Giuliani ha sido identificado por varios medios como uno de los coconspiradores no acusados en las acusación de Smith contra Trump por interferencia electoral. No se descarta que pueda ser acusado más adelante.
"Giuliani corre un riesgo criminal más grave que cualquier otro acusado que no sea Donald Trump", dije Eisen.
Sin embargo, las demandas multimillonarias en su contra, la pérdida de prestigio y de la licencia para practicar su profesión en la ciudad donde hizo su carrera y los problema financieros que lo aquejan, hacen que la situación legal de Giuliani luzca aún peor que la del mismo Trump.
Y es que a diferencia de Trump, Giuliani no cuenta con fondos de campaña disponibles para enfrentar las crecientes cuentas legales.
