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Javier Milei

Javier Milei llega a la presidencia de Argentina acompañado de la "casta" que tanto criticó

El excéntrico economista que toma el timón de la Argentina y su vertiginosa economía en crisis desde hace años, hizo de su mensaje antipolítico -o “anticasta” en sus propias palabras- el centro de su campaña. Sin embargo, el apoyo de parte de esa misma clase política a la que denigró, fue una de las claves de la victoria de Milei.
Publicado 10 Dic 2023 – 09:20 AM EST | Actualizado 10 Dic 2023 – 10:56 AM EST
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El libertario Javier Milei es el hombre que toma las riendas de la Argentina a partir de este domingo tras haber ganado por abrumadora mayoría en un balotaje. Su mensaje en la campaña ha sido simbolizado con una motosierra: llegar al poder para desguazar el Estado, minimizar sus funciones, cerrar el Banco Central para eventualmente dolarizar y, sobre todo, eliminar a la "casta política".

Uno de los mensajes clave y radicales de su campaña es que “una Argentina distinta es imposible con los mismos de siempre”. Su etiqueta más resonada ha sido lo que él llama “la casta política”, un término general que usa para referirse al establishment.

Milei asume la presidencia con la salida del peronista (centro-izquierda) Alberto Fernández, cuya vicepresidenta es Cristina Fernández de Kirchner, una líder política que ha marcado junto a su fallecido esposo Néstor Kirchner los últimos 20 años del país.

Pero fue gracias a votantes del otro extremo de la "casta" que este outsider que lidera el partido La Libertad Avanza, quien en pocos años se construyó a sí mismo en los medios vociferando contra la clase política, logró hacerse con la Presidencia.

“En el último tramo de la campaña, es decir, desde la primera vuelta hasta el balotaje, el respaldo público que (Milei) tuvo del expresidente (conservador) Mauricio Macri fue -al menos- una de las claves para la victoria electoral”, apunta Alan Longy, periodista argentino acreditado en la Casa Rosada, la sede del Ejecutivo, y quién trabajó en la cobertura de la campaña presidencial.

Ahora Milei empieza a gobernar con un gabinete integrado por varios de esos rostros conocidos de la vieja política, sobre todo salidos de la centro-derecha, que tanto desdeñó.

La receta de Javier Milei, la receta de los 'outsiders'

"Argentina comenzó el siglo XX como (uno de los países) más ricos del mundo, hoy estamos de mitad de tabla para abajo"; dijo Milei.

La fórmula parece ser siempre la misma: un personaje de ruptura que se presenta a sí mismo como “la única solución” para recuperar al país, que plantea que el problema central es la clase política dominante a la que le colocan etiquetas (como la “casta”) y que hay que desmantelar -casi- todo para comenzar a recuperar la grandeza perdida.

“Milei define la 'casta' como a los políticos corruptos, los empresarios que hacen negociados con el estado, a los periodistas que (según él) reciben sobres con dinero a cambio de publicar información tendenciosa”, señala Longy en charla con Univision Noticias.

La “casta” de la que habla Milei es comparable con el “pantano” que Donald Trump proponía “drenar”, en referencia al establishment político de Washington DC (Drain the swamp, uno de los ‘mantras’ antipolíticos del republicano); o el Make América Great Again de Trump, comparable con la nostalgia de la era de bonanza económica argentina que rememora el libertario.

Pero en algún punto del recorrido, estos outsiders se encuentran con la necesidad del apoyo de parte de ese establishment por varias razones. La primera es que si quieren ganar elecciones, necesitan ampliar el apoyo del electorado más allá del núcleo duro de esos seguidores cautivados desde el principio por la idea de “romperlo todo”.

En ese sentido, el respaldo que le dio la fórmula de centro-derecha que quedó afuera del balotaje, integrada por Patricia Bullrich y Luis Petri (coalición política liderada por Macri, Juntos por el Cambio), sumado al del propio Macri, aportó a Milei votos que originalmente estuvieron dirigidos a la "casta política".

Esa alianza de última hora pudo haber resentido a los votantes más fundamentalistas de Bullrich-Petri, pero lo hizo seductor para una gran porción del electorado que albergaba dudas de votar por el estrafalario candidato.

“El apoyo (del espacio de Macri) dotó a la propuesta de Milei de políticos tradicionales, de carrera y de ideología de derecha o conservadora, que pudo influir positivamente, limitándolo de algún modo en sus aspectos más extravagantes, tanto a sus formas como a sus propuestas más radicales. En otras palabras, esa alianza con la casta era bienvenida por un electorado más blando, digamos, que Javier Milei originalmente no tenía”, dice Longy a Univision Noticias.

Javier Milei y la ayuda de la "casta"

Una vez que ganan las elecciones, los outsiders también necesitan de insiders, para poder manejar ese gobierno, ese Estado cuyo funcionamiento desconocen por dentro.

Por eso, en el armado del que será su gabinete hay muchos nombres de la casta política. El designado para el Ministerio de Economía, posiblemente el puesto más crítico del nuevo gobierno en un país que tiene una de las inflaciones más altas del mundo (superior al 140%), es Luis Caputo un hombre que ya perteneció al equipo de Macri.

Su excontrincante Patricia Bullrich fue designada para el Ministerio de Seguridad, misma posición que ocupó durante el gobierno de Macri (2015-2019). Milei atacó Bullrich en campaña diciendo que ponía “bombas en jardines de infantes”, en hiperbólica referencia al pasado de militancia de Bullrich en un grupo de extrema izquierda de los años 70.

Achicar el Estado, dolarizar y eliminar el Banco Central

Milei ha propuesto radicales cambios en un país acostumbrado a un Estado como uno de los mayores generadores de empleo en Argentina y que tiene amplia presencia en temas de subsidios y seguridad social.

Estudios muestran que en la última década, el empleo público en el país se disparó un 34% mientras que el trabajo en el sector privado registró apenas un alza cercana al 3%.

Este estancamiento en el crecimiento de la actividad económica privada, se suma a la pobreza en ascenso, que según el instituto nacional de estadísticas se sitúa en el 40%; a la alta inflación y el restringido acceso a la compra de dólares, que es el histórico refugio de los ahorros de la clase media argentina habituada a las cíclicas inflaciones.

Frente a este escenario, el libertario ha propuesto una reducción drástica del tamaño del Estado, eliminar ministerios y achicar subsidios, recortar impuestos y privatizar toda empresa pública “que se pueda privatizar”. El plan ultraliberal de Milei, contempla una flexibilización laboral achicando los costos de contratación y de despidos.

Y entre sus iniciativas más emblemáticas y extremas están la eliminación del Banco Central para frenar la emisión de moneda y controlar la inflación y la dolarización de la economía.

“Con este conjunto de reformas, Argentina en 15 años podría estar alcanzando niveles de vida similares a los que tiene Italia o Francia, si me dan 20 años, Alemania y si me dan 35, el de Estados Unidos”, aseguró Milei.


Para muchos expertos es un verdadero misterio si Milei podrá avanzar con su agresiva reforma, ya que muchos de sus planes deben contar con aprobación del Congreso.

Con 38 de los 257 diputados y 7 de los 72 senadores, La Libertad Avanza es la tercera fuerza en ambas cámaras. Unión por la Patria, el espacio de Sergio Massa, perdedor del balotaje, es el partido que ocupa más escaños en ambas cámaras, seguido por Juntos por el Cambio.

Así que, también en el Congreso, la "casta" que representa Juntos por el Cambio, podría serle útil a Milei a la hora de formar pactos para garantizar el apoyo de propuesta de ley.

¿Zigzag en los planes?

Una vez que la elección fue ganada, “Milei fue zigzagueado con muchas de las propuestas, por lo tanto, hoy por hoy, es difícil saber qué parte del núcleo de promesas duras efectivamente se concretará. No está claro”, señala Longy.

“Por ejemplo, sobre el cierre del Banco Central, Milei sacó un comunicado diciendo que no era negociable, pero a la vez se sabe que las autoridades que fueron asignadas (por él) al Banco Central no tienen el cierre del organismo entre sus prioridades o entre su paquete inicial de medidas”.

Expertos apuntan a que es poco plausible que la dolarización se haga en lo inmediato y tampoco es probable que se levanten los controles del acceso al dólar (el llamado ‘cepo cambiario’). Pero Milei aborda esas probables demoras en sus reformas diciendo que son de “segunda o tercera generación”, es decir, que se van a tomar en un mediano o largo plazo.

Milei parece tener un proyecto mucho más largo de lo que el sistema argentino establece como límite a la Presidencia: mandato de cuatro años y una reelección inmediata. Tras esos dos mandatos consecutivos podrá postularse nuevamente tras al menos un intervalo con otro presidente.

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