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Lucha Libre

Golpizas fuera y dentro del ring: la historia de Ruby Gardenia, un ícono gay en la lucha libre mexicana

Detrás del personaje de Ruby Gardenia, un ícono LGBTQ de la lucha libre mexicana con 23 años de historia, está Fernando. Cuenta que tuvo que aguantar palizas debido a su orientación sexual. Sin embargo, dice que el deporte le ha dado lo que de niño la vida no le dio: hoteles lujosos y viajes por el mundo.
Publicado 25 Jun 2022 – 05:20 PM EDT | Actualizado 25 Jun 2022 – 05:20 PM EDT
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Con una carrera de más de 23 años, Ruby Gardenia se ha posicionado como uno de los íconos de la lucha libre profesional en México, representando al grupo de los llamados 'exóticos', que son aquellos luchadores que con sus personajes representan o son parte de la comunidad LGBTQ.

Pero la luchadora, quien se declara gay, no solamente lleva su personaje arriba de un ring para complacer en un show a chicos y grandes, para ella ser parte de la comunidad y un luchador 'exótico' es una responsabilidad social.

Por eso, Ruby Gardenia se ha dedicado a visibilizar y defender a la comunidad LGBTQ, porque tanto arriba como abajo del ring, dice, los señalamientos, la discriminación y la homofobia persisten.

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La carrera de luchador que comenzó en Tijuana

Detrás del maquillaje del personaje Ruby Gardenia está Fernando Covarrubias, originario de Nayarit, quien dice que decidió mudarse a la fronteriza ciudad de Tijuana porque vio en ella “la ciudad de las oportunidades”.

Cuenta que antes de enrolarse en el mundo de la lucha libre, tuvo que sortear una etapa oscura pues desde los 18 años comenzó a trabajar de noche como travesti.

“Ves la realidad tan cruda como lo es el mundo de las drogas, el sexo, de lo que vienes huyendo que es la discriminación; el ser señalado, sometido, ultrajado y decido dejarlo”, asegura Covarrubias.


Tras ello, un día acudió a una función de lucha libre en el auditorio de Tijuana. “Y me enamoré cuando vi bajar a El Santo, Blue Demon, Blue Panther y decidí que ahí es donde quería estar”, dice a la agencia Efe.

Ahí fue cuando comenzó a entrenar en la escuela de lucha libre de Miguel Ángel López, mejor conocido como Rey Misterio (tío de Rey Mysterio Jr, figura de la WWE estadounidense), a quien considera un padre adoptivo.

En los entrenamientos encontró la disciplina personal y deportiva y los deseos de superación, que lo han llevado a destacar como luchador exótico por más de 23 años.

Elegir su personaje

Para Fernando, una de las decisiones más importantes en este camino de la lucha libre fue definir a su personaje el cual, dice, tenía que ser acorde a su personalidad.

“Me dije, 'tú eres homosexual', para ti un personaje de los exóticos es ideal”, dice. En ese momento, los luchadores gay iban ganando aceptación gracias a la empresa Triple A, una de las más importantes en ese deporte-espectáculo en México.

Anteriormente, los luchadores considerados 'exóticos' eran hombres heterosexuales que representaban a personajes. Pero en los años 80, con luchadores como Rudy Reyna, Pimpinela y May Flowers, algunos abiertamente gay, “se abrió la pauta para que nosotros entráramos”, recordó.

En un principio, reconoció, en la televisión no se permitían personajes tan vistosos. “No permitían lo amanerado de los personajes y gracias a ellas cambió, ahora me toca a mí hacer y trabajar, por los que vienen atrás, que sigan teniendo estas puertas abiertas para que se desenvuelvan y no exista más represión, ni homofobia en los luchadores exóticos”, dice.

Golpes fuera y dentro del ring

Fernando, quien es licenciado en pedagogía e intérprete de lengua de señas, reconoce que su personaje lo llevó a empoderarse también a nivel personal.

“Fernando es una persona muy seria, pero con los años me fui empoderando y esa fuerza me la fue dando Ruby Gardenia... no me da miedo salir y decir este soy yo, el que está detrás de ese maquillaje que también me permite enfrentarme al público”, detalla.


Señala que como deportista y figura pública es una responsabilidad “luchar por la visibilización, luchar por que se haga lo más correcto ante una sociedad que es hipócrita”, insiste.

A Fernando le resulta curioso que la creencia sea que la lucha libre es “para cabrones”, pues él tuvo que aguantar las golpizas tanto dentro como afuera del ring debido a su orientación sexual. Sin embargo, eso le ayudó a forjar un carácter, lo que ahora transmite a las nuevas generaciones.

La lucha libre le dio un 'superpoder'

Ruby Gardenia acepta que “en el proceso de transformación" hacia el personaje, "se deja atrás" todo: "Porque nos debemos al público, al arte y la cultura de la lucha libre, al espectáculo y a lo que la gente quiere ver”.

Cuenta que siente fortuna porque la lucha libre le ha dado lo que de niño la vida a Fernando no le dio: hoteles lujosos, comidas que nunca había probado y viajes por el mundo.

Para Ruby más de 23 años en la lucha ya “ha sido demasiado y he hecho mucho”, por eso ahora busca a alguien “que aguante los madrazos (golpes) y tome ello como bandera”, para darle su nombre y heredar su trayectoria y legado.

“La lucha libre me dio una responsabilidad social como los superhéroes, entre más poderes tengas así es tu responsabilidad con la humanidad y Ruby Gardenia tiene súper poderes. Mi poder es ese, el lograr la visibilidad de una orientación sexual que es tan igual a llamarse heterosexual”, concluye.

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