"La historia está hecha de movimientos. Los humanos se movilizan por aspiraciones o necesidad, y con ellos se llevan sus culturas, sus etnias, sus idiomas, sus religiones, sus valores, sus sentidos del gusto. No es fácil, pero los que logran sobrevivir las complejas y multidimensionales consecuencias que supone el desarraigo, se mejoran a sí mismos, sus vidas, y mejoran también a la cultura a la que llegan. La enriquecen".