Detienen en México a Néstor Isidro Pérez, 'el Nini', el 'jefe de seguridad' de los hijos de 'El Chapo' Guzmán
Néstor Isidro Pérez Salas, conocido como 'El Nini', presunto jefe de seguridad de los ‘Chapitos’, los hijos del narcotraficante Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, fue detenido este miércoles en la ciudad de Culiacán, en el norteño estado de Sinaloa.
Según confirmó Univision Noticias en el Registro Nacional de Detenciones de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), la detención de Pérez Salas, tuvo lugar a las 13:27 horas locales (14:27 ET) y fue ingresado al sistema del registro en la Ciudad de México en la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada (FEMDO).
La SSPC informó que Pérez Salas tiene 30 años y es de tez blanca, complexión media, con barba y bigote. Además, informaron que mide 1.70 metros (5.5 pies).
El operativo para detener a 'El Nini' incluyó un fuerte dispositivo de seguridad en el que participó la Guardia Nacional de México. Diversos medios de comunicación mexicanos dieron cuenta de los miembros del la guardia que fueron desplegados en Culiacán y los equipos tácticos, como helicópteros, de los que echaron mano.
Buscado en Estados Unidos por distribuir fentanilo
Pérez Salas es buscado en Estados Unidos por conspiración para importar y distribuir fentanilo en el país.
En abril pasado, el distrito de Columbia enlistó cargos de narcóticos, armas de fuego y represalias de testigos contra Pérez Salas, quien era identificado como uno de los principales sicarios de los 'Chapitos'.
Según documentos judiciales, Pérez Salas es supuestamente un líder y comandante de su propio grupo conocido como los 'Ninis', un grupo violento encargado de brindar seguridad a los Chapitos.
Al menos desde 2012 hasta febrero de 2021, Pérez Salas presuntamente conspiró para distribuir y fabricar cocaína y metanfetamina para su importación ilegal a los Estados Unidos, usó un arma de fuego para promover el presunto delito de narcotráfico y mató, intentó matar, amenazó y causó lesiones corporales a otro para intimidar a un testigo e informante del gobierno.
La oficina local del FBI en Washington está investigando el caso. Por su captura, la DEA ofrecía una recompensa de $3 millones que llevara a su localización o captura.
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