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Escuelas Públicas

En la escuela Robert E. Lee 55% son negros e hispanos: una latina quiere cambiarle de nombre

Tras la violencia de Charlottesville, Melissa Alberto, una estudiante de 19 años de padres centroamericanos, decidió actuar para cambiar el nombre de su antiguo high school en Virginia.
28 Ago 2017 – 04:49 PM EDT
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Según datos oficiales del Centro Nacional de Estadísticas Educativas, al menos 18 escuelas llevan el nombre del general confederado Robert E. Lee en todo el país. Crédito: Gerald Herbert/AP

Melissa Alberto se graduó hace un año de la escuela Robert E. Lee High School en Springfield, Virginia. El nombre le había molestado desde que entró en 2012, pero no fue hasta después de la violencia que se desató en Charlottesville que decidió tomar acción.

Este 16 de agosto, Melissa lanzó una petición en la plataforma digital Change.org para recoger firmas para que la escuela, donde estudió durante cuatro años, ya no lleve el nombre de uno de los principales generales que comandaron las tropas del Sur durante la Guerra Civil en Estados Unidos defendiendo mantener la esclavitud en el país.

"Mis compañeros de clase y yo hacíamos chistes sobre el nombre los primeros años, pero ahora, esto ya no es una broma, esto es la vida real", escribió Melissa en el texto de su petición.


Según datos oficiales del Centro Nacional de Estadísticas Educativas, al menos 18 escuelas llevan el nombre de ese general en todo el país, cuatro de ellas en Virginia. Pero son muchos más si se contabilizan todas las escuelas que llevan el nombre 'Lee' a secas, o 'Lee' junto con otro personaje histórico. Es el caso de la Lee Davis High School que se nombró en honor a Robert E. Lee y Jefferson Davis, presidente de los estados confederados de 1861 a 1865.

Melissa lanzó su petición tan solo cuatro días después de los eventos de Charlottesville, que está a dos horas de donde ella reside. En poco más de una semana ha recogido cerca de 2,000 firmas.

Robert E. Lee y Donald J. Trump

Melissa destaca la ironía de que su escuela, fundada en 1958 en las afueras de Washington DC, lleve desde 1964 un nombre que no refleja los valores que en ella se enseñan. A pesar de que un retrato del general cuelga en la entrada afirma que, “en mi escuela de ninguna manera se glorifica a Robert E. Lee”.

“Allí nos enseñaron a respetarnos los unos a los otros”, le explicó Melissa a Univision Noticias. Según esta joven, las clases de historia sobre la Guerra Civil eran equilibradas sobre los hechos y argumentos que desataron esa guerra y cómo se peleó.


Pero como hija de inmigrantes describe cómo el nombre de la escuela en un estado clave para la Guerra Civil sí afecta las relaciones de poder entre alumnos. En un colegio donde 42% de los estudiantes son hispanos y 13% son negros, “los estudiantes blancos se sienten con ciertos derechos”, afirma.

"Me ha dado asco y vergüenza decir que voy a una escuela llamada Robert E. Lee High School", escribió Melissa en el texto de su petición. "Incluso evito decir el nombre completo porque esto no es normal, y no está bien, y nunca lo estará".

Algunos podrían ver cómo una escuela que lleva el nombre de un prominente confederado es un microcosmos de lo que ocurre a nivel federal. Para algunos, tanto Robert E. Lee como el presidente Donald Trump han servido de modelo para legitimar una retórica en contra de los derechos de las minorías.

De hecho, Melissa considera que las tensiones entre alumnos llegaron a crecer a raíz del lanzamiento de Trump a la campaña electoral en junio de 2015. Ese entonces, Trump dijo que los mexicanos "eran violadores ... traen drogas y crímen" a EEUU. Como candidato promovió vetar a los musulmanes del país, y como presidente intentó varias veces de llevar ese veto a cabo, pero las cortes se lo impidieron.

“Fue como si la gente hubiera salido del clóset. Algunos alumnos empezaron a decir ‘no eres de aquí’. Y los estudiantes negros se sentían amenazados si llegaban a mencionar un tema racial”.

Supremacía blanca e inmigración

Según cuenta, Melissa llevaba tiempo pensando en lanzar una petición, pero los eventos de Charlottesville fueron decisivos para ella, sobre todo porque varios exalumnos de su escuela secundaria ahora estudian en la Universidad de Virginia en esa ciudad.

Además, esta joven ve una conexión entre los incidentes de Charlottesville y el tema migratorio. “Los cantos de los supremacistas blancos de ‘No nos remplazarán’ significan que están en contra de los inmigrantes y las personas de color”.

Y aunque Melissa sea ciudadana de este país, siente un llamado a alzar la voz. “Tengo un estatus legal. No tengo miedo a ser deportada. Pero tengo una ventaja y tengo que usarla para ayudar a los demás”.


Melissa está a punto de iniciar su segundo año de estudios de Gobierno y Política Internacional en la Universidad George Mason, mientras termina una pasantía con el congresista demócrata por Nuevo México Ben Ray Luján. Cuando era todavía alumna de secundaria, Melissa fue tutora de alumnos indocumentados. Entonces lamentaba que muchos de ellos no tuvieran tiempo de preocuparse “por lo de Charlottesville, Ferguson o Phoenix, porque estaban más preocupados por su propia situación, por ir a trabajar a las 5 de la tarde después de clase y volver a casa a la 1 de la mañana.”

El precedente de J.E.B. Stuart High School

Mientras tanto, el mes pasado, en medio de la polémica, una escuela secundaria vecina conocida como J.E.B Stuart, otro general confederado, consiguió el respaldo de la Junta Escolar del Condado de Fairfax para cambiarse de nombre. El reglamento de ese condado estipula que para ello debe haber una “necesidad apremiante” y un “apoyo comunitario” a la causa.

La decisión se tomó tras dos años de presión por parte de los propios estudiantes y una petición online a nombre de la actriz de Hollywood y exalumna Julianne Moore que hoy en día tiene más de 38,000 firmas.


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El 9 de septiembre se realizará una reunión para proponer nombres alternativos y el 16 los residentes del vecindario elegirán cuál de ellos.

La decisión de la Junta Escolar ha estado rodeada de controversia. Las voces en contra del cambio de nombre mencionan la importancia histórica del estado de Virginia y el alto costo que un cambio de nombre supondría para la comunidad. Los archivos públicos del Condado de Fairfax estiman que un cambio de nombre tendría un costo de entre 750,000 y 1 millón de dólares. La misma junta, sin embargo, ha afirmado que esto se podría cubrir por medio de fondos privados.

El superintendente por la Junta Escolar del Condado de Fairfax, Scott Braband, se negó a comentar sobre la petición con Univision Noticias. Pero en su primera entrevista pública con la televisión local WUSA9 este miércoles dijo que de momento los miembros de la junta y de su comunidad no se habían puesto en contacto directamente con él.


Algunos miembros de la junta escolar están informados de la petición que inició Melisa y acordaron reunirse con ella en los próximos días. Su siguiente reto es conseguir que el asunto salga en la agenda de una reunión pública a mediados de septiembre.

Mientras tanto, buscará más apoyo, e incluso no descarta buscar a alguna celebridad. Tiene claro que debe seguir con la lucha para montar una verdadera campaña que involucre a su comunidad y asegure que los firmantes de su petición se movilicen. “No se puede solo firmar y ya”, advierte.

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