Se habla mucho sobre los trastornos estacionales de invierno y como las temperaturas bajas que obligan a estar en casa generan depresión o ansiedad, pero se habla muy poco sobre los efectos que tiene el cambio al verano. El calor, la humedad, el polen, y las distintas alergias asociadas con las temperaturas altas también generan trastornos mentales. Más allá de una sensación física de incomodidad, el clima soleado y las largas horas de luz causan cambios a nivel hormonales y mentales que afectan nuestra salud. Los expertos nos indican cómo identificarlos y qué hacer al respecto.