Vanessa Guillén no está sola. Por décadas la violencia sexual ha sido un problema sistemático en las Fuerzas Armadas de EEUU. Cuando Marta Vázquez reportó a los soldados que la drogaron y violaron fue castigada con trabajos duros. A ella la enviaron a otra base militar y al sargento que la violó lo elogiaron. En estos casos, usualmente las víctimas sufren duras represalias, pero los agresores raras veces son castigados.